miércoles, 12 de diciembre de 2018

Las fábulas de Osomedio: "El osu y el selfie"

En junio de 2015 escribí la primera fábula de Osomedio en la que describía el mundo ideal de un concejo cualquiera de la Cordillera Cantábrica, en el que se ha conseguido un ejemplo de conservación de la naturaleza en muchos aspectos pero que sufre las tensiones propias de quien tiene la responsabilidad de la gestión de un territorio y la contradicción de conseguir el máximo beneficio y mantener sus valores:

https://naturalezaenasturias.blogspot.com/2015/06/las-fabulas-de-osomedio-la-cabra-y-el.html


En Osomedio siguen ocurriendo cosas, algunas muy curiosas.

Osomedio no es ajeno a la presión de una oferta turística cada vez más competitiva y más centrada en ofertar experiencias rápidas, casi instantáneas, con obligatoriedad de grandes dosis de emoción, nula formación o educación, y siempre, siempre, con garantía de fotografías únicas.

Osomedio era un lugar donde los recursos naturales eran eso, recursos. Y como tales eran regulados. 


Se regulaban los pastos, los tiempos de uso, las veceras (cuando te tocaba ir con el ganado menor de todo el pueblo), las sextaferias (cuando te tocaba colaborar para conservar los recursos comunes), las cortas, las sacas, se regulaban los frutos, las propiedades, los turnos de molienda....

Osomedio nunca fue ajeno a la regulación. Pero ahora a los vecinos de este lugar mítico y mágico, les ha llegado la fiebre del oro. En este caso la fiebre del oro pardo.

Se han encontrado de pronto con un tesoro en las manos y aunque no debería ser así, puede que ocurra como con el oro de verdad: puedes tenerlo todo y puedes perderlo todo, porque puedes pasar de una fuente inagotable a un recurso finito. 

En Osomedio el recurso ha pasado a ser un futurible regulado, no para conservar el recurso, si no para beneficio de algunos.

Y es que el recurso de Osomedio es el avistamiento de osos. Con una particularidad, es un recurso accesible a cualquiera que tenga paciencia y unos prismáticos.

Y es que Osomedio hace mucho, mucho tiempo, fue pionero en regular el espacio con diferentes usos permitidos, prohibidos o autorizables. Y entonces los recursos eran el propio espacio. Podías acceder a ese espacio, o no, en función de ser propietario, ser vecino, ser investigador, ser turista, y dependiendo de lo que fueses podías usar o no ese espacio.

¿Qué ocurre ahora? Pues que lo que hasta ahora era un espacio común, se ha convertido en un bien deseado por unos pocos que quieren que el oso se haga selfies solo con ellos.

Así que se ha orquestado una campaña del "oso peligroso", una campaña de "nosotros parimos (la idea de criar osos) nosotros decidimos" y una campaña de "mi sitio para ver osos va a ser más exclusivo que el tuyo".

Ver osos en Osomedio se quiere regular. Y está muy bien. Porque las empresas que llevan turistas a ver osos quieren que las suyas sean las experiencias más alucinantes, excitantes y sobre todo fotografiantes, de todas. 
Eso provoca cierto estrés a los osos si están acostumbrados a que les miren de lejos, y de pronto cada vez se encuentran con gente más osada en su terreno.

Pero no se quiere regular para que todos, todos cumplamos la legislación existente y nos quedemos a ver osos desde donde se puede (mala suerte si se ven desde un mirador público). Se quiere regular para que las empresas tengan sus parcelas, caminos, miradores exclusivos. Dentro de territorio donde el resto de los mortales (léase "los que no pagan a las empresas") no puedan acceder legalmente.

Es decir, se quiere regular para beneficio de unos pocos. Regular un bien común, público y accesible para que se beneficien unos pocos con licencia. Pues vaya.

Yo creo que en Osomedio se están equivocando. La exigencia de hacerse selfies con el oso va a ser cada vez más dura. Pagar 80 o 90 euros por persona para ver lo mismo que el de al lado que no ha pagado nada pero también sabe dónde mirar, va a llevar al negocio a la ruina.

Pero crear una ley para beneficio de unos pocos, obviando la conservación del oso... tampoco parece una buena idea (digo yo).

Creo que se equivocan vendiendo el oso. El oso no puede ser el reclamo. El oso solo es una parte de un todo que apenas se conoce y mucho menos se valora. En Osomedio hay oso por todo lo demás, no al revés.

