Entre el viento, el cansancio acumulado, los corredores y sobre todo los perros azuzados por estúpidos irresponsables que lanzan a sus canes sin correa contra los pobres pájaros para grabar sus ladridos y salpicaduras con su móvil…. estos pequeños correlimos no tardaron en darse cuenta de que si no había más limícolas en la playa de Salinas, no era por falta de comida o de espacio, era porque no les dejaban en paz.
Solo eran siete, y en media hora se vieron forzados a levantar el vuelo en cinco ocasiones, cuatro de ellas por el mismo perro, con el mismo dueño. La otra porque en la moda "runner", a algunos les ha dado por correr ocupando el máximo de playa posible, en fila desde la orilla del agua hacia el muro…. y así no hay quien se quede quieto.
Las fotos son lo que pudieron ser a contraluz, a pulso (no me esperaba los pajaritos) y sentado en la arena quietecito hasta que pasaron dando carreritas por delante. Además las dos primeras están muy recortadas.
Pero para ilustrar el paso por Salinas supongo que serán suficiente.
Con el 300 la Isla la Deva parece al alcance de la mano. |
Atardeciendo y a contraluz |
Contraluz |
No hay comentarios:
Publicar un comentario