jueves, 28 de enero de 2010

Localismos

A menudo en la gestión del patrimonio, sea natural, etnográfico, cultural...se confunde la importancia global con la sentimental o la local.

Cada uno, evidentemente, defiende lo que mejor conoce y lo considera lo mejor, lo principal, aquello que jamás debe perderse.

Normalmente es necesario establecer un criterio independiente que ponga las cosas en su sitio, alguien que nos recuerde que aunque el dibujo que me hizo mi niño a los tres años tiene una indudable carga emocional, objetivamente primero habría que proteger un Goya.


En la protección del patrimonio natural o etnográfico o cultural en Asturias, ocurre además que se añade la carga de: como es mío lo protejo yo si quiero y si no lo destruyo. Esta situación es curiosamente popular entre nuestros políticos locales, y nuestros alcaldes o alcaldillos suelen entender que el patrimonio de su pueblo es un cortijo en el que pueden hacer y deshacer a su antojo y además influir en ámbitos de mayor entidad, es decir en las decisiones de sus partidos a nivel autonómico.

Y éstos, se dejan.

Hórreos en Moal. Cangas del Narcea.
Como resultado por cuestiones personales o locales, por situaciones de amiguismo o de enfrentamiento, por mantener el "control" de ese ámbito local la gestión de un patrimonio que les excede en su valor pasa a ser moneda de cambio político local.


Puede consultarse este caso para el nombramiento de alguno de los directores de Parques Naturles en Asturias como el último en Somiedo o la destitución (vergonzosa como mínimo en las formas) de Pepe el Ferreiru como director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime.


Mientras dependamos de caprichos personales por encima del valor general de aquello que queremos conservar, anulando o apartando a aquellos que conocen, defienden y trabajan con pasión, no exenta de seriedad, formación y criterio, el patrimonio natural, etnográfico, cultural de Asturias, su conservación será imposible.


Haxa salú.

lunes, 25 de enero de 2010

Saliencia mon amour

De entre todos los valles y montañas de Somiedo hay uno al que le tengo un profundo apego. Tal vez porque fue el primero al que me acerqué, tal vez porque gracias a Roberto, el anterior gestor del Albergue del pueblo de Saliencia, pude pasar largos días de montaña, y descubrimiento por las brañas los lagos, las montañas.

Durante 10 años fuimos cuatro o cinco días con entre 30 y 60 chavales de 16 a 18 años, en dos tandas, a realizar actividades de educación ambiental, en jornadas de campo que resultaron alguna de las experiencias más gratificantes de mi vida.

Hoy Roberto ya no dirige el Albergue, las actividades de educación ambiental en el campo han dejado de interesar a los estamentos educativos y prefieren actividades de educación sin salir del aula para no correr ¿riesgos?, así que ya sólo voy a Saliencia a disfrutar de la sensación de seguir perteneciendo al mundo vivo.

Últimamente además casi prefiero verlo desde arriba, viendo sólo los tejados, apartándome de la destrucción generalizada del patrimonio de unos pueblos que apenas sobreviven al empuje del exterior.
Porque con tal de mantener los equilibrios personales se autorizan actividades, construcciones, actuaciones que, como mínimo en apariencia, chocan de frente con los valores que sirvieron de ejemplo para nuestro trabajo con los alumnos durante tantos años.
Sirva de ejemplo el impacto que supone la construcción de una macrocuadra a la entrada del mismo pueblo de Saliencia, el mismo al que nunca soterraron los cables, y al que acaban de dar la puntilla como ejemplo de ordenación anárquica y destrucción de valores etnográficos.
Ya no serán sólo las cubiertas de uralita ahora nos recibirá un rascacielos ganadero, cuyos purines seguirán sin solución como todos los de Asturias.
En fin, Reserva de la Biosfera, sostenibilidad, educación ambiental, conservación de los valores naturales, integración del hombre y la naturaleza...justo aquello que buscábamos en Saliencia.

jueves, 21 de enero de 2010

Conciliación


Pocos días antes del último temporal de nieve y frío, pude disfrutar de un día de montaña, en compañía de un puñado de muy buenos amigos.

Por circunstancias, vamos por la ventisca, no pudimos realizar la excursión con raquetas que planeábamos entorno al Puertu Ventana y nos fuimos a S. L.laurienzu aprovechando que había menos nubes a hacer una pequeña excursión por las brañas de la zona.

Al puerto se accede por una carretera recientemente mejorada y desde el alto iniciando el paseo por el Camín Real de la Mesa se puede acceder a brañas como L.lamaral.lil o Tuiza, ambas en el concejo de Teberga y que aún mantienen construcciones de enorme interés etnográfico como corros o cabanas de teito.



Una de las estaquillas que marcan la futura pista entre acebos (Ilex aquifolium) de gran tamaño.
El concejo de Teberga está integrado en el Parque Natural de las Ubiñas - La Mesa, entre cuyos objetivos están tanto la conservación de paisajes, ecosistemas y especies como el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de los habitantes del mismo.

Entre esas mejoras llevan años realizándose actuaciones, probablemente fundamentales para el desarrollo de la ganadería de montaña, como es la construcción de pistas agrícolas para el acceso rodado a las mismas.