Creo que el oso no debería ser la mina de oro. Es la educación, el conocimiento, el concejo, los bosques, la interpretación del paisaje, la lectura de la geología... lo que debería costar 80 o 90 euros. Y si después se ven osos, pues sería parte del pastel. No el pastel completo.

Claro que para eso la regulación debería ser esa. No autorizar empresas que llegan a ver el oso desde otros lugares, sacan sus cámaras, hacen sus fotos y se van rápido a ver el siguiente espectáculo. Autorizar solo a aquellas que expliquen, dediquen tiempo a la educación, editen sus recursos, favorezcan el conocimiento del entorno, el consumo de productos locales, repartan en varios días sus actividades, promuevan el conocimiento de la etnografía.... y además te explican dónde ver osos de lejos y por qué en su código ético no hay lugares exclusivos, ni privilegiados, porque no es el oso lo que hay que proteger, es a Osomedio.

De otra forma lo mejor será hacer también un cercado en Osomedio donde encerrar juntos a osos y turistas para que se puedan hacer selfies juntos.


Ese mismo día, más de treinta personas pasaron por el mismo camino. Creo que solo yo vi las huellas.

martes, 9 de octubre de 2018

Audrey Jr. en Brañagallones

Si en el cine hay alguna película en la que la protagonista principal sea una planta, esta es sin duda Audrey Jr., la planta carnívora y filósofa, o al menos con mucha labia, que se alimenta de sangre humana y que conduce a su cuidador a cometer asesinatos para mantenerla viva en "The Little Shop of Horror".

Audrey Jr. en "The Little Shop of Horror" (Audrey Jr. es la planta, evidentemente)


Una planta verdaderamente espeluznante, la madre de todos los sueños de terror sobre plantas carnívoras.

Este pasado verano pensé que habían encontrado a Audrey Jr. en Brañagallones.

Me explico: A finales de julio, los periódicos de Asturias se hacen eco de una noticia que no puede ser más alarmante en su forma y aparentemente en su fondo. Una especie exótica invade las praderías de Redes, concretamente de Brañagallones. Es además tóxica para el ganado. Una planta "nunca vista". 

https://www.lne.es/cuencas/2018/07/22/planta-venenosa-ganado-vista-asturias/2321953.html

Ganaderos alarmados por el enésimo golpe que reciben, partidos políticos que claman por la desidia de la administración con el campo asturiano, periodistas que encuentran en las noticias exageradas y sin contrastar un maná para seguir creando polémica, lobos que acechan a los ganaderos y les devoran mientras... Ah no! esta vez no hay lobos. Perdón.

Bueno da igual. Todos claman contra una planta invasora que va a acabar con la ganadería ¿tradicional?.

Solo les falta decir que han lanzado las plantas desde helicópteros o que los ecologistas de salón han subido al monte para plantarlas por la noche.

En agosto, la Federación de montaña se apunta al carro y entre todos estos, organizan una sextaferia (aunque no la hacen en viernes) para erradicar la planta de la Vega de Brañagallones. A bombo y platillo se anuncia que las arrancarán manualmente a principios del mes de septiembre y sobre ello se hacen proclamas que buscan "una vega de Brañagallones verde" sic.

A la Federación de montaña ya le viene bien, porque tiene la concesión del Parador de Brañagallones y necesita publicidad para poder mantenerlo como refugio de montaña, así que todos juntos y sin encomendarse a nadie deciden acabar con la planta que invade nuestros campos y amenaza la biodiversidad o vete tú a saber qué... pero que es malísima.

La planta ciertamente ha de ser tóxica para el ganado, porque como bien puede observarse en cualquier monte, las vacas distinguen perfectamente qué plantas no les convienen y son las venenosas o tóxicas las únicas que quedan cuando ya todo el pasto está arrasado. 

Pero el quid de la cuestión es ¿es verdaderamente una planta alóctona? Es decir, es una especie nueva para Asturies. Si es así, aumenta nuestra biodiversidad y no tengo claro que pueda arrancarse alegremente por muy tóxica que sea. Y menos en un Parque Natural como es Redes.

¿Es invasora? De hecho ¿alguien se ha molestado en refutar la información aportada por ganaderos, políticos interesados y periodistas a medio informar?

Pues parece ser que no.

