miércoles, 29 de febrero de 2012

29 Febrero

La verdad es que me hacía ilusión escribir una entrada un 29 de febrero sabiendo que al menos en cuatro años no podré volver hacerlo con la misma fecha.
Además los ánades reales están ya tan primaverales, emparejados, peleándose por territorios y hembras que no puedo evitar mostrar algunos de los que navegan por el río Raíces.

Por cierto, soy yo ¿o el crecimiento de la población de estas aves ha sido exponencial?.
Siempre fueron los patos más abundantes pero hoy por hoy son abrumadoramente abundantes prácticamente en cada charca, cauce y recodo de nuestras aguas dulces y salobres.





martes, 21 de febrero de 2012

El paseo a ninguna parte

Pensaba (erróneamente como podré demostrar a continuación) que la archifamosa crisis iba a terminar con el despilfarro y la huida hacia adelante que se estaba produciendo en muchos de los espacios naturales de Asturias.
Esperaba que se racionalizasen los gastos y se volviese a lo fundamental: la protección, el conocimiento y la mejora de la calidad de vida de su habitantes siempre cumpliendo con las dos primeras condiciones. Es evidente mi error.

Paseando por la Pola de Somiéu llegué a un sorprendente nuevo puente sobre el arroyo que baja de Valle de Lago.


Ese puente conecta (supuestamente) en forma de pasarela, el "centro" de la Pola con el resto de la senda "adaptada" que recorre más de un kilómetro en dirección a la Malva, paralelo a la carretera pero pegada a la ladera. Es en realidad una reforma de una antigua pista y un camino a ninguna parte.
Reconozco que al menos en el caso de Somiedo esta senda va a servir como "Senda del Colesterol" o paseo para los habitantes de la Pola que van a poder pasear más cómodamente sin tener que hacerlo por la carretera. Pero poco más.
La historia de hacer sendas adaptadas, pasarelas de madera de 600 metros o de un kilómetro en Muniellos o Les Bedules, en Ponga, pueden verse como una apertura a aquellas personas que requieren silla de ruedas para desplazarse. Puede ser, pero en realidad creo que es negarles la posibilidad de conocer otros lugares que no sean aquellos que paternalmente ponemos a su disposición.
Mucho más económico y realista sería dotar al centro de visitantes con sillas "todoterreno" que existir existen y las hay en lugares tan poco adaptados como el Parque Nacional de Garajonay o el del Teide en Canarias. Esa sería una opción más viable que las construcción de faraónicas pasarelas que sin el mantenimiento adecuado durarán dos inviernos.

(Foto tomada de la edición en internet de La Opinión)
Y no quiero meterme en el tema de como está "terminada" la senda porque no está inagurada y ya tiene baches.

Lo cierto es que en épocas de crisis como esta, este tipo de inversión es pan para hoy y hambre para mañana, y más nos valdría relanzar Somiedo como lo que es una Reserva de la Biosfera donde hombre y Naturaleza conviven en armonía, y donde hace falta mucha más inversión en el estudio de los impactos del turismo en la conservación, mucha más inversión en la investigación de las muchas riquezas aún desconocidas del Parque, en el mantenimiento de un patrimonio etnográfico que desaparece día a día y que parece que solo se reonocerá su importancia cuando ya no quede un teito en pie.
Y Somiedo no es nada si no es en su totalidad, si no hay una senda trazada a alguna parte.

PD. Con este vaivén político, la gestión de los espacios naturales en Asturies es una quimera, y es evidente que no hay un plan de futuro para ninguno de los espacios protegidos que debería gestionar el Principado. De Picos ya he comentado, Ponga está desaparecido y abandonado, Redes y Somiedo ninguneados por colores políticos adversos en la actual coyuntura, Fuentes sin rumbo se dedica a pedir nuevas pistas de esquí...

Como sólo sabe decir Forges: ¡¡¡País!!!

sábado, 18 de febrero de 2012

¡Cómo todo sea igual!

Que la gestión del Parque Nacional de Picos de Europa se ha quedado en un reparto de dinero a cara de perro entre las tres autonomías que lo forman, y un mero ejercicio de control de alimañas, por parte de la guardería (un tio abuelo fue alimañero en Cantabria y recuerdo las historias, así que lo que hacía y lo que hace la guardería tengo claro que es lo mismo: cobrar por abatir de la forma que sea aquellas especies que la Junta de Especies Dañinas declare como tales) ya lo tenía claro.

Que lo que se publica en los periódicos respecto a cualquier tema, pero especialmente en lo dedicado a naturaleza y medio ambiente, no tiene ni pies ni cabeza y que cualquiera puede decir lo que le viene en gana sin control ninguno, también lo tenía claro.

Que los controles de especies de cualquier tipo se hacen por hacer y que no hay estudio científico que los avale, también lo sabía.

