martes, 4 de septiembre de 2012

Pisapraos por Picos

Nunca he sido montañero, más bien un pisapraos, y lógicamente con los años y las obligaciones familiares o sociales o laborales, pues menos aún. Así que con esa lógica de pisapraos me fui, no solo, a recorrer praos en el entorno de Picos de Europa. Ya hacía más de diez años que no subía por el teleférico de Fuente Dé, y de hecho la última vez ni siquiera había usado el teleférico, pero ahora en agosto, a casi 30 º y con casi 15 kilos más encima, decidí que para subir los Tornos de Liordes no era el momento e hice la ruta que lleva del teleférico, rodeando Peña Vieja, pasando por el Chalet real, y los pastizales de Áliva, hacia Igüedri y Espinama.

Antes se bajaba rápido a Espina y después había que llegar al coche en Fuente Dé andando por la carrtera otra hora u hora y media.

Ahora han marcado una senda por dentro del bosque que es absolutamente espectacular desde el punto de vista de la observación de series de vegetación, variaciones dentro del bosque dependiendo de la ladera, suelo, humedad, etc. pero que es un sube y baja traicionero que no acaba nunca.

el calor desmesurado, una neblina extraña y el humo de un incendio dieron al traste con los cielos azules del principio de la mañana, pero como ya casi salimos al mediodía porque la cola del teleférico rondaba los 1.500 cuando me toco subir, pues no se puede pedir más.

Cuando te alejas de la marabunta del teleférico y decides olvidarte de que la pista que pisas es nueva (aunque digan que es un camino de origen minero, es mentira que ninguna pista por donde suben todoterrenos, atravesase el pedreru de peña Vieja), respiras hondo y disfrutas de chovas amaestradas y paisajes agostados, pero Picos sigue siendo Picos y con un par de ráfagas de aire que asustó a las familias y levantó campamentos improvisados, pude disfrutar un rato de la sensación imponente del Macizo oriental. de los paredones de Peña Vieja, de las morrenas de la Llomba'l Toru.... y renovar promesas de volver cuando hay que volver.   
 
La próxima vez en octubre y madrugando.


Teleférico de Fuente Dé


Pasado el collado estos son los paredones de Peña Vieja


Chalet real, Puertos de Áliva y el macizo de Andara.

 Peña Vieja con humo por detrás. No lleva ningún filtro, era el color del humo y coincide con los días del incendio del sur de León, pero me parece demasiado lejos para la humareda que había.

El color del día ya quedó anaranjado y aún más pesado. En la foto morrenas de origen glaciar (en primer plano lateral y en frente la Llomba del Toru, una morrena central con bloque errático incluido.

viernes, 31 de agosto de 2012

¡Encima de lobo, pone la cama!

Sigo incrédulo ante mi propia capacidad de asombro. De veras que yo creía que estaba agotada, o al menos seriamente afectada, pero en esta parodia de la vida que son nuestros políticos asturianos (y el resto), siempre hay lugar para un nuevo y mayor salto mortal con tirabuzón.
No contentos con la prevaricación de matar lobos dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, ahora matan a aquellos lobos ¡QUE ELLOS MISMOS HAN RADIOMARCADO PARA SU SEGUIMIENTO Y ESTUDIO!
Creo que no merece la pena más comentarios. Adjunto la nota de prensa que los grupos ambientales asturianos.

Los grupos ecologistas y animalistas asturianos denuncian que uno de los dos lobos abatidos el pasado día 21 de agosto en la zona de Cabrales- Tresviso por el Consorcio Interautonómico del Parque Nacional de los Picos de Europa, del que es Presidenta la actual Consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias, era el ejemplar apodado “MARLEY” y portaba, de hecho, al momento de su muerte, el collar GPS-GSM que le fue colocado el día 29 de octubre de 2011, siendo cachorro, por técnicos contratados por el Parque Nacional para realizar el estudio de seguimiento de cánidos en el Parque Nacional, hecho este que ha sido deliberadamente silenciado por la Consejera de Agroganadería, Mª Jesús Álvarez González, quien, si bien declaró a la prensa la muerte de los dos ejemplares de Lobo, no hizo mención alguna al extremo referido de que uno de ellos era objeto de estudio científico.

