domingo, 25 de marzo de 2012

Invasoras II. Margarita africana.



Probablemente a la mayor parte de las personas a las que les preguntemos, le parecerá una planta bastante bonita, incluso agradecerán su presencia en lugares que popularmente no tienen más interés que el lúdico como son arenales, dunas, incluso aparcamientos o escombreras.
Pero está claro, que es precisamente en esas áreas dunares, en los arenales, donde la flora es más especializada, donde la supervivencia en un medio hostil ha modelado una serie de adaptaciones que favorecen la presencia de especies endémicas, es donde es más peligrosa la presencia de una especie cuya capacidad de expansión es enorme y cuyo único talón de Aquiles pueden ser las heladas, que no se van a dar casi nunca en la costa.


Procedente de Sudáfrica, la Arctotheca calendula, la margarita africana está incluida en el Catálogo de Especies Invasoras Estatal y también se trata de erradicar en Asturies. Pero con bastante poca fortuna.

Las imágenes están tomadas en los alrededores del camping de Rodiles, en la Ría de Villaviciosa, un foco de expansión de especies invasoras, tanto desde las especies ornamentales plantadas en las fincas y el camping, como desde el aparcamiento "ecológico" de la zona.
Se han establecido distintas fases de erradicación de invasoras en la Reserva de Villaviciosa, especialmente del Carprobotus (la uña de gato) y también de la margarita africana. Pero no ha habido mucho éxito con esta última, que ya está creciendo de nuevo en Misiego.

Los mayores problemas para la erradicación son su gran resistencia, al pisoteo, a la salinidad, a los suelos arenosos,una gran competitividad, con estolones que llegan a cubrir áreas a su alrededor de casi 20 metros cuadrados, y por supuesto sus semillas: pueden transportarse por el viento o por animales, producen enormes cantidades de las mismas, y además pueden resistir hasta siete u ocho años esperando a condiciones favorables para germinar.


Es evidente que se trata de una especie peligrosa que compite en condiciones ventajosas con las especies autóctonas, desplazándolas y reemplazándolas en muchas ocasiones.

lunes, 19 de marzo de 2012

Refrán ornitológico


Cuenta mi abuela, que mantiene una saludable memoria a sus noventa y tantos años, largas historias de la época de su niñez y juventud, muchas pequeñas adivinanzas y algunas perlas de sabiduría en forma de refranes, la mayoría referidos al tiempo atmosférico como el de "Cuando marzu mayea, mayu marzea", que todavía me recordó varias veces las pasadas semanas.

Pero estos días paseando por un parque público, viendo la actividad pajareril me vino a la cabeza otro de los que cuenta habitualmente:

En Marzu niarzu

Abril güeveril

En Mayu glayu

En Xuno plumo

Por San Xuan esnalarán

Y n’ agosto si te he visto non te conozco


Es evidente que no se corresponde con los modelos reproductivos de todas las especies de pájaros, pero se ajusta bastante bien a los típicos de la campiña asturiana: veraninos, raitanes, panaderas, pegas, glayos....

Así que estamos en Marzo, es el momento de buscar el nido.

martes, 13 de marzo de 2012

El retorno del mueyu


Extinta por la mano del hombre, la cabra montés, el mueyu, habitó en Asturies hasta la década de 1890, hace ya más de 120 años. Hace unos 20, comenzaron a reintroducirse cabras montesas de las subespecie victoriae, la propia del Sistema Central y una de las dos subespecies de cabra hispánica que han sobrevivido, en León, en Riaño y en Los Ancares.


Réplica de una cabeza de cabra montés tallada en hueso de ciervo y hallada en la cueva de Tito Bustillo, lo que nos habla de la antigüedad de la presencia de la cabra montés en Asturies. Parque de la Prehistoria de Teverga.Justificar a ambos lados

Ahora en apenas dos días dos concejos: Llanes y Llaviana, quieren ser el lugar de reintroducción de cabra hispánica en su territorio con evidentes fines cinegéticos.

Aparte del fracaso de la reintroducción de esta especie en los alrededores del Dobra en las época de las alegres reintroducciones de ciervos y gamos con diferentes resultados (los "dorados" 50 del pasado siglo), hay algo en estas prisas que me "atufa". Tal vez las promesas electorales, tal vez la competencia, quizá lo cuestionable de la reintroducción.

El Macizo del Cornión desde Ponga, probablemente los últimos lugares donde habitó el mueyu, y quizá el más lógico para una posible reubicación de cabra montés en Asturies.