Pero que lo publiquen todo a la vez en un periódico, es la primera vez (o ta vez no) que me pasa.

http://www.lne.es/oriente/2012/02/18/parque-abatio-lobos-42-jabalies-26-ciervos-picos-ano-pasado/1200949.html


Leyendo la noticia sólo me quedan dudas. La mayores dudas son las de siempre ¿en función de qué informes científicos se realizan estos controles?
Si los urogallos que hay están en Valdeón, ¿por qué matan los ciervos en Cantabria? ¿No será que lo del urogallo es un cuento? (la protección digo, no la existencia).
Si hay unos 230 ciervos y matas 24 ¿Cómo has eliminado el veinte por ciento?
¿Por qué matan dos lobos? ¿porqué no los matan a todos? Total sólo es un Parque Nacional.
¿Por qué no dejan o favorecen que sean los depredadores los que contribuyan a disminuir la presión sobre los urogallos?
¿Será que matan ciervos para dejar los cadáveres a los quebrantahuesos?
En todo caso ¡¿Alguien se hace todas estas preguntas?! ¿Quién o qué pone criterios?

¡¿Hay alguien ahí?! ....

lunes, 13 de febrero de 2012

Corzos en Llanes

Este fin de semana en la rasa costera de Llanes ví más corzos (corciu, Capreolus capreolus) que en cualquier paseo por los bosques de la Cordillera. Supongo que allí la presión de depredadores será menor, y la competencia se ciñe al ganado, pero lo cierto es que ví un corcino depredado, completamente devorado por dentro y con marcas de dientes en el cuello.
No acerté con el depredador. Parecía que había huellas de perro, pero eran pequeñas y el suelo estaba muy duro, así que podían ser de zorro.

Las únicas seguras eran de tejón (Meles meles), con esa pinta de oso pequeño que tienen.

Después paseando casi al anochecer, en las praderas que bordean los pueblos y los acantilados llegué a observar un total de nueve corzos más. Seis en un grupo mixto de machos y hembras, y otros tres (hembras) que estaban por libre. Los machos ya se distinguen muy bien por los cuernos que ya les han crecido, aunque están cubiertos de borra.
Como se puede observar saltan un seto con el mar al lado.




Un lugar curioso para la observación de fauna, pero que resulta mucho más abundante de lo esperado por la concentración humana que soporta.

sábado, 4 de febrero de 2012

Invasoras 1: Plumero de las Pampas

Probablemente la primera vez que vi uno de los Plumeros de las Pampas (Cortaderia selloana) fuese como un adorno en un jarrón grande. Aunque quizá fuese más como un adorno exótico en un jardín.
Una planta grande, resistente, extraordinariamente vistosa, con unas inflorescencias propias de las gramíneas (los plumeros) que se elevan hasta varios metros. Requiere apenas cuidados, tal vez una poda para que no crezca en exceso y poco más.

Hoy en día su visión se ha hecho absolutamente común, no para de invadir nuevos espacios y es probablemente uno de las especies invasoras de más difícil erradicación y mayor expansión de las últimas décadas. Pero sólo está descrita desde 1969 en la Península Ibérica como naturalizada.

En todo caso no invade cualquier lugar, tiene preferencia por lugares recientemente removidos donde su gran velocidad de crecimiento representa una ventaja competitiva apreciable respecto al resto de especies vegetales. Después, una vez asentada es francamente complicada su erradicación.

En Asturies (y en toda la Cornisa Cantábrica) la mayor parte de las poblaciones existentes podemos relacionarlas con la jardinería y sobre todo con las obras públicas. Cada vez que se ha removido tierra por obra pública en Asturies, se ha conseguido implantar una nueva o mejorada población de esta invasora.

Las medianas de las nuevas autopistas, los taludes y desmontes en cualquiera de las obras de las mismas se ven de inmediato invadidas y ocupadas, y como en el momento no se hace nada después ya no hay quien pueda con ellas.

Tal vez los casos más sangrantes se han dado y se siguen dando en espacios protegidos o que deberían estar protegidos. En Castrillón, las dunas de L'Espartal estuvieron libres de plumeros hasta que se instalaron las pasarelas que las recorren: coincidiendo con su instalación aparecieron los plumeros justo en el borde de las pasarelas. En este caso no fue solo remover la tierra o arena, influye la falta de limpieza de la maquinaria utilizada que va llevando semillas de un lado a otro (a pesar de que en los pliegos de condiciones para la adjudicación de estas obras en espacios protegidos se suele incluir una limpieza de las maquinarias para evitar estos problemas, en la práctica nadie lo comprueba, y una vez finalizada la obra a nadie parece importarle que se hagan cargo del estropicio.
Otro espacio actualmente irreconocible por la proliferación de la invasión es el cauce del río Raíces, especialmente entre Salinas y Piedras Blancas, justo donde se realizó la intervención por parte de la Confederación Hidrográfica para "mejora del cauce" y evitar inundaciones.

Hoy por hoy la vegetación de ribera está siendo desplazada y la zona de aliseda pantanosa (de interés a nivel europeo) acabará transformada por la enorme presión de los plumeros (y otras invasoras).

Un desastre evitable provocado por la incompetencia de los responsables del mantenimiento de nuestro patrimonio natural y que a día de hoy a nadie parece importar.

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