domingo, 27 de febrero de 2011

Esperaba que fuese una inocentada

Por favor rogad conmigo para que sea una inocentada.
Aunque me temo que no. Hace unos tres años, en el centro de interpretación de Redes se daba una lista de especies animales que podían verse en el Parque Natural que incluía al lince ibérico (por ejemplo).
http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2011/02/15/castilla-y-leon-protege-las-ballenas-que-no-tiene/

sábado, 26 de febrero de 2011

Nunca tantos fotografiaron tanto a tan pocos

(Y que Churchill me perdone)


No pude resistirme y el viernes ya intenté ver (y fotografiar) al Ampelis europeo (Bombycilla garrulus) que revolotea por Avilés, pero este bicho tiene unos horarios estrictos y a las cuatro de la tarde ya resultó tarde para verle.
El sábado amaneció orbayando y sin apenas luz, pero resultó algo mejor y no sólo pude verle en lo alto de los árboles donde se encarama, si no fotografiarle cuando baja regularmente a comer "peruyes" que decían allí, los frutos de las espineras por los que también se pelean los gorriones que regularmente ocupan esos arbustos.
El ampelis resultó ser un pájaro deslumbrante y mereció el pequeño esfuerzo de esperarle, pero lo mejor era el interés que provoca.
El viernes había como 12 o más personas viéndole con toda la parafernalia propia de trípodes, cámaras, telescopios, etc.
Pero el sábado por la mañana eramos más, tranquilamente 20 personas se pudieron juntar (incluyendo gente que paseaba y se apuntaba al acontecimiento ornitológico).
Un espectáculo digno de verse en ambos aspectos.



lunes, 21 de febrero de 2011

Testimonial de somormujos

Últimamente cuando la marea está alta, en la Ría d'Avilés se dejan ver algunos somormujos lavancos (Pociceps cristatus) en plumaje nupcial cerca de los pantalanes de las embarcaciones deportivas.

Hoy estaban más lejos, pero eran ocho, inconfundibles con sus penachos, a pesar de que el viento hacía que estuviesen agrupados y con el pico entre las plumas.

Un sencillo testimonio de una especies que parece cada vez más habitual como invernante e incluso en los embalses, como reprouctora.

viernes, 18 de febrero de 2011

Topillos en la nieve

Tendemos a suponer que durante las nevadas de inverno, o tras ellas, prácticamente todo queda detenido y que muchos de los animales de praderas y bosques, o migran (si son mamíferos a zonas más bajas, las aves simplemente a lugares más cálidos) o hibernan (los lirones, por ejemplo).

También pueden sufrir los rigores invernales directamente superando la estación como buenamente pueden; es el caso de los grandes ungulados en Asturias, o las liebres de piornal, por ejemplo.

Pero algunos pequeños mamíferos siguen activos: las musarañas, totalmente activas, pueden encontrarse buscando alimento por encima de la nieve, las ardillas pasan un periodo de pausas y actividad en función de factores como la temperatura exterior, y algunas especies como los topillos aprovechan las zonas cubiertas de nieve para medrar.

De hecho los topillos (Microtus nivalis y Microtus arvensis) aprovechan las nevadas para recorrer las camperas con la protección que ofrece la nieve, bajo la cual se mueven creando túneles en la capa superior del suelo, aprovechando así para recolectar vegetación, semillas, frutos olvidados, evitando las temperaturas exteriores y los depredadores, al menos las aves, porque los raposos, e incluso los lobos, los detectan bajo la nieve y a veces los capturan.


Cuando la nieve se va, quedan los pequeños túneles de tierra que habrán servido para comunicar madrigueras, para despalzarse e indirectamente para airear la tierra, removiéndola.


Esta época de nevadas y deshielo es una buena ocasión para detectar estas pequeñas excavaciones que nos indican la presencia de estas especies.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Pareja real


Los azulones, ánades reales o coríos riales, ya están emparejados y guardando territorio. En esta época, totalmente engalanados los machos y elegantemente discretas las hembras, se advierte como pocas veces la diferencia abismal entre ambos sexos (dimorfismo sexual) y la necesidad de pasar inadvertida de las hembras que son las que incuban y cuidan las crías y deben de ser lo más crípticas posibles. Los machos en cambio muestran a las claras lo fuertes y sanos que están, lo bien que superan el invierno y lo buenos que son sus genes: no pueden brillar más, y es un precio caro el que pagan, tanto energético como llamando la atención.


viernes, 11 de febrero de 2011

Envidia de Colimbo

Hoy he podido fotografiar un colimbo. No ha sido por casualidad. El jueves Bernardo Busto publicó en su blog Ría de la Villa que en el canal de entrada a la ría había un colimbo grande (Gavia immer) y mostraba unas fotos espectaculares.

Ayer viernes, pude acercarme a la ría y no perderme esta vez un ave que no es rara pero que sólo había visto una vez y que no había fotografiado.


Allí estaba pescando tranquilamente. La luz muy dura, mediodía, los niños chillando que también querían verlo...bueno, suerte que pude verlo un par de minutos y que me habían prestado un objetivo decente. Mereció la pena.


lunes, 7 de febrero de 2011

Diferenciarse

A pesar de que el invierno dista mucho de haber terminado, estos días, tras una nevada rápida, ha subido tanto la temperatura que parece primavera.

Eso ha debido parecerles a los narcisos (Narcissus asturiensis) que se abren por doquier en cada resquicio de pradera que la nieve deja al descubierto en la zona de San Lorenzo o el puerto Ventana.

Las Narcissus asturiensis son plantas curiosas. A pesar de su nombre abarcan buena parte del noroeste de la Península Ibérica y no es nada escasa, al menos en Asturias, aunque está incluida en el Catálogo de Flora Amenazada de Asturias como "de Interés Especial" (otras muchas especies deberían estar en ese catálogo, pero los políticos son lentos y no entienden de nada que salga de sus cubículos con lo que estos listados son bastante lentos y llegan a ser obsoletos con demasiada facilidad)

Disquisiciones sin salida aparte, lo interesante de esta floración temprana (llegan a florecer en diciembre) es el hecho del riesgo calculado. En realidad una manifestación más del mecanismo darwinista de la evolución.

Algunos individuos florecen muy pronto; si todo va bien y el buen tiempo acompaña será los únicos que reclamen la atención de los escasos pero muy activos polinizadores del momento que necesitan como sea alimento. Si no va bien...bueno los individuos mueren, pero la especie sigue adelante, porque muchos individuos florecerán en otros momentos, hasta mayo.

Si esta estrategia tiene éxito seguirán apareciendo narcisos tempraneros, si no lo tiene, gradualmente se iría desplazando la floración hacia meses más tardíos.
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