Según el informe aportado por el Indurot, firmado por el catedrático de Botánica D. José Antonio Fernández Prieto, la planta en cuestión no es ni invasora, ni desconocida, ni peligrosa, ni tiene intenciones semejantes a la simpática pero terrorífica Audrey Jr.

Tal y como puede consultarse de forma libre en el portal científico ResearchGate, bajo el título "Sobre la supuesta invasión de Jacobaea erucifolia de las praderas de Brañagallones (Caso, Asturias)", la planta identificada como invasora, no es Jacobaea erucifolia, muy escasa en la Península Ibérica y sin citas reales en Asturias, si no una especie bien citada, de presencia conocida en el Parque Natural de Redes y ciertamente parecida, pero distinta a nivel molecular y morfológico: Jacobaea vulgaris, una de las cinco especies del género presentes en Asturias.

Jacobaea vulgaris. Fotografía obtenida en internet a partir del blog Flores Manizales.


Es decir, han corrido ríos de tinta, se han emitido informes de la Viceconsejería de Medio Ambiente, se han organizado sextaferias, se ha alarmado a media Asturies, ¡se han incinerado las plantas en COGERSA!!!! ¡Cómo si fuesen contagiosas!!!... porque nadie se ha preocupado de identificar correctamente la planta en cuestión, ni a analizar las implicaciones reales de su presencia en Redes.

Es decir, durante diez años nadie, pero NADIE, se ha preocupado de la Cortadella, del plumero de las pampas, que verdaderamente invade todo el área central de Asturias, que está provocando desplazamiento de especies autóctonas, alergias, etc. y cuya erradicación es obligatoria por ley, tanto estatal como europea... y en cambio en cuanto cuatro ganaderos se ponen a vocear que hay una planta que les invade un prao, toda la maquinaria mediática y de la administración del gobiernín se pone en marcha sin criterio científico, ni de ningún tipo, para erradicarla.

¡Sin saber siquiera de qué planta están hablando!

Si no fuese trágico que el gobiernín se mueva a golpe de titular periodístico y a golpe de la información ofrecida por determinados grupos de presión, sería una gran bufonada haber montado este circo sin informes, criterio, ni orden o gestión para eliminar una planta autóctona, presente con regularidad en la Vega de Brañagallones y en muchas otras partes de Asturies.

Un despropósito que nos muestra como es la verdadera gestión del patrimonio natural asturiano y de los Parques Naturales que dicen que lo sustentan.

Por cierto que en Australia y Nueva Zelanda, Jacobaea vulgaris es realmente una planta invasora. Tal vez trasladarse allí a segar sea la solución para toda esta banda.


domingo, 30 de septiembre de 2018

Señales de otoño. Erizos y más

Finales de septiembre es ya pleno otoño para la mayor parte de las especies de Asturies. 
Atrás quedan las épocas de crías, y la mayor parte de cachorros y pollos se enfrentan a la situación más dura de su vida. Solos deben encarar la llegada del invierno, almacenar reservas, obtener experiencias que les permitan sobrevivir, aprender a esconderse, enfrentarse al frío inminente.

Un pequeño erizo revuelve entre las hojas y hierba seca buscando los últimos escarabajos, caracoles, lombrices... remueve y rebusca mientras no me quita ojo. Todavía duda qué soy. Se hace una bola cuando me muevo, pero si me quedo quieto pasa a mi lado sin mucha inquietud.

Si pasa el invierno con suficientes reservas le queda la prueba más dura al despertar en primavera: sobrevivir a las carreteras que diezman sus poblaciones.




Erinaceus europaeus

Rebuscar es todo un arte

Aún quedan flores, y aún se pueden disfrutar de las últimas orquídeas diminutas. 


Spiranthis spiralis, una orquídea otoñal desde finales de agosto hasta octubre. Flores blancas, mínimas, ordenadas en espiral.


También cardos, y las más propias del otoño: quitameriendas de distintas especies que tapizan las praderas de azafranes silvestres.


Merendera montana libada por la mariposa "esfinge colibrí" (Macroglossum stellatarum)  

Las setas surgen por doquier, aunque en menor número de lo esperado, tal vez por las que ya salieron con las lluvias de julio.....  Aún faltan las lluvias de otoño y no han salido muchas, pero asoman las primeras de la estación y se acaban las últimas de verano.