            La Dirección del Parque Nacional de los Picos de Europa informó al Patronato que, a fecha 24 de julio de 2012 el dispositivo había recepcionado 5.054 datos y añadió que “continúa emitiendo”. Fueron necesarias 52 jornadas nocturnas para poder proceder al radiomarcaje del ejemplar matado por el propio Parque Nacional, y algunos ejemplares de otras especies perecieron en la trampa de captura.

Según informes oficiales, sobre la base de contratos subrogados que se cargan al capítulo VI de inversiones, la administración del Parque Nacional abonó en 2011 la cantidad de 149.914,84 euros a la empresa TRAGSA para que realizara el estudio “Seguimiento de manejo de fauna en el Parque Nacional de los Picos de Europa 2010-2012”. A su vez, se abonó a la mercantil “A.RE.NA, S.L.” la cantidad de 125.000,00 euros (que se suman a los 114.464,72 euros abonados en 2010) por la realización de la asistencia técnica denominada “Seguimiento de las Poblaciones de cánidos en el Parque Nacional de los Picos de Europa”, cantidades a las que se han de sumar las de 55.189,90 euros por el estudio específico denominado “Asistencia Técnica para la captura en condiciones de seguridad controlada, el radiomarcaje y el seguimiento satelital de lobos” abonada en 2010, y la de 59.062,50 euros abonada en el mismo concepto en 2011.

El resultado de la resolución administrativa de 2 de agosto de 2012 que ordena matar a seis ejemplares de Lobo en el Parque Nacional impugnada por varias asociaciones, no solo ha acabado con la vida de dos ejemplares de lobo hasta el momento, sino con el esfuerzo económico que ha supuesto el estudio científico y con el rigor científico de los resultados que pudieran haberse obtenido del mismo.

Las asociaciones quieren denunciar además que este es un hecho que demuestra que los controles de población de lobos se realizan disparando al primer ejemplar que se presenta, por personal no especializado, sin proceder a la averiguación del sexo, edad y otras características que deben tenerse en cuenta en cuanto a la estructuración de las manadas y posteriores consecuencias en el incremento de los daños al ganado. Y puesto que la Dirección del Parque Nacional no tiene en consideración los datos y conclusiones que ofrecen los estudios científicos, que desaconsejan la realización de controles lobos porque, dicen, no tienen ningún efecto sobre el número de daños al ganado, y que incluso pueden tener el efecto contrario, se da el caso de que el programa de monitoreo de ejemplares de lobo sirve únicamente para facilitar la labor de matarlos, y no para obtener datos sobre su comportamiento y campeo para su mejor gestión.

Foto de "Marley" abatida.

lunes, 20 de agosto de 2012

Evolución del paisaje


Leyendo y releyendo las opiniones  acerca de la función e importancia de ganaderos y agricultores no dejo de estar completamente de acuerdo en la función que los mismos han tenido y aún tienen en la estructura  actual del paisaje de Asturies. Toda Asturies ha sido moldeada por ellos. Cada valle, cada mortera, cada collada, cada monte tiene dueño, nombre e historia.
Pero eso no quiere decir que el futuro ha de ser igual. De hecho no puede ser igual. Hay un problema de fondo en la interpretación de la evolución del paisaje de Asturies, de su paisaje evidentemente humanizado.
La interpretación de la evolución del paisaje se hace como si fuese la evolución de una población biológica: se habla de adaptaciones, de interacción con otras especies, se habla de uso de los recursos del medio, etc. Un lenguaje evolucionista que ajusta muy bien a las explicaciones que se buscan en las que el resultado final es, en principio, beneficioso para la biodiversidad, los habitantes, el paisaje…. en fin, un auténtico Edén.
Pero en evolución, a pesar del uso de los términos, la base principal del proceso no son las poblaciones si no los individuos, y la explicación de la evolución del paisaje de Asturies es también una cuestión de individuos. De hecho, todo depende de aquello que beneficie no a las poblaciones, no a los pueblos, no a la diversidad, si no a los individuos, lo que beneficie a la supervivencia de los individuos.
Por eso se explica la roturación y la quema, la eliminación de especies competidoras o la caza y pesca sin detenerse en el agotamiento de los recursos. Porque en realidad no son las poblaciones sino el individuo el que busca su supervivencia a costa de lo que sea.
Eso explica también que ante el aumento de la población en el siglo XIX, los recursos del medio se exprimiesen hasta el extremo, porque las normas de la comunidad cambian por las necesidades del individuo y los equilibrios también cambian.
En la estructura actual hay ciertas actuaciones que no son necesariamente válidas. No creo que sea necesario el extermino de especies para el mantenimiento de la actividad ganadera. Las quemas incontroladas, preferentemente de áreas repobladas, no se sostienen para un modo de cultivo y manejo ganadero modernos, pero tampoco tirar los purines en cualquier parte (generalmente cerca del río), abandonar todo tipo de enseres en cualquier lugar del monte o considerar que las normas no rigen para los habitantes del campo igual que para el resto a la hora de cortar, quemar, rozar, atravesar, cazar, etc.
En todo caso el mundo rural (el mundo en general) ha cambiado y los equilibrios del mismo también, de manera que las estructuras existentes quizá no deban seguir los pasos de antes.
Apenas a cinco kilómetros unas huellas de oso indicaban el cambio de paisaje. Lo ganadero cambio el paisaje, lo moldea, lo mantiene, lo define y delimita, convierte a lo salvaje en una reserva.
La vista es hacia Cangas del Narcea desde el límite con Tineo 


