Leyendo y releyendo las
opiniones acerca de la función e
importancia de ganaderos y agricultores no dejo de estar completamente de
acuerdo en la función que los mismos han tenido y aún tienen en la estructura actual del paisaje de Asturies. Toda Asturies
ha sido moldeada por ellos. Cada valle, cada mortera, cada collada, cada monte
tiene dueño, nombre e historia.
Pero eso no quiere decir que el
futuro ha de ser igual. De hecho no puede ser igual. Hay un problema de fondo
en la interpretación de la evolución del paisaje de Asturies, de su paisaje
evidentemente humanizado.
La interpretación de la evolución
del paisaje se hace como si fuese la evolución de una población biológica: se
habla de adaptaciones, de interacción con otras especies, se habla de uso de
los recursos del medio, etc. Un lenguaje evolucionista que ajusta muy bien a
las explicaciones que se buscan en las que el resultado final es, en principio,
beneficioso para la biodiversidad, los habitantes, el paisaje…. en fin, un auténtico
Edén.
Pero en evolución, a pesar del
uso de los términos, la base principal del proceso no son las poblaciones si no
los individuos, y la explicación de la evolución del paisaje de Asturies es
también una cuestión de individuos. De hecho, todo depende de aquello que
beneficie no a las poblaciones, no a los pueblos, no a la diversidad, si no a
los individuos, lo que beneficie a la supervivencia de los individuos.
Por eso se explica la roturación
y la quema, la eliminación de especies competidoras o la caza y pesca sin
detenerse en el agotamiento de los recursos. Porque en realidad no son las
poblaciones sino el individuo el que busca su supervivencia a costa de lo que
sea.
Eso explica también que ante el
aumento de la población en el siglo XIX, los recursos del medio se exprimiesen
hasta el extremo, porque las normas de la comunidad cambian por las necesidades
del individuo y los equilibrios también cambian.
En la estructura actual hay
ciertas actuaciones que no son necesariamente válidas. No creo que sea necesario
el extermino de especies para el mantenimiento de la actividad ganadera. Las
quemas incontroladas, preferentemente de áreas repobladas, no se sostienen para
un modo de cultivo y manejo ganadero modernos, pero tampoco tirar los purines
en cualquier parte (generalmente cerca del río), abandonar todo tipo de enseres
en cualquier lugar del monte o considerar que las normas no rigen para los
habitantes del campo igual que para el resto a la hora de cortar, quemar,
rozar, atravesar, cazar, etc.
En todo caso el mundo rural (el
mundo en general) ha cambiado y los equilibrios del mismo también, de manera
que las estructuras existentes quizá no deban seguir los pasos de antes.
Apenas a cinco kilómetros unas huellas de oso indicaban el cambio de paisaje. Lo ganadero cambio el paisaje, lo moldea, lo mantiene, lo define y delimita, convierte a lo salvaje en una reserva.
La vista es hacia Cangas del Narcea desde el límite con Tineo
Durante siglos “lo manso” dominó
Asturies, se expandió y la cambió. Tal vez sea el momento de reequilibrar, de
que lo “bravo” adquiera un mayor protagonismo en un mundo que necesita espacios
“salvajes” para subsistir.
Cuidado, con las mismas siempre
ha abogado por un esfuerzo suplementario de la sociedad para mejorar todo lo
posible las condiciones de vida de la gente del campo, especialmente de los
habitantes de los espacios naturales protegidos. Porque “lo manso” sigue siendo
parte integrante de nuestra cultura y paisaje, pero las formas de
transformación ya no son las mismas y sus métodos y objetivos tampoco, de forma que la supervivencia del
individuo no puede condicionar “incondicionalmente” la conservación de un medio
que se dirige hacia un equilibrio distinto.
Unas reflexiones muy acertadas. Saludos
ResponderEliminarGracias Jorge
ResponderEliminarPor desgracia creo que son voces en el desierto, porque la corriente dominante con capacidad para hacerse oír es la contraria
Un saludo
Estoy de acuerdo, pero creo que aún es pronto para que muchas personas que viven en zonas rurales y "amansan", se adapten a esta nueva forma conservación en la que lo bravo domine sobre lo manso. Espero que este cambio llegue a tiempo antes de que sea muy tarde.
ResponderEliminarDe todas formas se me dibuja una sonrisa cuando veo el límite de muchas manchas de bosque, subir por las vallinas de muchas de nuestras montañas, creo que ese es un buen camino a seguir.