miércoles, 15 de agosto de 2012

El lobo agropolitano


Estas semanas se revuelve la polémica entorno al lobo en varios foros, principalmente en la prensa (en La Nueva España concretamente que son expertos en polémicas medioambientales) y como respuesta interesada aparecen firmas opinando de forma coordinada para con toda probabilidad crear una situación de opinión favorable a las más que previsibles medidas contra el lobo que aprobará el Gobiernín asturiano.
Estas respuestas las dan en prensa Jaime Izquierdo, Tom Fernández (¿?),  y la consejera de Medio Rural que además está en esta ocasión encargada de la protección a la biodiversidad.
Esto último es verdaderamente alucinante, porque aunque serái una situación lógica que medio rural y conservación de la Naturaleza fuesen de la mano, lo cierto es que es algo así como poner el zorro a cuidar del gallinero: se busca a toda costa el voto del medio rural, o al menos el impacto mediático que representa cuidar del Medio rural.
Pero es una impostura por una razón evidente y que ya he esgrimido en mucha ocasiones: no hay estudio o estudio fiables sobre los cuales realizar estimaciones de población lobera, de los daños causados, de la presencia o ausencia de perros asilvestrados (o no asilvestrados como los mastines que se comieron la xata de mi última entrada).
Así que finalmente la mera acusación desata una respuesta destructiva que es además un caso claro de prevaricación, es decir de incumplimiento de la ley a sabiendas, porque la misma ley que se esgrime a la hora de los controles lobunos, obliga a la administración a un estudio y seguimiento de las poblaciones para que las medidas sean “proporcionales”, palabro que no dice nada y que significará la imagen de lobos muertos como respuesta interesada a la gestión actual de los rebaños en Asturies.
Y ahí encaja la respuesta en prensa sobre una idea que se nos trata de vender de manera machacona desde hace años: la idea del pastor o el agricultor como  “jardineros del paisaje” (sic.) una expresión de gran fuerza y nulo contenido que acude a la idea de que la Naturaleza de Asturias no existiría si no fuese por la labor desinteresada del ser humano que ha tratado a toda costa de dejar su entorno mejor  de lo que lo encontró.
Esto se puede vender desde el punto de vista de la contraposición entre pastores y quesos versus lobos, o desde el punto de vista de la contraposición entre “lo manso y lo bravo”.

Tal vez sea que los lobos le dan más miedo a los políticos que a Caperucita y por descontado es más fácil echarle la culpa al lobo que confesar la absoluta inoperancia e incompetencia para evitar la sangría del campo.

Hoy ya he despotricado bastante con lo del lobo (y en realidad sólo repito lo mismo: si hacen falta controles háganse, pero que no nos vendan motos sobre estimaciones basadas en las quejas de los pastores) aunque no lo suficiente contra ¿nuestros? políticos, por cierto los mismos año tras año y con las mismas recetas que ya saben que no funcionan.

El próximo día más sobre la relación entre los agricultores y pastores y la Naturaleza de Asturies. 

sábado, 28 de julio de 2012

No es lobo todo lo que reluce


A menudo una imagen vale más que mil palabras. 
Estos días fue noticia en la prensa que los pastores exigían la erradicación del lobo en el Parque Nacional de Picos de Europa, otros advertían que los daños no estaban siendo pagados, etc.
Con todo el respeto a una profesión extraordinariamente dura como la del ganadero, la del pastor, la de cualquiera que trabaje en el campo, a menudo la línea entre las exigencias y la realidad es muy curiosa.

En la foto se ve un mastín leonés, perro pastor de un rebaño de ovejas en la raya con Somiedo. Perro pastor  junto con otros ocho perros (y un pastor humano). Perros pastores que defienden el ganado día y noche. De noche ellos solos.

En la majada donde este mastín y sus compañeros de guardia se comieron este xato, ayudados por los buitres cuando no había mastines cerca, (por el crotal procedente de Somiedo), había otra novilla más mordida en las patas traseras. "Por los lobos" nos dijo el pastor humano.
Yo no ví ningún lobo, pero los mastines iban por turno a comer de xato muerto, y por turno a echarle un vistazo a la novilla, sospecho que a ver si palmaba o había que rematarla.

Los daños al dueño de las vacas no se los pagará nadie, porque estaban en León, y la vaca era asturiana, y además lo daños serán (sin duda) achacados a cánidos indeterminados lo que para el ganadero asturiano será  como decirle "fue el lobo pero no te lo vamos a pagar". Aunque ahí queda la imagen. Tengo más, pero mi conexión veraniega no da para más que una de cada vez y para testimonio sobra.