Cuando digo cuestionable lo digo en sentido estricto. Me cuestiona, me provoca dudas, preguntas...
¿Ya hay estudios que lo avalen? ¿Hay viabilidad económica para el proceso? ¿Será público o privado? ¿Y la gestión posterior? (Porque es un negocio, no lo olvidemos, vuelve la cabra para ser cazada, cobrando por los trofeos) ¿No habrá ya sobre saturación de lugares con cabras para cazar? Una reintroducción de este tipo requiere un proyecto a largo plazo, para obtener trofeos igual hacen falta 10 años ¿Quién asumirá hasta entonces una especie que compite directamente con el ganado, que es transmisora de epizootias como la sarna en Cazorla, que es una especie que va a atraer depredadores?
¿Se añadirá su control al trabajo de los cada vez menos motivados guardas forestales?
¿Será una reintroducción en un cercado como nos venden ahora con el Rewilding Europe?

Mi propia idea es que no es posible pensar en reintroducir una especie teniendo la cortedad de miras de un solo concejo. Sería necesario valorar en primer lugar la idoneidad del hábitat (probablemente idóneo si se trata de cazarlas con más comodidad que en los contrafuertes del Dobra donde no se reitroducirá porque en un Parque Nacional supuestamente no se puede cazar). Valorar a su vez las probables interacciones con otros herbívoros como corzos, ciervos, rebecos y ganado doméstico. Valorar la más que probable expansión hacia otras áreas y su impacto (Laviana limita con Redes, así que incluirlo en el estudio sería lógico). Valorar también la curiosa coincidencia de varias especies de herbívoros sin control natural por carnívoros como el lobo, pues seguro que la presencia de la cabra sería otra razón a esgrimir para el "control de cánidos" (o sea para matarlos a todos).
Demasiados estudios. Demasiado caros. Demasiado esfuerzo.
Creo que podría seguir añadiendo dudas pero dejo que le surjan a otros. En todo caso tengo claro que no habrá dudas para reintroducir las cabras: se sacará el tema de los puestos de trabajo que generará (¿?) y a correr.
Aunque también habrá quien piense que más nos valdría gestionar correctamente lo que nos queda en mano y dejarnos de cabras o bisontes europeos volando.

sábado, 10 de marzo de 2012

Retratar al viento




A veces me pongo estupendo y trato de hacer cosas inverosímiles. Una de ellas es, por ejemplo, fotografiar el viento. Ya sé que parecen olas del mar. Olas del mar desde la barra de San Esteban. Pero la verdad es que yo buscaba una foto del viento.

lunes, 5 de marzo de 2012

La braña de los ablanos

La braña de Campizos está apenas a media hora de Castru, en el antiguo camino Real que unía la Pola de Somiedo, y el puerto, con Belmonte, salvando las angosturas de la zona de La Malva a más de un centenar de metros por encima del río.
Es una braña ganada a pulso a la montaña creando los pastizales en terrazas, desarraigando las encinas, formando lindes con ablanos (avellanos). Hace años también tenía cultivos, después sólo pastos (y los que quedaban por encima de la braña fueron poco a poco abandonados como atestigua la recolonización por encinas), y ahora unas pocas praderas bien cuidadas y atendidas todo el año por venados y rebecos.
Una solitaria cabana de teito y tres o cuatro cuadras es lo que queda en pie mientras se van desmoronando los muros que formaron los bancales.
Ahora es un encantador bosque de ablanos, que van esparciéndose más allá de los linderos, de las sebes, y van actuando como colonizadores.


Ahora, a finales de invierno, los ablanos están en flor, y los amentos masculinos colgantes adornan los árboles desnudos.
Los ciervos se encargan de mantener la actividad todo el año.

Las sebes que rodean cada pequeña parcela de pradera, están formadas por espineras, salgueras y sobre todo avellanos. También hay algún acebo, algún haya y también algún roble.
Es lógico el uso de avellanos, según la tradición en Somiedo ahuyentan a las víboras, y la ladera soleada de la braña es un buen lugar para los reptiles. Por supuesto los muchos otros usos de la madera de los avellanos son una explicación añadida: mangos, varas, paredes, etc.

Es una hermosa braña, con unas vistas espectaculares, y los avellanos la hacen aún más interesante cuando el resto de los árboles aún esperan la primavera.
A lo lejos se ve el pueblo de Las Viñas, en una ladera tan empinada que parece a punto de caer en el desfiladero, por encima de La Riera.
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