A la braña de L.lamaral.lil se llega desde hace menos de dos años por una pista nueva que atraviesa una acebeda (protegida por legislación) y una zona osera de la mejor calidad.

Esa pista parte de la braña de Tuiza a la que se accede directamente desde la carretera que viene de San Martín de Teberga.

Pero en el paseo que hicimos, pudimos observar que desde el alto de San L.laurienzu, se habían colocado estaquitas coloreadas marcando el recorrido de una pista de próxima construcción que llegaría a L.lamaral.lil y cerraría el circuito.

Puedo aceptar la construcción de alguna de las pistas hechas en los últimos años, aunque la proliferación de las mismas no ha parado de degradar de forma casi irreversible las montañas de Asturies.

Pero esta futura pista es un ejemplo de falta de sentido y necesidad. A la braña ya llega una pista, el territorio se supone protegido, la pista atravesará bosquetes de acebos de enorme valor y fraccionará aún más el hábitat ya demasiado transformado de estos puertos. ¿Con qué sentido? ¿Con qué argumentos? ¿Reconstruir la braña con fines de segunda residencia como otras brañas de la zona?


















Es imprescindible recordar la necesidad de establecer prioridades en la ordenación de un territorio, máxime cuando se declara "protegido", lo que además de un título honorífico y una etiqueta con fines turísticos conlleva una responsabilidad adquirida con rango de ley.

Es imprescindible recordar el significado de la palabra "conciliación" para reestablecer el papel del desarrollo en zonas de alto valor ecológico: eso que se ha dado tanto en llamar desarrollo sostenible, sin recordar que el desarrollo, si sólo tiene en cuenta al hombre, es insostenible.

martes, 19 de enero de 2010

Un paseo por la Ría de la Villa con frío.

Durante el fin de semana del 9 - 10 de enero las bajas temperaturas, la nieve y el hielo se hicieron presentes hasta en las playas de Asturies.

Esta circunstancia no es especialmente anómala, suele ser de corta duración y viene acompañada de una entrada de aire frío y multitud de aves que habitualmente invernan en latitudes más norteñas, Francia principalmente.

La mayoría, en número, de estas aves pertenencen a dos especies; la avefría europea (Vanellus vanellus) y el chorlito dorado (Pluvialis apricaria) .



Ninguna de estas especies es rara en Asturies, al menos en su zona costera, rasas y rías, pero cuando éstas circunstancias climáticas concurren, el número de individuos aumenta de forma espectacular y se pueden ver sobrevlando prácticamente cualquier punto de la costa y los campos de alrededor.



En estos casos a la llegada de este contingente de aves traidas por las condiciones climáticas adversas se le da el nombre de fugas de tempero.



En esta ocasión las avefrías eran especialmente abundantes en las zonas de rasa costera, en praderas y porreos, pero mucho menos en las arenas o fangos de la ría como en otras ocasiones.
Visitamos Misiegu y el porreo más cercano a La Villa. En Misiegu apenas observamos nada más que garcetas (una muerta y dos vivas), unos 20 a 25 ánades reales nadando en la lámina de agua cercana a la isla del Bornizal y algunos chorlitejos.

Por el camino desde el coche multitud de avefrías, chorlitos dorados y cerca de Sebrayu un alcaraván.


Y en la zona del porréu al menos 6 garcetas, una garza real, multitud de avefrías, varias decenas de cercetas comunes y una veintena de patos cuchara, además de una pareja de tarros blancos.

También era notoria las bandadas de pequeños pájaros como pinzones y lavanderas picoteando entre las algas de Misiegu. Alguna de estas lavanderas eran de color muy oscuro, probablemente procedentes de Gran Bretaña.

sábado, 9 de enero de 2010

Un vistazo a Zeluán (Avilés)

Hoy voy a hacer una entrada de circunstancias.

Hay nieve, frío, seguramente unas fotos en el mundo absolutamente espectaculares...pero mi única escapada posible ha sido de una hora a Zeluán.

Monumento Natural según la legislación asturiana, pero dejado de la mano de Dios y del Puerto según la realidad.

En los últimos tres años ha perdido gracias al dragado de la Ría de Avilés, las últimas plantas de marisma que acogía, que haya visto hoy quedan tres matas de Halimonie portulacoides y para de contar (quizá alguna Salicornia pero no he querido acercarme mucho para no espantar a los pájaros)

Hoy con el frío y el granizo había algunas especies de estas que sin ser espectaculares sí son muy interesantes:
por un lado continúa el aumento de entradas de patos en Zeluán. Nada extraordinario, pero sí curioso. Al menos siete parejas de azulones, una pareja de patos cuchara y una serreta mediana.

Esa sí que me ha emocionado. No la había visto nunca en Zeluán.

Y limícolas: agujas, unos zarapitos trinadores, vuelvepiedras, correlimos y cuatro ostreros. Tampoco nada especial supongo, pero me han alegrado el día.

Y por supuesto cormoranes grandes, alguna garceta y cientos de gaviotas reidoras, varias gaviotas patiamarillas y sombrías y alguna otra que no pude llegar a identificar.

Lástima que Zeluán sea tan difícil hacerles fotos decentes.






Un saludo desde el interior de la botella.
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