Phallus impudicus. Seta más propia del verano y que aguanta parte de septiembre, siempre con su característico olor nauseabundo. 

Boletus erythropus
Escaramujos, hayucos, avellanas, manzanas silvestres, peruyes, setas... van sustituyendo poco a poco a los insectos y a los frutos de verano. 


Se alargan las sombras desde la Collá d'Arniciu. Casu. Parque Natural de Redes.
Al fondo se distingue el pueblo de Bueres.
SIgue el calor, pero la luz ya nos anuncia que algo está cambiando.


miércoles, 8 de agosto de 2018

Orquídeas grandes y amarillas

Probablemente no hay una forma más burda y equivocada de identificar o clasificar a buena parte de las especies vegetales, que por el color de sus flores. 

Pero hay que reconocer, que cuando uno se acerca por primera vez a especies o grupos relativamente complejos como puede ser el de las orquídeas, las primeras aproximaciones pueden hacerse a través de el color, la forma, o la variedad, y a la hora de tratar de explicar o comprender, precisamente la variabilidad, la biodiversidad, partir de la aparente igualdad de un rasgo como es el color, para ir abriendo el abanico de posibilidades y caracteres diferentes que van a hacer que se descubran diferencias ocultas a simple vista, ese rasgo aparentemente simple, se convierte en un aliado formidable.

Hay varias especies de orquídeas en Asturies, cuyo rasgo más aparente, es precisamente el color amarillo que presenta su inflorescencia, y una, también aparente, similitud intrínseca que suele esgrimirse esencialmente en función del color.

Pero pocos rasgos indican tan poco, al menos en este grupo, como la coloración de las flores.

Desde especies con variedades múltiples en una misma población (como las sambucinas que pueden ser amarillas, rojas o anaranjadas, por lo menos y aparecer coloraciones diferentes en plantas contiguas), a estructuras florales que impiden la fecundación de las flores si no es por su polinizador exclusivo, y que no depende en absoluto del color, si no de rasgos más complejos como puede ser la posición del espolón o los rasgos nimios pero distintivos del labelo, las diferencias entre las orquídeas suelen ser a menudo por detalles mucho mayores que la coloración.

Tampoco el rasgo "grande" indica gran cosa. De hecho las flores de las orquídeas de Asturies tienden a ser relativamente pequeñas, algunas muy pequeñas, y cuando aplicamos el adjetivo "grande" a las flores, suele ser porque lo aplicamos al conjunto de la inflorescencia, no a la flor individual.

Así que en este grupo totalmente artificial de orquídeas grandes y amarillas de Asturies, voy a incluir cinco especies, y no seguiré más criterio que el mío propio, pues realmente no hay criterio común aplicable y simplemente las ordenaré por orden alfabético.

Dacthylorhiza insularis, Dacthylorhiza romana, Dacthylorhiza sambucina, Orchis pallens, Orchis provincialis, son las escogidas.


Dacthylorhiza insularis (Sommier) Ó. Sánchez y Herrero
(Orchis insularis Sommier, Dacthylorhiza sambucina subsp. insularis (Sommier) Soó)

Una orquídea muy poco habitual en Asturies.

Solo la he visto en dos ocasiones y siempre sola. Un solo individuo cada vez.
Además en una ocasión la observé dentro de un bosquecillo de Quercus pyrenaica sobre suelo calizo, aunque algo lavado, y en la otra ocasión sobre suelo silíceo, sobre cuarcita, en un suelo casi esquelético, rodeada de brezos.

Presenta un color amarillo pálido, un espolón relativamente grueso y recto, y un labelo en el que destacan cuatro marcas rojas. 
Propia de finales de Abril o principios de Mayo.
Se considera una especie que surgió probablemente por hibridación de otras (Orchis romana y Dacthyloriza sambucina).

Dacthyloriza insularis
Dacthylorhiza romana (Sebast.) Soó subsp. guimaraesii (E.G. Camus) H.A.Pedersen
(Dacthylorhiza sambucina subesp. siciliensis (Klinge) Sundermann; D. sulphurea (Link) Franco subesp. siciliensis (Klinge) Franco; D. markuzii (Tineo)).


Orquídea poco habitual, con poblaciones dispersas en la zona montana, hasta los 1.200 m al menos.



Unos 40 cm de alto, aunque son habituales de menor tamaño, probablemente dependiendo de la profundidad del suelo sobre el que se asientan. 


