Llevaban mucho tiempo insistiéndome en que no conocer Allande es no conocer Asturies. Me parecía exagerado y nunca encontraba el momento: que si está lejos, que si está tan quemado que no habrá mucho que ver, que ...., bueno, disculpas. No queda tan lejos (tardo lo mismo en llegar a los Lagos de Covadonga que a la Sierra de Lagos), y sí, está abrasado. Es desolador ver kilómetros de tierras que muestran las heridas abiertas del fuego, y es desolador ver sin demasiado esfuerzo, que es una tierra en la que los bosques aún podrían ser una realidad, puedes sentirlos, puedes ver las aves forestales en casi cualquier seto, puedes ver árboles imponentes solitarios o bosquetes escondidos en las vaguadas. Y aún así....
No conozco Allande, apenas he vislumbrado alguna de sus maravillas, las que son y las que fueron. También alguna de las que pueden ser.
Algunas me han gustado tanto que estuve muy, muy tentado a no escribir nada. En quedármelo para mí. Pero luego pensé que el problema de Allande es que no se conoce, o al menos no se conoce lo suficiente, y no se protege lo que no se conoce, y no se puede evitar que siga desapareciendo si no interesa, si no se aprecia.
Bueno, pues me compré la Guía de Allande que escribió María del Roxo y Alberto Álvarez (porque me daba vergüenza no conocer nada), y con un buen guía recorrimos dos días Allande. No es gran cosa, pero para empezar fue lo perfecto para quedar con ganas de conocer mucho más de lo que apenas he llegado a vislumbrar.
Y el gran descubrimiento fue el valle del río Trabaces. Un auténtico valle escondido que fue parcialmente quemado hace dos años en el incendio, no suficientemente recordado, que arrasó el Valledor.
Dos pueblos casi abandonados (uno prácticamente y el otro "recuperado" por varios habitantes que viven al margen de mucho del progreso) y un valle con bosques de castaños, robledales, canchales enormes, pendientes imposibles, cascadas....y una sensación única de soledad o de lejanía a pesar de las muestras evidentes de la gente: los pueblos, los caminos empedrados, los cortinos....
Os dejo una muestra de imágenes del valle, de Aguanes y Trabaces, de los bosquetes y las montañas y de la atmósfera de un lugar que, si lo dejásemos, tendría el potencial de un Muniellos en pequeño.
Pido disculpas por adelantado si me equivoco en alguno de los nombres o por mi patente ignorancia, pero en mi descargo diré que voy a hacer lo posible por disiparla.
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Pueblo de Aguanes |
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Cascada al río Trabaces por debajo del pueblo de Aguanes |
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Un cortín colgado en la ladera del valle |
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Otra vista hacia Aguanes |
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Esta es la única casa, panera y cuadra que queda en pie del pueblo de Trabaces, lo demás se quemó en octubre de 2011 |
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Camino empedrado hacia el fondo del valle |
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El puente es apenas un par de maderas a punto de caer |
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Mirando hacia el Valledor, donde se pueden ver las laderas quemadas de los pinares. |
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Otra vista hacia Aguanes |
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Aguanes está sobre un espolón de roca. No le falta el agua, abundante en septiembre tras un verano muy seco. Ni le faltan las praderas alrededor, ni bosquetes de castaños. |
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Otra vista de Trabaces, desde la ladera de enfrente. Se ven las colmenas en las ventanas de la cuadra; una nueva forma de cortín. |
Quizá este valle debería ser declarado Reserva Natural Parcial, porque realmente lo merece....... o quizá no y que siga siendo desconocido y perdido.
Buenas; he caído por aquí de casualidad pero ya que estoy quería decirte que me ha gustado mucho esta entrada.
ResponderEliminarEs una zona preciosa y sobre lo que comentas al final de la entrada, creo que mientras la mentalidad de los que pueden no cambie, mejor que siga desconocido y perdido.
Un saludo.
Muchas gracias. Te agradezco tanto la visita como el comentario, y de hecho es una de mis preocupaciones principales. ¿Qué es mejor, el conocimiento y la protección "oficial", o que pase desapercibido aún con el riesgo de que pueda destruirse por omisión?. Es un dilema para el que no tengo respuesta clara.
EliminarUn saludo
Hola Alberto, para mi también totalmente desconocida, y es una pena porque a judgar por las magnificas fotos es una preciosidad. Y para mi que soy bastante ermitaño, lo de despoblado y solitario...resulta ideal. Por les fotos...un lugar ideal para soñar. Un abrazu.
ResponderEliminarHola Jorge. A tí que te gusta patear monte en solitario (por lo que pones en tu blog), seguro que te parece impresionante. Ahora bien, venaos....ni uno.
EliminarUn saludo
Yo tampoco conozco la zona, me pasa como a ti siempre disculpas para no ir, pero por tu excelente reportaje y fotografias, sera cosa de cambiar de idea y pasar a conocerlo sin mucha dilación.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tus comentarios, y mi opinion es que hay que darlo a conocer, aún con el riesgo de los descerebrados de turno, pero por desgracia lo unico que se conserva es lo que se conoce, y a lo que la presion de la sociedad sana (la que nos gusta nuestra tierra como es) consiga dar a conocer para intentar que la administracion en algun momento tome cartas en ello, e intente hacer las cosas bien, y ponga freno a tanto desmadre de incendios interesados como acontecen en esa zona.
Un saludo y Enhorabuena por el buen reportaje.
Pues no lo dudes más: merece la pena. requiere esfuerzo físico y apertura de miras, pero compensa. (Y las vistas de la Cordillera un día despejado son fabulosas)
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