Siempre les asocio al Sueve. Pero entre Belmonte y Grao en el cordal que recorre el Camín Real de la Mesa, hay varias pequeñas manadas de asturcones.
Pelirrojos de crin y cola. Negros de pelaje.
Muy tranquilos, se dejan acercar...hasta cierto punto.
La pequeña manada que fotografié, estaba pasada la Venta de Porcabezas (qué por cierto en Google Maps aparece como restaurante¡¡¡????), en una collada del Camín de la Mesa desde donde se veía el valle del Pigüeña, Aguasmestas a lo lejos y el pueblo de Montovo debajo.
Eran unos doce caballos: un macho que se acercó a investigar y se mantuvo todo el tiempo cerca con apariencia indiferente pero sin quitarme ojo, siete yeguas adultas y cuatro potros grandecitos. Tal vez había más, pero no los localicé.
También había un par de caballos que no eran asturcones: más grandes, uno blanco y el otro roxo. Curiosamente estaba allí, pero no participaron de los movimientos del total de la manada.
Cumplieron con todos los pasos previsibles en caballos en semi libertad y en un lugar donde probablemente se paseen los lobos: primero se avisaron con relinchos cortos y bufidos, fueron asomando todos, se agruparon las hembras y las crías, se adelantó el macho y se mantuvo visible mientras permanecí cerca, poco a poco se fueron relajando y empezaron de nuevo a pastar, pero juntos.
Solo cuando ya me alejaba pude observar que se dispersaban nuevamente.
Sospecho que esa estructura de manada laxa permite mantenerse a distancias prudentes que favorezcan un mayor aprovechamiento de los recursos y aumentar el radio de vigilancia, y a la vez a distancias que permitan un agrupamiento rápido pues la estrategia normal de los depredadores será aislar a un individuo del conjunto y coordinar entonces el acoso.
Os dejo una imágenes de los integrantes de la manada y os animo a visitarla, es un paseo suave desde las praderías de Dolia hasta Porcabezas por el Camín de la Mesa y muy agradecido en vistas y fauna.
Pelirrojos de crin y cola. Negros de pelaje.
Muy tranquilos, se dejan acercar...hasta cierto punto.
La pequeña manada que fotografié, estaba pasada la Venta de Porcabezas (qué por cierto en Google Maps aparece como restaurante¡¡¡????), en una collada del Camín de la Mesa desde donde se veía el valle del Pigüeña, Aguasmestas a lo lejos y el pueblo de Montovo debajo.
Eran unos doce caballos: un macho que se acercó a investigar y se mantuvo todo el tiempo cerca con apariencia indiferente pero sin quitarme ojo, siete yeguas adultas y cuatro potros grandecitos. Tal vez había más, pero no los localicé.
También había un par de caballos que no eran asturcones: más grandes, uno blanco y el otro roxo. Curiosamente estaba allí, pero no participaron de los movimientos del total de la manada.
Cumplieron con todos los pasos previsibles en caballos en semi libertad y en un lugar donde probablemente se paseen los lobos: primero se avisaron con relinchos cortos y bufidos, fueron asomando todos, se agruparon las hembras y las crías, se adelantó el macho y se mantuvo visible mientras permanecí cerca, poco a poco se fueron relajando y empezaron de nuevo a pastar, pero juntos.
Solo cuando ya me alejaba pude observar que se dispersaban nuevamente.
Sospecho que esa estructura de manada laxa permite mantenerse a distancias prudentes que favorezcan un mayor aprovechamiento de los recursos y aumentar el radio de vigilancia, y a la vez a distancias que permitan un agrupamiento rápido pues la estrategia normal de los depredadores será aislar a un individuo del conjunto y coordinar entonces el acoso.
Os dejo una imágenes de los integrantes de la manada y os animo a visitarla, es un paseo suave desde las praderías de Dolia hasta Porcabezas por el Camín de la Mesa y muy agradecido en vistas y fauna.
Alimentándose de las flores de Ulex |
Hay poca vegetación arbórea. Son todo praderías para el ganado y zonas más o menos matorralizadas en altura. En la foto se observan cierres, espineras y fresnos. |
Agrupados, pero poco |
Que belleza, ademas autoctonos , y libres en nuestra querida tierra, ojala los depredadores de dos patas sepamos como conservarlos .
ResponderEliminarPreciosos Alberto, sean del Sueve o de Belmonte, el caso es que siga habiendolos en Asturias.
Un Saludo.