Inflorescencia densa, con flores amarillas muy claras, a veces blanquecinas, aunque el labelo tiene coloración un poco más intensa. 


No presenta manchas en el labelo. El espolón es ascendente y arqueado.

Floración desde abril a mediados de mayo.




Dacthylorhiza romana subsps. guimaraesii


Dacthylorhiza sambucina (L.) Soó. Nom. Nov. Gen.
(Orchis latifolia L.p.p.; Orchis sambucina L.; Dacthylorhiza latifolia (L.) Soó vel H. Baumann y Kukele)

La Dacthylorhiza sambucina, sin ser una especie frecuente, sí que se presenta a menudo en poblaciones de cierta entidad. Es decir, donde hay, suele haber bastantes. 
Generalmente en esas poblaciones no aparece una única variedad, si no que es habitual que aparezcan sambucinas amarillas, junto a rojas y algunas veces, anaranjadas (color salmón)

Es una especie de unos 40 cm de alto, como máximo, a menudo menos, con la inflorescencia globular, densa, y las flores con el labelo ancho, punteado, y el espolón, curvado hacia abajo.

El tallo no es hueco, y las hojas, de 4 a 7, no están manchadas.

Emite un olor débil a saúco (de ahí su nombre).

Florece desde finales de Abril hasta finales de Junio, dependiendo de la altitud, aunque casi siempre aparece a partir de unos 1000 metros.

Propia de suelos calizos, aunque en algunos puntos la he observado sobre suelos silíceos, aunque en mucho menor número, como "escapadas" de la población principal cercana.

Dactylorhyza sambucina


Orchis pallens L.


Orquídea robusta, de aspecto fuerte, hojas de la base también grandes, 4 a 7, y sin manchas.


Inflorescencia ovalada, con numerosas flores (hasta 30) amarillo pálido, sin manchas en el labelo, que además es trilobulado. El espolón es cilíndrico y arqueado hacia arriba.

Desprende un olor desagradable.

Aparece en zonas altas, praderías y zonas de matorral, no siendo muy habitual pero localmente puede ser abundante. 

En Asturies sólo la he visto en puertos de montaña y sobre calizas hasta los 1.800m de altitud. 

Floración finales de mayo y principios de junio.

Orchis pallens
Orchis provincialis  Balbis ex Lam. y DC.

Una orquídea bastante vistosa. De 15 a 45 cm de alto. 

Hojas basales manchadas de violeta. Hojas superiores envolviendo el tallo.

La inflorescencia está formada por hasta 20 flores, agrupadas de forma poco densa. Son amarillas levemente punteadas de rojo y labelo trilobado.

Destaca el espolón cilíndrico y arqueado hacia arriba.

Aparece desde el nivel del mar (praderías y matorrales de Llanes por ejemplo) hasta media montaña, generalmente de forma aislada y escasa en general.

Florece en abril y mayo, dependiendo de la altitud.


Orchis provincialis



miércoles, 23 de mayo de 2018

Conocimiento inútil (I)

Llevo tiempo dándole vueltas al cambio que se ha producido de forma abrupta, en la importancia del conocimiento y el tipo de conocimiento que acumulamos.

Y no dejo de asombrarme de la cantidad de espacio que ocupa en mí el conocimiento inútil.

No es, todavía, algo de qué preocuparme, pero es evidente que llevo tiempo a contracorriente del conocimiento que se demanda actualmente.

Poco a poco el escaso conocimiento que he conseguido obtener con esfuerzo, se va haciendo cada vez más innecesario a mi alrededor, y me va convirtiendo en una especie de museo que habla, en una curiosidad, una especie de monstruo de los circos Barnum.

Me detengo embelesado ante flores de nombres impronunciables, e intento identificarlas y diferenciarlas gracias a manchas de colores o detalles de las hojas que carecen del más mínimo sentido común.

Levanto los ojos y diferencio el vuelo de un córvido, del de un pícido ¡a simple vista! mientras además, mi interlocutor intenta comprender qué significa "pícido".

Puedo seguir rastros con bastante fiabilidad, y distingo por el color del bosque los árboles que lo forman.

Me he convertido en una especie de sioux fuera de la reserva, y comienzan a observarme con una mezcla de recelo, desconfianza y lástima.

Acumulo información y conocimientos que ya no parecen tener sentido para casi nadie, y retengo detalles por los que ya nadie se preocupa.

