viernes, 18 de diciembre de 2009

De cormoranes, abuelas y caracoles de Quimper

Aquí a la botella donde continúo mi navegación solitaria por la red, llegan estupendas noticias sobre la capacidad de la administración asturiana para plegarse a presiones de colectivos interesados en mantenerse y eregirse como garantes de la conservación de nuestra naturaleza para perpetuar sus intereses sin tener en cuenta ni los datos científicos ni la lógica.

Se van a sacrificar los cormoranes (Phalacrocorax carbo) de los ríos asturianos hasta en un 20% nominal, muchos más si se tiene en cuenta que sólo se contabilizan los recogidos, no los abatidos, sin que exista un respaldo científico mínimo para esta medida. Ni por alimentación, ni por densidad, ni por cantidad puede justificarse la matanza. Sólo para satisfacer la demanda de las asociaciones de pescadores que no encuentran en su actuación, número de licencias, número de capturas, etc., ningún motivo de reflexión, pero tienen claro que son los cormoranes los que hacen desaparecer el salmón , la trucha o la anguila.

Este problema no dejaría de ser casi anecdótico si no fuese por la macabra repetición de actuaciones de este calado llevadas a cabo por nuestra administración medioambiental en los últimos años. Eliminación de camadas de lobos, de adultos, legislaciones que amparan caza indiscriminada, otros descartes de cormoranes... y todo ello amparado en un nulo respaldo científico.

Lo de la ciencia tiene cierta miga. Para poder establecer políticas de conservación de la naturaleza, o de su aprovechamiento racional, que tampoco está mal, se requiere conocimiento, pero no de cualquier tipo, si no conocimiento científico que avale la necesidad o no de una actuación de una legislación, de una conservación....

Mi abuela vive en una pequeña aldea casi deshabitada de Llangréu. Tiene 90 años lúcidamente llevados y una enorme capacidad de aprendizaje y adaptación.

Como casi todo el que ha vivido años del campo, lleva desde que tengo uso de razón, reutilizando y reciclando todo lo que puede resultar útil y haciendo cosas sencillas que mejoran su entorno.

Tiene una pequeña huerta que aún trata de cultivar y una plaga que trata de hacerla desistir: los caracoles. Podría utilizar alguno de los múltiples venenos para gasterópodos que hay en el mercado, pero hace algo más inteligente: recoge lo caracoles que encuentra en una lata, los machaca un poco para quebrar el caparazón y se los ofrece como alimento a sus gallinas que prácticamente enloquecen con el manjar. Resultado: beneficio para todos.

Pero hace unos años cuando comencé en serio a interesarme por la fauna que me rodeaba, descubrí asombrado que en la huerta de mi abuela hay caracoles comunes (Helix aspersa, Cepaena nemoralis), y además Caracol de Quimper (Elona quimperiana) gasterópodo protegido por la legislación europea y cuyas poblaciones sin ser florecientes, no son extrañas en Asturias. Pero está protegido.

Mi abuela aprendió a reconocer a ese tipo de caracol y dejó de recogerlo para sus gallinas. No le tiene especial aprecio pero entendió que se trataba de una especie escasa con una protección específica y que tampoco resultaba tan peligrosa su presencia para su pequeña huerta.


La colonia de caracol de Quimper no parece haber crecido en los últimos años, pero tampoco ha disminuido y sigue resultando dificil de ver, pero siempre se localiza alguno.


Mi abuela ha sido capaz a su edad de reconocer la importancia de los datos científicos, aplicar esos conocimientos y actuar en consecuencia. A eso se llama educación ambiental.


Si se aplicase la educación ambiental al caso del cormorán, se valorasen los conocimientos científicos, se buscasen soluciones alternativas y se actuase en consecuencia, seguro que no sería necesaria la matanza (o sí, pero con algún criterio).


Pero evidentemente, en primer lugar sería necesaria una inversión importante en investigación básica, en conocimiento de la dinámica fluvial de los ríos asturianos (sin intereses creados a priori), de la dinámica poblacional del ecosistema fluvial, de las características y necesidades de las distintas poblaciones interactuantes, etc.


Quizá a partir de dicho conocimiento básico pudiésemos tomar decisiones racionales y no viscerales.


Mientras tanto os ofrezco un imagen del caracol de Quimper para que, al reconocerlo, también podáis respetarlo y protegerlo. Como siempre sin conocimiento no hay conservación ni decisión posible.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Problemas en el Paraíso

Cualquier noticia que afecta al Parque Natural de Somiedo levanta polvaredas impensables en otros concejos o territorios de Asturias.

Esto, lejos de ser un problema, debería ser un motivo de orgullo para somedanos y resto de asturianos. Es un territorio que nos importa, nos preocupa. Ya tuvo demasiado tiempo de olvido y abandono. Es un territorio especial, único, emblemático que además es un punto caliente del conservacionismo, la investigación, la gestión sostenible de un territorio, la gestión agraria, el turismo rural y por supuesto la política.

