sábado, 1 de mayo de 2010

Incendios

Los incendios en Asturias no suelen ocupar grandes titulares ni suelen tener una importancia social evidente. Son por lo general de pequeñas extensión, muy locales y localizados, provocados y de autor conocido, aunque no por conocido demostrable su autoría.


Suelen ser un método barato, rápido y aparentemente eficaz, de "limpiar" el monte. Son además mucho más eficaces por el método de realización: casi nunca se realizan en verano o en otoño. No son incendios de este tipo. Son para la creación de un pasto de baja calidad y eliminación del matorral.
Pero el problema es que su continuidad, el tipo de suelo y ladera sobre el que se realizan, frena la reuperación de la biodiversidad, empobrece el tereno e impide el crecimiento posterior del bosque.


Estos incendios son especialmente habituales sobre suelos silíceos, pobres en nutrientes, y en los que la capa de materia orgánica sin descomponer es gruesa. Esa materia orgánica acumulada durante siglos se quema en unos minutos, descarna el suelo, deja expuesta la roca y sólo favorece la aparición de especies pirófitas (amantes de fuego) cuyas semillas o bulbos son capaces de soportar el paso del incendio y encuentran el campo libre para su desarrollo posterior; sería el caso del gamón o de algunos helechos.
En cualquier caso es una lacra para todos, una pérdida de riqueza actual y futura, un desastre ecológico y paisajístico que ¿beneficia? sólo a unos pocos que acaban con el patrimonio de todos.

Las fotos son todas de Teberga este último mes de abril, aprovechando los vientos del sur de principios de mes, todos junto a pueblos o cuadras, todos pequeños, todos terribles...



El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares,
talado los robustos robledos de la sierra.
Hoy ve sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra (...)

(El hombre de la tierra. Antonio Machado.)

Recuperado para mí por Eladio, un profesor al que agradezco su entusiasmo.
Saludos

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo; es cierto que cuanto mayor sea la superficie afectada, mayor gravedad tendrá el incendio. Pero muchas veces las consecuencias a posteriori son las que más perjudican el ecosistema, la regresión acaba con la riqueza biológica.

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