En esta época de aparentes vacas flacas, en las que es necesario demostrar lo mucho que se ahorra por el bien de todos, en aquellos lugares donde no se piensa invertir o no se terminará a tiempo para la foto, se ha recurrido a la demagogia de siempre y han conseguido resucitar a los alimañeros.
Alimañeros como los de antes, cazando especies odiadas por algunos sin estudios serios sin control a los controladores, pero con exhibición de trofeos, foto en la prensa y escupitajos en la plaza del pueblo al cadáver del que causa todos nuestros males. Sólo que ahora son funcionarios, tienen coche oficial y trabajan para el gobierno de turno (bueno, antes también).
Esa es la próxima inaguración que han ofrecido como sacrificio para la obtención de votos al grupo de presión de siempre al que se alimenta a trompicones a base de cacerías en época electoral.
No hay, evidentemente, estudio riguroso que avale esta matanza, al igual que no lo hay que avale la de cormornes anteriormente realizada con el mismo fin: contentar a un grupo social lo bastante potente como para amenazar con lo único que moviliza a los políticos, el cambio de voto.
No es posible que un estudio riguroso nos diga que hace falta eliminar a 47 lobos en Asturies. Para empezar porque no hay un estudio riguroso que nos diga exactamente cuantos lobos hay. Y si no sabemos cuantos hay ¡¿cómo se decide cuantos matar?!
Supongo que como siempre: ¿que hay de lo mío?. A mí me pones dos lobos en mi ayuntamiento. A mí cuarto y mitad.
Se suma y salen 47. A bulto. Luego serán 60 o 20 ¿qué más da? Total, ya salió en la prensa. Y nadie nos controla.
Ya queda inagurada esta matanza, ahora sólo nos faltan las fotos del sacrificio que saldrán, a más tardar, antes del 20 de Mayu.
PD 1: Curiosamente en época de cría
PD 2: Voy a insistir en el argumento. No discuto si se han de matar lobos o no (que sería discutible) si no la falta de trasparencia, información y sobre todo criterio científico.
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