El título de la entrada es una verdad irrefutable. Las setas pueden ser un manjar, pero también están entre las especies más venenosas de las que podemos ingerir.
Mi abuela asturiana nunca distinguió entre setas comestibles y no comestibles: todas son sin excepción "pan de culiebra".
En cambio en Cantabria, al menos en el entorno de Reinosa, los mejores setales, su localización exacta, eran tan codiciados, que alguno de mis tíos se llevó el secreto a la tumba: no se lo contó ni a sus propios hijos.
Esa dualidad, ha marcado siempre mi relación con las setas, por un lado me dan respeto y por otro lado me atraen y trato de aprender cuales son comestibles y cuales no, pequeños trucos de reconocimiento, sutiles diferencias de textura, de tono, de olor. Pero siempre tengo la sensación al comerlas, de estar en un restaurante japonés comiendo pez "fugu".
Este fin de semana intenté aprender algo más sobre los boletus. No encontramos muchos, y la mayor parte estaban muy pasados. Además de los pinícola y de los edulis, no había ni rastro: la afición a las setas ha crecido mucho y hay cada vez más ojos escudriñando el monte.
Pero tuve oportunidad de una lección práctica sobre diferenciación de especies y sobre asegurarse de la identificación. Fiarse de la memoria es estupendo, pero fiarse de las guías, lo es mucho más.
Así que aprendí a diferenciar el Boletus regius, del Boletus satanas (del cual se puede deducir por el nombre, que muy majo no es)
Para los expertos, y para los que veais las fotos y las explicaciones, las diferencias os parecerán tan abrumadoras y evidentes que os parecerá un tanto innecesaria la explicación.
Pero la verdad es que en el monte un boletus es un boletus, y el satanas acabó en la cesta tan tranquilamente. Solo en la ronda de reconocimiento previa al asalto culinario (doble ronda para ser sinceros) "saltó" la evidencia de la metedura de pata.
Y se me ocurrió que podía ser un buen tema para una entrada.
Se ve a la legua la diferencia: se observa que el color rojo del pie y de la "esponja" (el himenio) en el satanas y amarillo el pie y la "esponja" (himenio) en el regius.
Se ve a la legua ahora.
Se ve a la legua la diferencia: se observa que el color rojo del pie y de la "esponja" (el himenio) en el satanas y amarillo el pie y la "esponja" (himenio) en el regius.
Se ve a la legua ahora.
Boletus regius un buen comestible muy escaso en la zona norte, según todas las guías. |
Boletus satanas, uno de los pocos hongos con "aspecto" de boletus que es verdaderamente tóxico |
Y aquí las diferencias de pie y de la base del sombrero (himenio). |
Y aquí también se aprecian las diferencias, y además se observa que le B. satanas azulea al roce, mientras que el B. regius, no. |
Para los que os gusten las setas, feliz otoño.
Para los que no os gusten, feliz otoño también y animaros a que las probéis (o no).
Hola Alberto,
ResponderEliminarmi hijo Pablo, de pequeño, Bautizó una especie, el "Boletus azulea", porque yo de mano desechaba todos los que coloreaban al roce para evitar confusiones....y no olvides nunca mi receta gastronómica "Setas al Tanatorio, ¡están de muerte!" que enlaza con el título de tu aportación.....
Saludos
Viti
Hola Viti
Eliminar¡Es una receta que siempre tengo muy presente!
¡Y más me vale!
Por lo pronto los míos ya no van con un palo destruyendo por sistema toda seta que se ponga por delante, pero prefieren que las coma yo ;)
Saludos
Alberto