Durante siglos “lo manso” dominó Asturies, se expandió y la cambió. Tal vez sea el momento de reequilibrar, de que lo “bravo” adquiera un mayor protagonismo en un mundo que necesita espacios “salvajes” para subsistir.  
Cuidado, con las mismas siempre ha abogado por un esfuerzo suplementario de la sociedad para mejorar todo lo posible las condiciones de vida de la gente del campo, especialmente de los habitantes de los espacios naturales protegidos. Porque “lo manso” sigue siendo parte integrante de nuestra cultura y paisaje, pero las formas de transformación ya no son las mismas y sus métodos y objetivos  tampoco, de forma que la supervivencia del individuo no puede condicionar “incondicionalmente” la conservación de un medio que se dirige hacia un equilibrio distinto.

miércoles, 15 de agosto de 2012

El lobo agropolitano


Estas semanas se revuelve la polémica entorno al lobo en varios foros, principalmente en la prensa (en La Nueva España concretamente que son expertos en polémicas medioambientales) y como respuesta interesada aparecen firmas opinando de forma coordinada para con toda probabilidad crear una situación de opinión favorable a las más que previsibles medidas contra el lobo que aprobará el Gobiernín asturiano.
Estas respuestas las dan en prensa Jaime Izquierdo, Tom Fernández (¿?),  y la consejera de Medio Rural que además está en esta ocasión encargada de la protección a la biodiversidad.
Esto último es verdaderamente alucinante, porque aunque serái una situación lógica que medio rural y conservación de la Naturaleza fuesen de la mano, lo cierto es que es algo así como poner el zorro a cuidar del gallinero: se busca a toda costa el voto del medio rural, o al menos el impacto mediático que representa cuidar del Medio rural.
Pero es una impostura por una razón evidente y que ya he esgrimido en mucha ocasiones: no hay estudio o estudio fiables sobre los cuales realizar estimaciones de población lobera, de los daños causados, de la presencia o ausencia de perros asilvestrados (o no asilvestrados como los mastines que se comieron la xata de mi última entrada).
Así que finalmente la mera acusación desata una respuesta destructiva que es además un caso claro de prevaricación, es decir de incumplimiento de la ley a sabiendas, porque la misma ley que se esgrime a la hora de los controles lobunos, obliga a la administración a un estudio y seguimiento de las poblaciones para que las medidas sean “proporcionales”, palabro que no dice nada y que significará la imagen de lobos muertos como respuesta interesada a la gestión actual de los rebaños en Asturies.
Y ahí encaja la respuesta en prensa sobre una idea que se nos trata de vender de manera machacona desde hace años: la idea del pastor o el agricultor como  “jardineros del paisaje” (sic.) una expresión de gran fuerza y nulo contenido que acude a la idea de que la Naturaleza de Asturias no existiría si no fuese por la labor desinteresada del ser humano que ha tratado a toda costa de dejar su entorno mejor  de lo que lo encontró.
Esto se puede vender desde el punto de vista de la contraposición entre pastores y quesos versus lobos, o desde el punto de vista de la contraposición entre “lo manso y lo bravo”.

