Cuando cambiamos de estación y esta comienza a manifestarse de forma evidente, hay algunos momentos que se repiten inevitablemente, pero que por muchas veces que se vivan o se escuchen o se saborean, nunca pierden emoción ni belleza.
Ha sido la berrea, es el cambio de color, los atardeceres tempranos, los amaneceres helados, la abundancia de setas y bellotas, las nieblas los vientos del sur, las lluvias que reverdecen los montes justo cuando las hojas caen...
Llega el otoño. Tal vez la más bella y efímera de las estaciones, nunca igual y siempre el mismo paso y prueba para cada ser vivo.
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Berrea al amanecer en los montes de Ayer. Lejos, casi en la oscuridad braman y braman |
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Al amanecer los tonos dorados del bosque anuncian cambios |
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Colores incipientes en las hayas |
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Reflejos rojizos. Un bosque cansado. |
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Los fresnos pierden antes las hojas |
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Y las setas salen entre la hojarasca recién caída |
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