jueves, 30 de mayo de 2013

Orquídea de la pasión

Para mi resultan muy escasas las situaciones en las que te encuentras una población de una especie rara o amenazada, (en este caso de una planta) y tengo el tiempo para hacer fotos. Por eso disfruté como un enano cuando encontré una población de Ophrys passionis, y no había una prisa excesiva en mi entorno, y eso se reflejó en alguna entrada del blog e incluso en alguna excursión más a localizar nuevos ejemplares. 

Las orquídeas son vistosas, diferentes, en general escasas, tienen un cierto aura y resultan difíciles de encontrar (también en general).

Así que cuando localicé, sin buscarla, otra población de orquídeas con esa inconfundible pinta de insecto que tienen muchas de las flores de las especies del género Ophrys, lo último que me esperaba es que fuese ¡otra población de Ophrys passionis!!!. En esta ocasión no está en Asturies, si no en León (aunque a muy poca distancia de la frontera administrativa)

¡Anda que no hay especies de orquídeas! pues me encuentro a la misma que se supone muy rara. 

Así que aunque sea una especie que ya he mostrado en otras ocasiones (y amenazo con volver a incluir) os dejo unas cuantas fotos de la pequeña población que localicé en la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga. El total de plantas era de unas doce, agrupadas en un pequeño prado, en una zona bastante encharcada (lo que no concuerda con los requerimientos ecológicos para la especie según mis lecturas favoritas) y casi todas a la sombra de un fresno.   

Hice un montón de fotos y eliminé la mayoría,






 

pero de lo que salvé me gustaron estas.

domingo, 26 de mayo de 2013

En vuelo

Aunque el paso parece haber estado muy animado, yo apenas pude acercarme un par de días a ver las playas y no en las mejores condiciones: La marea estaba baja y en Zeluán los pájaros estaba a años-luz para mi objetivo, y Bañugues es el paraíso de los tocacojones. Da igual a la hora a la que madrugues ni que te vean en las posiciones más inverosímiles en una playa, tumbado y quieto pero vestido y con una cámara.... allí azuzan perros tirándoles palos en dirección a las aves, hacen motocross por la arena, te pasean en bici por delante diciendo chorradas como "solo es un momentín", o se acercan gritando "¿Quéss esstás mirando?".

Cuando lógicamente levantas la vista (porque se han puesto delante esperando que les hagas una foto supongo), con lo que yo creo es mi mejor cara de "ME CAGUENTUP::::::::::" y además les dices "Hasta hace un momento fotografiaba aves, ahora ya no", encima te miran raro.

Supongo que con lo que me costó conseguir tres míseras horas para hacer fotos, vengan a fastidiarme ya a las ocho de la mañana, disminuye considerablemente mi ya por sí limitada carga de paciencia.

Así que haciendo de la necesidad virtud, voy a colgar tres fotos de limícolas en vuelo. No era evidentemente lo que buscaba y son de hace dos semanas (hoy en Zeluán ya quedaba bien poco cuando pasé y ya no es hora)





Las fotografías en vuelo, cuando salen bien (o sea, a mí casi nunca) son una maravilla. Conviertes algo estático por definición en algo vivo, dinámico y atemporal, y si son varias aves, entonces puede quedar una catástrofe o ser estupendas.

Estas no tienen nada del otro mundo.... excepto el testimonio de haber visto el paso.

Agujas

viernes, 17 de mayo de 2013

Sarna, turistas y lobos malditos

Entre ayer y hoy aparece en la prensa asturiana, leonesa y cántabra, noticias relacionadas con una mortandad de rebecos en el Parque Nacional de Picos de Europa que se atribuye a la sarna.

La noticia parece sacado de un breve de "The walking dead" y no puede ser más macabro.

Pero lo más sorprendente de la cuestión es cómo se relaciona una situación grave para los rebecos (y por extensión, no se puede negar, para el ganado que pasta en Picos), con el turismo y con los lobos. Porque ¡atención!, tal como se redacta la noticia parece que han sido los lobos los que han traído la sarna a los rebecos.

