En este mundo donde consumo de información avanza a una velocidad anormal, donde se mezclan noticias con apuntes y no se le da el mismo valor a una vida que a otra y solo lo sensiblero llega a ocupar un tiempo (breve) en la memoria, el caso del fraude de Volkwagen ya casi ha pasado de moda y ha caído en el olvido, o ha quedado como un mero asunto económico, o de puestos de trabajo en peligro, cuando en realidad tiene una carga social y sobre todo ambiental de un calado y consecuencias que va a ser difícil de cuantificar.
Volkswagen ha dañado mucho más que su imagen.
Ha dañado en lo más profundo el sentido y la razón por la que se promulgan leyes contra la contaminación o de control de la misma.
Ha olvidado premeditadamente el valor del medio ambiente y la salud, el valor de la naturaleza como única casa común, y todo por un beneficio inmediato, por mera codicia. Por dinero contante y sonante. Mintiendo y burlándose de aquello que además publicitaba como empresa sostenible y "verde".
Y eso cala hasta el tuétano en la mentira de la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. Porque en el fondo a poco que se "rasca", la realidad es que cualquier planteamiento ambiental hace aguas en el momento que la economía toma posiciones. Y como se ha visto, nada se pone por delante de un euro o de un dólar
Y Asturias ¿qué tiene que ver con ello?
Bueno con Volkswagen nada, creo. Con el engaño continuado y constante... bastante, me temo.
Asturies es una mentira continua en su planteamiento ambiental. Un Paraíso Natural solo de fachada, que cumple solo para la foto.
La contaminación descarada y continuada, tergiversando los datos de las estaciones de medida, los vertidos a rías, ríos y mares, la normativa ambiental sobre minas, la normativa de recogida de residuos, las directivas de aguas.... cualquier medida de protección medioambiental es reducida a escombros solo con mencionar el empleo, la deslocalización, o los beneficios económicos.
Y es continuo: si hay un vertido a la ría de Avilés por parte de ARCELOR, nunca se toman medidas sancionadoras, por si acaso no invierte. Si nubes de contaminación se arrastran sobre las principales ciudades asturianas, no hay culpables y la culpa es del viento, no vaya a ser que se vayan a China. Si una empresa se plantea abrir una cantera o una mina en un Parque Natural, dice las palabras mágicas "empleo" o "puestos de trabajo" se autoriza o cambia la normativa, si los madereros o ENCE piden en nombre de los beneficios una aumento de la superficie de eucaliptales, pues se cambia el plan forestal a 50 años vista, sobre el turismo por el que se acepta cualquier arbitrariedad y acción por destructiva que sea, ya ni hablemos, .... y así sucesivamente.
Nada se libra de un planteamiento sobre medio ambiente en el que prima la economía sobre cualquier otro planteamiento y donde el beneficio inmediato impide trabajar en un verdadero futuro ambientalmente sostenible.
Ni la gestión de residuos, ni la gestión de especies protegidas, ni la calidad de aguas o aire, ni la gestión de espacios protegidos, ... nada.
En el momento en que aparece un posible beneficio, la mente se nubla y se toman decisiones guiadas solo por la codicia. (Léase beneficios monetarios o codicia política en forma de votos futuribles como el caso del descontrol de propuestas sobre lobos, salmones, limpieza de cauces o cualquier otro en que un colectivo con poder mediático pueda dar juego electoral)
Y si eso ocurre en la gestión pública de la protección de la tierra que pisamos, el aire que respiramos o el agua que ha de quedar a nuestros hijos ... ¿qué podemos esperar de los gestores de una empresa cuya única misión es obtener beneficios?
Pues eso, que la conciencia medioambiental queda para la publicidad de coches en paisajes impolutos como los del Paraíso Natural.
No entiendo como Volkswagen no hace su próxima campaña publicitaria verde en un "bosque" de eucaliptos asturiano.
No entiendo como Volkswagen no hace su próxima campaña publicitaria verde en un "bosque" de eucaliptos asturiano.
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