Durante el fin de semana del 9 - 10 de enero las bajas temperaturas, la nieve y el hielo se hicieron presentes hasta en las playas de Asturies.
Esta circunstancia no es especialmente anómala, suele ser de corta duración y viene acompañada de una entrada de aire frío y multitud de aves que habitualmente invernan en latitudes más norteñas, Francia principalmente.
La mayoría, en número, de estas aves pertenencen a dos especies; la avefría europea (Vanellus vanellus) y el chorlito dorado (Pluvialis apricaria) .
Ninguna de estas especies es rara en Asturies, al menos en su zona costera, rasas y rías, pero cuando éstas circunstancias climáticas concurren, el número de individuos aumenta de forma espectacular y se pueden ver sobrevlando prácticamente cualquier punto de la costa y los campos de alrededor.
En estos casos a la llegada de este contingente de aves traidas por las condiciones climáticas adversas se le da el nombre de fugas de tempero.
En esta ocasión las avefrías eran especialmente abundantes en las zonas de rasa costera, en praderas y porreos, pero mucho menos en las arenas o fangos de la ría como en otras ocasiones.
Visitamos Misiegu y el porreo más cercano a La Villa. En Misiegu apenas observamos nada más que garcetas (una muerta y dos vivas), unos 20 a 25 ánades reales nadando en la lámina de agua cercana a la isla del Bornizal y algunos chorlitejos.
Por el camino desde el coche multitud de avefrías, chorlitos dorados y cerca de Sebrayu un alcaraván.
Y en la zona del porréu al menos 6 garcetas, una garza real, multitud de avefrías, varias decenas de cercetas comunes y una veintena de patos cuchara, además de una pareja de tarros blancos.
También era notoria las bandadas de pequeños pájaros como pinzones y lavanderas picoteando entre las algas de Misiegu. Alguna de estas lavanderas eran de color muy oscuro, probablemente procedentes de Gran Bretaña.
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