Tal vez sea que los lobos le dan más miedo a los políticos que a Caperucita y por descontado es más fácil echarle la culpa al lobo que confesar la absoluta inoperancia e incompetencia para evitar la sangría del campo.

Hoy ya he despotricado bastante con lo del lobo (y en realidad sólo repito lo mismo: si hacen falta controles háganse, pero que no nos vendan motos sobre estimaciones basadas en las quejas de los pastores) aunque no lo suficiente contra ¿nuestros? políticos, por cierto los mismos año tras año y con las mismas recetas que ya saben que no funcionan.

El próximo día más sobre la relación entre los agricultores y pastores y la Naturaleza de Asturies. 

sábado, 28 de julio de 2012

No es lobo todo lo que reluce


A menudo una imagen vale más que mil palabras. 
Estos días fue noticia en la prensa que los pastores exigían la erradicación del lobo en el Parque Nacional de Picos de Europa, otros advertían que los daños no estaban siendo pagados, etc.
Con todo el respeto a una profesión extraordinariamente dura como la del ganadero, la del pastor, la de cualquiera que trabaje en el campo, a menudo la línea entre las exigencias y la realidad es muy curiosa.

En la foto se ve un mastín leonés, perro pastor de un rebaño de ovejas en la raya con Somiedo. Perro pastor  junto con otros ocho perros (y un pastor humano). Perros pastores que defienden el ganado día y noche. De noche ellos solos.

En la majada donde este mastín y sus compañeros de guardia se comieron este xato, ayudados por los buitres cuando no había mastines cerca, (por el crotal procedente de Somiedo), había otra novilla más mordida en las patas traseras. "Por los lobos" nos dijo el pastor humano.
Yo no ví ningún lobo, pero los mastines iban por turno a comer de xato muerto, y por turno a echarle un vistazo a la novilla, sospecho que a ver si palmaba o había que rematarla.

Los daños al dueño de las vacas no se los pagará nadie, porque estaban en León, y la vaca era asturiana, y además lo daños serán (sin duda) achacados a cánidos indeterminados lo que para el ganadero asturiano será  como decirle "fue el lobo pero no te lo vamos a pagar". Aunque ahí queda la imagen. Tengo más, pero mi conexión veraniega no da para más que una de cada vez y para testimonio sobra.



Por cierto que el pastor de ovejas afirmaba con rotundidad varias cosas interesantes:
1) Que a él no le faltaban las ovejas gracias a los mastines (lo que era evidente)
2) Que cada vez había más lobos (aunque no los había visto, cada vez había más vacas muertas en el monte)
3) Que a los lobos los soltaban "los de los Parques" ¿¿¿¡¡¡¡!!!!???? 

Una situación verdaderamente curiosa.

jueves, 5 de julio de 2012

Otro planeta

Sin salir de la península hay muchos planetas, muchos mundos, tantos ecosistemas que resulta dificil de destacar entre tanta variedad. Suelo decir que soy más de pueblo que las bellotas que llevan boina, y a menudo cuando salgo de Asturies tengo esa sensación. En algunos lugares esa sensación se multiplica por la avalancha de diferencias.
En la costa de Huelva, todo parecen diferencias, pero hay dos que impactan mis sentidos: una es el calor, la otra la facilidad con la que en pleno verano y desde la misma playa veo especies que en Asturies resultan lejanas o casi rarezas. Digo veo, porque fotografiar es harina de otro costal.
Va una muestra de sensaciones.

Un charrancito (Sterna albifrons) descansa en la playa de Ayamonte rodeado de turistas que también le ignoran.


Los pesqueros entran al atardecer en el Puerto de Isla Cristina. Apenas hay gaviotas a su alrededor. Además son todos arrastreros, con un mismo modelo de barco con el puente muy adelantado en proa. Y aún a la orilla del mar y casi las diez de la noche, a 28º C.

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