El tanatorio de Tarna

Tarna es un pueblo curioso. Se encuentra en el punto más alejado de Parque Natural de Redes en dirección a la divisoria de aguas por León, en la base del puerto o paso de montaña del mismo nombre, a unos 1.000 metros de altitud y rodeado por los, probablemente, mejores bosques de la Cordillera con permiso de los de Fuentes del Narcea.

La vegetación predominante son hayedos y durante siglos la ganadería, una economía agrícola de subsistencia, pero también el trabajo como arrieros y madreñeros dio vida a Tarna.

Tarna bajo la nieve

Durante la Guerra Civil los combates por el paso de la cordillera, convirtieron la zona en una ruina, de modo que la reconstrucción del pueblo se llevó a cabo siguiendo los planes de Regiones Devastadas, y en la actualidad Tarna tiene un aire extrañamente moderno, trazadas rectas para las calles, la mayor parte de las casas iguales, sin corredores, sin piedra vista.... todo un tanto fuera de lugar, aunque con el paso del tiempo la gente ha ido adaptando algo las casas a sus necesidades y cultura. 

Las calles rectas de Tarna

Tal vez por eso Tarna fue la elegida para la construcción de un mamotreto moderno, muy en la línea de Somiedo o sobre todo Ponga, de líneas rectas y volúmenes desorientados que en un principio no supe interpretar.

Visto desde la carretera aparece en su fachada una palabra en letras metálicas: UROGALLO.

Eso debería haberme dado una pista. Pero últimamente soy muy torpe en mis deducciones. 

Bien pensé que sería el lugar donde acogen a un grupo de urogallos nacidos salvajes y que están encerrados para criar y luego soltar nuevos urogallos al monte (aunque con la crisis igual son para engordar y venderlos como caza en algún supermercado, eso si siguen dándoles de comer).

Tanatorio del Urogallo en Tarna (foto: Jesús Cabo)

Pero al acercarme descubrí que el edificio estaba vacío.

Podría ser otro Centro de Interpretación vacuo, sin contenido y abandonado por inútil y porque la Educación Ambiental era sólo para ricos o sólo interesa para llenarse la boca de futuribles incumplidos.

Pero no había ni una silla.

Quizá otra forma de invertir euros a espuertas para convencer a los habitantes de los Parques de lo bueno de vivir allí con inmensas inversiones en cosas innecesarias (léase pistas a ninguna parte, puentes gigantescos, o subvenciones incontroladas).  

Eso tenía más sentido (si es que tenía alguno).

Tal vez fuese una escultura moderna, como las chapas del  Rinconín de Gijón o la "escultura" de "Sacaime de aquí" de Saliencia. Pero la puerta y ventanas me despistaban.

Por suerte un buen amigo vino a sacarme del error:

-"Parece un tanatorio"

¡¡Eso es!! Es un tanatorio ¡Claro! Lo tenía delante de mis narices y no lo veía: las salas vacías y velatorio, el lugar abandonado, el paisaje magnífico, el sonido del viento... un tanatorio.

Es seguramente el tanatorio del urogallo, de la Educación Ambiental en Asturies, de la protección de nuestros bosques, el tanatorio de Salave, de Caliao, de Ayer si siguen con las líneas de alta tensión, de los osos furtiveados, de los lobos, de los cormoranes, de los salmones, de los vertidos de la ría de Avilés, de los de la ría de la Villa, de los del Eo.....

Tanatorio del Urogallo (foto: Jesús Cabo) 

Es un tanatorio magnífico, alejado para que los muertos del medio ambiente en Asturies no molesten ni huelan.

Pero tiene un problema: se nos está quedando pequeño.