Por esa razón las opiniones pueden ser tergiversadas, buscado el doble sentido, y olvidar la causa y sensatez necesarias para reflexionar sobre el camino por el que conducimos no sólo a Somiedo si no a todos los espacios protegidos de Asturias.
Por empezar por algún sitio me gustaría aportar una opinión muy discutida pero básica para la correcta comprensión del resto de opiniones.

Somiedo, el resto de espacios naturales de Asturias o del resto del mundo, no pertenece a los somedanos, no al menos hasta el punto de poder decidir de modo indiscutible e infalible la absoluta gestión del territorio.

Sólo por el hecho de ser territorio MAB (Reserva de la Biosfera) ya es patrimonio mundial.

Sólo por que sea mi casa yo no puedo actuar de cualquier modo.

El problema está en que la gestión territorial se realiza pensando en los presupuestos del año que viene, o como mucho en las legislaturas municipales o autonómicas, como se dice en llano "el que venga detrás que arree".

Se anuncia que en el próximo PGO de Somiedo se van a poder construir 200 nuevas viviendas en la Pola. Y no podrán construirse viviendas no tradicionales en el resto de núcleos de población.

¡200 viviendas nuevas! Cualquiera que lo lea se dará cuenta de la desmesura de los planes teniendo en cuenta el volumen de población total del concejo: unos 1.500 vecinos censado (o menos) y apeas 900 residentes durante el año completo.

¡Caben casi todos en las nuevas viviendas!

Los planes de desarrollo urbanístico ya han sido demoledores en los últimos años. Bloques de viviendas en Pola de Somiedo, un centro de interpretación y servicios construido de nueva planta y que arrasó los modos tradicionales del concejo, las construcciones nuevas (y los nuevos polígonos industriales) sobre suelos de vega. Edificios nuevos en pueblos cuyas viviendas de siempre se caen a pedazos (chalets transplantados de Somió).

Otras barbaridades son del estilo de la nueva macro cuadra que se ha levantado en Saliencia con una volumetría cuando menos impactante, o la construcción a toda costa de un puente nuevo y acondicionamiento de un terreno nuevo, a costa de todos los asturianos, para dar servicio a la planta embotelladora de aguas que es de capital privado.

La construcción, perdón, adecuación de la pista desde Saliencia a la Farrapona con asfaltado perfecto pero sin ninguna de las modificaciones propuestas para mejorar la seguridad, ni siquiera aquellas finalmente aprobadas en el plan de obra y ejecución.

Todo esto tendrá todos los permisos, pero no tiene sensatez.


Mientras tanto los planes de investigación se abandonan, el cacareado Centro de Investigación de la Cordillera Cantábrica, creado para el CSIC, no recibe ni un euro de los presupuestos nacionales, por lo que ni la Universidad de Oviedo tiene ya lugar de trabajo en el Parque ni otros van a realizar labores permanentes como se anunció que se realizarían.

Se plantean obras un poco extravagantes como sendas para discapacitados que parece tendrán vistas a los polígonos industriales y a la planta de lombricultura.

Miles de euros que mejor se aportaban a evitar la acumulación de cucho en los pueblos, los vertidos de purines a los ríos (véase la pista la Pornacal, veremos la macro cuadra donde lleva los residuos si se ha construido junto al río), a hacer funcionar depuradoras que llevan años paradas, etc.

Seguro que es posible pensar más despacio sobre este y muchos temas más.

Bueno seguiremos con este tema desde mi botella

Saludos a quien la descorche


Hola
Me presentaré rápidamente. Me llamo Alberto López, soy novato en esto de los blogs, tanto que aún no he podido publicar nada y ya llevo escrita esta presentación tres veces.

Esto del blog me resulta extraño y divertido a la vez. Es algo así como lanzar un mensaje en una botella y esperar no sólo a que alguien la encuentre entre el oleaje de páginas y blogs de la red, si no que además alguien la abra y le interese su contenido.

Como mínimo sería sorprendente.

Como no tengo ningún interés real en ser leído, o para no ser tan cínico, (porque si no no escribiría) como no tengo ningún interés real en lo que opinen otros sobre lo que escribo, este mensaje en la botella es totalmente libre.

Soy (y no lo escribiré en orden de importancia) biólogo, naturalista, fotógrafo aficionado, "pisapraos", padre de dos niños pequeños, profesor de secundaria, educador ambiental, lector, internauta aficionado, y muchas otras cosas que no vienen al caso y que seguramente a nadie importen.

Soy además representante de asociaciones ecologistas en la Junta del Parque Natural de Somiedo, un título honorífico supongo, porque tanto para el Parque como para las asociaciones ecologistas esto es más bien irrelevante.

Pero para mi blog sí será relevante, puesto que en realidad a partir de esta entrada, todas las demás serán acerca de la Naturaleza de Asturias o en todo caso trataré de que tengan conexión con ese tema.

Como comienzo es suficiente.


Seguiremos hablando desde dentro de la botella.
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