Y aún así creo que debo seguir aprendiendo, asombrándome y descubriendo nuevos detalles, formas de vuelo, mariposas, atardeceres que se pierden "como lágrimas en la lluvia" ....

Dacthylorhiza sambucina var. rubra

Ophrys scolopax

Himantoglosum robertianun forma normal

Himantoglosum robertianum forma hipocromática
Anthocharis cardamines

Somiedo. Bosque primaveral donde se pueden observar los diferentes momentos de foliación de las especies que lo forman, desde la ausencia de hoja de los hayedos altos, a las diferentes coloraciones de las yemas y hojas recién nacidas que permiten diferenciar entre hayas, robles, fresnos....


    

sábado, 5 de mayo de 2018

El sumidero de las reintroducciones

Se refuerzan estos días las noticias sobre las muertes de aves necrófagas en el entorno de Quirós  y Proaza, con al menos tres buitres leonados y dos quebrantahuesos muertos envenenados en menos de un mes.

Es una situación terrible por lo habitual, por tratarse de un Parque Natural (Ubiñas - La Mesa), por tratarse de la crónica de unas muertes anunciadas, y por la reincidencia.

Quirós y el entorno de Proaza, ya ha sido objeto de numerosas denuncias sobre las prácticas de furtivismo que se producen allí, y los envenenamientos no han dejado de ocurrir, no solo en Asturies, si no en toda la Cordillera, en ningún momento.

Año sí y año también han muerto buitres, águilas, zorros, lobos, y seguramente alguno de esos osos de los que se sabe de su muerte, pero que en sus necropsias, o no hay respuestas o son osos con instintos invertidos que deciden comer Amanitas en invierno y morir envenenados de forma natural (léase con el correspondiente tono irónico).

En este triste caso, a la desgracia habitual del goteo de muerte de fauna salvaje, en un lugar que debería ser un santuario, con el entorno con varias camadas de esbardos, con poblaciones saludables de casi todos los grandes animales de la Cordillera, además se da la circunstancia de la muerte de dos de los quebrantahuesos que desde hace años llevan trayéndose desde Pirineos para repoblar la Cordillera Cantábrica, de un ave que fue común en nuestros cielos y que completa en cierto modo la estructura ecológica normal.

Pero desde el primer momento muchos dijeron, y dijimos, que no se dan las condiciones para la reintroducción de esa, ni de cualquier otra especie en nuestra naturaleza, No se dan las mínimas condiciones de respeto por nuestros ecosistemas, fauna, agua, bosques.

No se han tratado las causas que llevaron a esa desaparición. No se han erradicado las prácticas destructivas, la mentalidad depredadora y cortoplacista de muchos de los que habitan nuestros montes. No se ha acabado con la impunidad de aquellos que furtivean a su antojo, que matan lobos y los cuelgan como trofeos, que disparan a osos a plena luz del día, que dejan veneno en el campo.

Ni se atajan tampoco las causas por las que han desaparecido otras especies como el urogallo, y se mantienen prácticas de roturación de matorral, la eliminación de "alimañas", o criarlos en gallineros con poco futuro y sueltas lamentables, como la panacea que va a hacer retornar al "faisán" de nuevo a sus antiguos cantaderos. 

Sin atajar las causas de la destrucción de nuestro patrimonio, la reintroducción del quebrantahuesos seguirá siendo una masacre. Sin conocer en profundidad cómo evitar su retroceso, la recuperación de especies como el urogallo será un fracaso.

Y todo ello seguirá enviando al sumidero millones de euros un proyectos fracasados desde su origen, que alimentan los montajes de unos pocos, pero no atacan a la raíz de los problemas.

Sin educación ambiental, sin conciencia de lo que perdemos seguiremos esquilmando, destruyendo, incendiando y envenenando mientras enviamos al matadero millones de euros y decenas de individuos de especies en peligro. 

Pero esos sí, con abundantes sonrisas de triunfo efímero.

www.elcomercio.es/asturias/fapas-alerta-aparicion-20180505000812-ntvo.html

jueves, 26 de abril de 2018

Irresponsable

A estas alturas no debería sorprenderme que nuestros políticos pongan por delante con cualquier excusa, el desarrollismo, el turismo y la pasta, real o inventada, antes que la conservación, la educación o la tan cacareada sostenibilidad.

