Esta espátula solitaria por el Cierrón ayer mismo, repasó una y otra vez uno de los canales adyacentes a la granja que hay allí mismo.
Por el camino, engulló un par de pequeñas anguilas y buscó y rebuscó entre agua y fango.
Mientras tanto una garceta que había estado posada por allí cerca, comenzó a acercarse hasta que acabó metida en el agua acompañándola y rebuscando tras ella.
Supongo que la espátula removía eficazmente el fondo y acabaría asustando pececillos que podrían ser la comida de la garcilla. Así que esta se aprovechó un rato picoteando aquí y allá.
Incluso se acicalaron una junto a otra durante un rato.
Al final la espátula se cansó y se fue.
Una curiosidad más en Villaviciosa
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