Por cierto que el pastor de ovejas afirmaba con rotundidad varias cosas interesantes:
1) Que a él no le faltaban las ovejas gracias a los mastines (lo que era evidente)
2) Que cada vez había más lobos (aunque no los había visto, cada vez había más vacas muertas en el monte)
3) Que a los lobos los soltaban "los de los Parques" ¿¿¿¡¡¡¡!!!!???? 

Una situación verdaderamente curiosa.

jueves, 5 de julio de 2012

Otro planeta

Sin salir de la península hay muchos planetas, muchos mundos, tantos ecosistemas que resulta dificil de destacar entre tanta variedad. Suelo decir que soy más de pueblo que las bellotas que llevan boina, y a menudo cuando salgo de Asturies tengo esa sensación. En algunos lugares esa sensación se multiplica por la avalancha de diferencias.
En la costa de Huelva, todo parecen diferencias, pero hay dos que impactan mis sentidos: una es el calor, la otra la facilidad con la que en pleno verano y desde la misma playa veo especies que en Asturies resultan lejanas o casi rarezas. Digo veo, porque fotografiar es harina de otro costal.
Va una muestra de sensaciones.

Un charrancito (Sterna albifrons) descansa en la playa de Ayamonte rodeado de turistas que también le ignoran.


Los pesqueros entran al atardecer en el Puerto de Isla Cristina. Apenas hay gaviotas a su alrededor. Además son todos arrastreros, con un mismo modelo de barco con el puente muy adelantado en proa. Y aún a la orilla del mar y casi las diez de la noche, a 28º C.

miércoles, 27 de junio de 2012

Engañar para vivir


Mentir es una importante herramienta para la supervivencia en los seres humanos. En una especie social como la nuestra, la mentira es un fundamento del mantenimiento del grupo. Mentimos consciente e inconscientemente y nuestras mentiras pueden resultar extraordinariamente sofisticadas e incluso necesariamente aceptadas como en la aplicación de los eufemismos.

Pero en la naturaleza no hay mentiras, hay engaños, distracciones, disfraces. Son mentiras necesarias para sobrevivir.
Creo que se podrían agrupar en dos grandes conjuntos: disfraces y camuflajes. Ambos son caras de la misma moneda y ejemplos extraordinarios de la evolución. En el caso del camuflaje el proceso suele producirse por una coevolución del organismo en función del medio físico en el que vive. Evidentemente no es un proceso voluntario, simplemente la mayor o menor supervivencia de cada individuo determina si el camuflaje es suficientemente eficaz. Poniendo un ejemplo negativo: en Asturies no hay saltamontes rojos porque no hay plantas rojas, si aparecen son una señal luminosa para sus depredadores, así que se extinguen antes de poder dejar estirpe.

En el disfraz el juego puede ser tan complejo o más aún. Puede haber disfraces para cazar o no ser cazado  o ambos (un tipo de camuflaje como los insectos palo, o más sofisticados como los camaleones), para atraer (las orquídeas que se disfrazan de escarabajos para atraer a sus polinizadores) o disfraces para parecerse a otro. Puedes parecerte a algo que pase desapercibido (y volvemos al camuflaje) o al contrario puedes hacerte extraordinariamente visible. Visible pero muy parecido a algo con lo que no quieras encontrarte.

En la naturaleza, hacerse muy visible suele significar que eres muy peligroso, que mejor no te acerques, que tienes algo, un veneno generalmente que disuade al resto de atacarte, comerte o ambas cosas.
Así que el disfraz perfecto, o al menos el que más me impresiona, es aquella obra de arte en la que una especie inofensiva se hace parecida de una manera a veces burda, y otras muy detallada, a otra especie peligrosa y reconocible.
En las plantas el parecido suele ser de toda la planta. En los animales el código de colores es la forma más habitual en la que esto ocurre.
De entre ellos, en verano, es frecuente encontrar diversas especies de insectos totalmente inofensivos que muestran un código de colores que les hace parecer peligrosos: amarillo y negro.
Se muestran así "a pecho descubierto" mostrando las señales de advertencia de avispas, abejas, abejorros y otros, pero careciendo de sus armas químicas.
Como ejemplo dos especies de dípteros posados sobre plantas contiguas, que provocaron la alarma escandalosa pero totalmente infundada de mis dos retoños, ambos muy sensibilizados con el tema tras una amarga experiencia el verano pasado en la que intervinieron (en un orden previsible) un palo, dos niños y un avispero. Ahora odian los dibujos de la simpática "Abeja Maya" mientras van descubriendo lentamente los vericuetos de la coevolución.  


Diseño naranja y negro con una clara semejanza a las típicas avispas (Vespa germanica). pero los ojos grandes y unidos, las mínimas antenas y tener sólo un par de alas la delatan. 