Es decir, no debería sorprenderme, inclusos asustarme, que pusiesen por delante intereses espúreos, antes que el cumplimiento de los objetivos de sus propias leyes, aquellas que han colaborado a redactar y jurado o prometido cumplir.

Pero no dejo de asombrarme de la inconsciencia, impunidad e irresponsabilidad en la que incurren algunos.

Hoy firma como propias en la prensa regional el alcalde de Somiedo (Belarmino Fernández), unas fotografías de una osa con una cría del año, reividincando Somiedo como un lugar estupendo para el avistamiento de osos. De hecho reivindicando el avistamiento de esbardos (oseznos dice el artículo). Aunque dicha osa está últimamente muy reclamada y hasta exconsejeros son capaces de filmarla. ¡Qué suerte tienen algunos!

Me parece un acto reprobable por muchos motivos. El primero porque como alcalde de un Parque Natural que incluye como objetivo primordial la conservación, incitar al avistamiento de una especie declarada "En Peligro de Extinción" (al menos de momento, hasta que algún iluminado declare que ya hay suficientes osos) máxime en su etapa de cría, es como mínimo, irresponsable.
Aunque todo vale si es económicamente rentable

Que incite a avistar osas con crías a la distancia que augura la foto, es irresponsable para la osa, y para los incautos que decidan buscarla a esa distancia. Es incitar a un accidente de una de las dos especies que van a acabar encontrándose.

Es irresponsable porque esa osa en concreto es, probablemente, una para cuyo avistamiento es necesario entrar en una de las "Areas restringidas" del Parque Natural. Áreas que fueron declaradas restringidas precisamente con el motivo de evitar las molestias de irresponsables como el señor alcalde.
Aunque todo vale si es económicamente rentable.

Resulta sangrante que un responsable político que pone el grito en el cielo cada vez que se pone sobre la mesa la necesidad del radiomarcaje de osos para conocer cuales son realmente sus áreas de campeo, costumbres, fuentes de alimentación, hábitat prioritario...etc, precisamente con el fin de obtener datos que mejoren su conservación y permitan una ordenación territorial y de actividades, más consecuente con la realidad de aquellas especies que debemos proteger, resulta sangrante que sea quien firma unas fotos que promueven un uso irresponsable del territorio, y tal vez esconden la venta de los derechos de visita a empresas que gestionen quien tiene derecho y quién no a disfrutar de Somiedo.

Y por último felicitar al alcalde en su nueva (y curiosamente desconocida hasta ahora) faceta de fotógrafo de la naturaleza, en la que para ejercer como tal, el Instrumento de Gestión Integrada del Parque Natural de Somiedo exige la expedición de un permiso específico, máxime tratándose de una especie en Peligro de Extinción, con una ley propia que se supone salvaguarda de estas cuestiones. Aunque como en anteriores ocasiones puede alegar desconocimiento de las normas que rigen el Parque que gestiona en representación de todos.

Salvo, claro está, que el alcalde sólo firme las fotografías y no las haya hecho. Que todo puede ser.

http://www.lne.es/servicios/multimedia/imagenes.jsp?pRef=2018042500_42_2275290__Asturias-oseznos-atractivo-primavera-Somiedo

Fotografía de osa y esbardu firmada por el alcalde


miércoles, 18 de abril de 2018

Allá abajo (Orquídeas lejos de casa)

Aprovechando una escapada familiar a Córdoba, tuve la oportunidad de descubrir superficialmente alguna de las sorpresas que te depara atravesar la Cordillera y llegar a  Andalucía en primavera.

Otro pequeño mundo muy cerca y a la vez, tan lejos de casa.

Visita veloz a un pueblecito blanco llamado Zuheros, encaramado a las estribaciones del Parque Natural de las Sierras Subéticas, y al borde de la carretera dos preciosas poblaciones de orquídeas peninsulares, pero que no conozco en Asturies.

Una pincelada de lo que ha de ser una riqueza botánica excepcional, donde mirando a mi alrededor apenas reconocía un par de especies de plantas y todo me parecía nuevo.

Así que pongo unas fotos de esas especies que no se han encontrado en Asturies, aunque cambio climático mediante, seguro que tarde o temprano aparecerán.

Aún a riesgo de equivocarme con todo el equipo, las dos orquídeas sospecho que son Orchis collina y Ophrys tenthredinifera

Zuheros. Mirando a la campiña cordobesa y acostado en la Sierra.

Orchis collina

Orchis collina

Ophrys tenthredinifera

Ophrys tenthredinifera

sábado, 24 de febrero de 2018

Un poco de invierno en Somiedo

La nieve asoma cada vez de forma más tardía en Asturias y los temporales se hacen de rogar, por lo que unos pocos días con temperaturas bajas y nieve, se convierte en noticia.

Hace años que viene repitiéndose el mantra de que "cada vez nieva menos", y aunque es cierto, apenas nieva cinco días seguidos en los altos, ya todo el mundo se olvida de que eso es lo normal en invierno: frío y nieve, viento y hielo. 

En Somiedo aún queda algo de normalidad invernal y eso se traduce en algo más de dureza para el trabajo de sus habitantes, algunos días sin escuela para los niños y unas estampas hermosas. Hermosas de verdad.

Para la fauna, nada nuevo. A pesar de la enorme cantidad de bienintencionados que desean dar de comer a los pobres ciervos, rebecos y demás animalillos.

Los rebecos, por suerte, no nos necesitan para sobrevivir en la montaña de Somiedo.

Los ciervos, han bajado a los valles, y los jabalíes, también.

Así que sobreviven. Si les toca sobrevivir. 

Los demás hibernan, o emigran. 

O luchan y se buscan el pan y la sal entre la nieve.

Pronto llegará la primavera y demasiado pronto los cálidos, cada vez más cálidos y secos, veranos que se extienden hasta noviembre.
Recién nevado en Coto de Buenamadre

Azud de Hidroeléctrica a la entrada de Valle de Lago. Unos pocos azulones se amontonan en la cola del banzao

Invierno en las brañas

Camino al lago. Esta vez quedamos a la entrada de la pradera. Habíamos salido tarde y abrir huella se hacía duro en nieve polvo. Incluso con raquetas cada paso te hundes veinte o treinta centímetros.

Valle de Lago. Últimas luces del día. Al fondo los Albos

Rebecos. Tranquilos. Sin estrés invernal aparente.

Y la sorpresa del día. Un hermoso gato montés de caza.

domingo, 11 de febrero de 2018

Nieve dura. Nieve blanda

La dureza de los inviernos tiene muchos parámetros. Y dependerá de las especies, unas se ven más afectadas que otras.
Los temporales de hace unos años, nos dejaron imágenes de aves marinas muertas de inanición en las playas, o de focas jóvenes con hambre e hipotermia por la extrema delgadez.
Puede ser un invierno duro si hay muchas heladas o si estas se producen cuando ya es mayo y eres un árbol en plena floración o foliación.
Tal vez sea un invierno duro si llueve mucho, muy seguido y los insectos no acuden a su cita en abril.
Pero normalmente la imagen icónica de un invierno duro es la de las grandes nevadas, cuando los herbívoros salvajes quedan atascados en la nieve.

Es entonces cuando voces salvadoras surgen implorando compasión, alimentos y protección para los pobres ciervos abandonados en las nevadas. 

No me gusta la crueldad. Pero no comparto la lectura de la situación, ni me veo especialmente conmovido por las penurias de venados, corzos o raposos. De hecho me causan más admiración que ninguna otra cosa.

La vida salvaje se abre paso ante situaciones como las grandes nevadas con estrategias sorprendentes: evitando caminar por la nieve blanda, desplazándose por las carreteras recién limpiadas (y comiendo la sal que lanzan las quitanieves) o buscando salidas más sencillas por el cauce de los ríos, húmedos, pero con un gasto energético menor.

Acercándose a los pueblos, refugiándose bajo árboles donde queda hierba o yemas. Buscando los lugares donde la nieve se derrite por afloramiento de agua... Desplazándose a las zonas bajas huyendo sobre todo del hielo y los aludes, más traicioneros aún que la nieve blanda.

Muchos sufrirán, algunos morirán, pero el conjunto de la población saldrá adelante fortalecida.

Horas rebuscando para una recompensa bastante pobre. Raposo.

Corzo buscando alimento en las yemas de las hayas y tratando de pisar nieve dura.

Venada desplazándose lentamente por la ladera 

Un refugio inusualmente cercano a la carretera

Muy cerca y muy tranquila. Se asomó desde su refugio bajo un avellano. Nos miró y volvió al mismo lugar.

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