Un diseño en amarillo y negro y unas mismas características que la delatan como mosca

martes, 12 de junio de 2012

Ocelados

En la entrada anterior comenté que había visto lagartos ocelados (Timon lepida) entre las hayas cerca de Ciñera. La verdad es que, como el ocelado resulta un espectáculo poco frecuente en Asturies, aunque lo hay en la cuenca del Navia y está citado en Somiedo, disfruté de lo lindo con el espectáculo. 

Y es que dos machos de esta especie de lagarto, la mayor de la península, estuvieron unos momentos luchando entre ellos, en un tipo de refriega con momentos muy intensos y otros en los que parecía detenerse el tiempo. Hubo varios lances, todos con la misma estrategia: coger al adversario por la cabeza y aplastársela.
No entendí muy bien cual fue la razón por la que uno venció y el otro huyó a una velocidad impensable para un reptil, pero lo cierto es que hubo un claro vencedor porque se quedó con la piedra, la cueva y la chica (lagarta ella, apenas pude verla y mucho menos hacerle una foto).

Es una lástima que la maleza no me permitiese fotos más nítidas, pero la naturaleza es lo que tiene. En cualquier caso me gustan más que las de un terrario.





Dejo una pequeña secuencia de los agarres (aquellas en las que se ve sin tantas ramas) y una foto del vencedor (que a mi me parecía del mismo tamaño y porte que el otro, pero que se ve que no).


Si alguien se anima a visitar esa zona en un día soleado, seguro que observa los lagartos al borde mismo del camino.

martes, 5 de junio de 2012

Faedo: el ecotono



Este fin de semana me salí de mis límites habituales de actividad y como en Asturies daban mal tiempo (o nublado al menos) y en León no, pues dimos un paseo por Ciñera de Gordón, dentro de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga.
Estando como está tan cerca me llevé varias sorpresas.

La principal fue la ruta del Faedo de Ciñera. Mini-ruta, muy adecuada para ir con niños y que puede acabar en un mini - hayedo, localizado ya bastante al sur en la Cordillera.

La ruta, sin desniveles en el tramo inicial, puede hacerse bastante más larga, llegando por un camino bien señalizado hasta Valprquero, unos trece kilómetros. Pero con niños el tramo hasta el faedo es más que de sobra, y si lo atraviesas y pasas la mini - foz de Villar, pues entonces haces una excursión muy sencilla y completa.


Las sorpresas aumentan por la geología de la zona, absolutamente espectacular, en la alternancia de calizas y pizarras que van dando forma a los valles y a las laderas, pero también a la flora. Espectacular aunque con un punto de desazón, el tamaño de la escombrera que dejamos a la derecha del camino, testigo de la enorme mina a cielo abierto que se esconde tras el pueblo de Santa Lucía, allí mismo, y que en la foto es la la ladera justo frente al camino.

Es también muy interesante la disposición de la vegetación, distribuida claramente en función de la orientación de la ladera.

Ladera orientada al sur (solana) cubierta de encinas en la parte más elevada, donde el suelo es prácticamente esquelético y no retiene fácilmente la humedad lo que no permite el asentamiento de muchas especies y favorece a las esclerófilas.

Al bajar por la ladera, los derrubios que forman un abanico torrencial, permiten la formación de un suelo algo más potente y el asentamiento de especies como el rebollo (Quercus pyrenaica)
















Justo la ladera opuesta, de umbría, acoge un bosque de hayas, reducido por las podas y la escasez de suelo (que lo hacen retorcido), pero acomodado en un ambiente mucho más húmedo, que permite la presencia de especies claramente atlánticas, lo que da lugar a un extraordinario contraste y diversidad de especies en un espacio muy reducido: por poner un ejemplo, no conozco muchos sitios donde la proximidad de ambos entorno permita que los lagartos ocelados (típicamente mediterráneos) correteen entre las hayas.

Es decir todo el valle es un ecotono, un mundo de transición y frontera mestiza donde se desborda la biodiversidad por proximidad de hábitats diferenciados
.


Después de atravesar el pequeño bosque, llegamos a la foz de Villar, muy pequeña, que hasta hace pocos años era salvada por un puente de palos y cuerdas que ha sido sustituido por una pasarela muy cómoda, pero que nos permite acceder con facilidad a esta singularidad geológica, tallada en calizas y que corta perpendicularmente los estratos.

La última sorpresa que he reservado para el final, aunque esta´junto al camino en medio del pequeño "Faedo", es este haya, al que se le ha llamado "Fagus" (como  a la especie Fagus syvatica) y del que se dice que tiene 500 o más años.
No sé si alcanza o supera esa edad, pero sí es evidentemente un ejemplar único, grueso en su base (mucho) y con una estructura en candelabro que me recuerda mucho a ejemplares de Redes donde se les cortaba las ramas dándoles un aspecto adehesado a los árboles y al entorno, aprovechándolos pero sin destruirlos por completo.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...