Añado la noticia de la que sólo he quitado un párrafo para abreviar.

La zona cabraliega del Parque Nacional de los Picos de Europa se ha convertido en las últimas semanas en un lugar tétrico. En los alrededores de las vegas de Sotres decenas de rebecos muertos, la mayoría de ellos decapitados, se pudren a la vista de turistas y pastores, víctimas de un brote de sarna. Algunos de los cadáveres yacen junto a la orilla del río Duje. Las escenas llaman la atención para mal de los turistas que recorren a diario las diferentes rutas de montaña que discurren por la zona. Los visitantes preguntan asombrados a los pastores por el motivo de tan desalentadora estampa, tras toparse a cada paso con multitud de huesos y cadáveres. Los rebecos bajan desde las zonas altas de la montaña para morir a la altura de los pastos, senderos o pistas por donde transitan rebaños, pastores y visitantes. La causa de la muerte de centenares de estos animales es, según los ganaderos, un brote de sarna que desde el pasado invierno ha segado la vida de multitud de rebecos.(...)


Los ganaderos piden que los responsables del parque nacional pongan freno a esta sangría. Los guardas del Parque, según explican, se limitan tan sólo a cortar la cabeza de los animales muertos para que esta pieza no se convierta en un objeto de reclamo, dejando que los animales se pudran a la intemperie. «Los buitres ya no dan abasto, pues hay demasiados rebecos muertos. Ya ni miran para ellos. Están empachados», señaló Fernández.

Deli López no pierde detalle de lo que hacen sus 51 ovejas, tres cabras y su perro, temerosa de que se acerquen a rebecos muertos y se contagien. «Tengo miedo a coger la sarna yo o a que la cojan los animales. Jamás he visto nada parecido», subrayó, a la vez que evitaba con un palo que una oveja se acercase a los restos de un rebeco. Esta vecina de Sotres pide a los responsables del parque nacional que pongan de inmediato freno a esta problemática. «Deberían retirar los animales muertos y preocuparse por intentar poner freno a este brote y curar a los rebecos, pues da pena verlos pelados y moribundos. Sólo protegen a los lobos», apostilló.

Su esposo, Ángel López, se mostró muy crítico con los obstáculos que, en su opinión, desde el parque nacional se pone a la labor de los ganaderos. «La guardería no se preocupa de atajar el problema de la sarna, ni de retirar los cadáveres de los rebecos. A este problema se suma el de los lobos. Nos van a sacar los ojos y nos mandarán a todos a pedir», indicó. Según López, las trabas con las que los pastores conviven a diario amenazan la continuidad de esta actividad: «La ganadería podría ser una salida a la crisis, pero con cosas como ésta o los ataques del lobo no levantamos cabeza», concluyó.

Veamos: la infección por sarna sarcóptica lleva más de quince años afectando a toda la población de rebecos de la zona centro - oriental de Asturies a partir de un brote ocurrido en los alrededores del Picu Torres en Ayer, precisamente provocado por cabras mal saneadas. Este brote provocó un desplome de la población de rebecos en Redes, en aquel momento la mayor población de la Cordillera.
Desde ahí se extendió y ha ido diezmando la  población  lentamente  hacia  el Este. Hace ya años  que alcanzó el parque nacional y una mortandad como esta era más que esperable en una zona donde la densidad de rebecos es muy alta, me atrevería a decir, a la vista de lo que ocurre, que excesiva.

Cabra doméstica y rebecos compartiendo espacio (en Somiedo) 

Lo más interesante es que la preocupación viene dada por el efecto estético a los turistas, porque los rebecos estén decapitados (¿?), porque ya empiezan a estorbarles los buitres y porque es lo que les faltaba: que se dejan morir a los rebecos y que no se mata a los lobos.
Creo que es imprescindible un poco de seriedad en estas noticias, alarmistas y sin sentido, dando voz a los de siempre.

No tengo los datos reales de la situación actual, pero si hago un poco de ciencia-ficción (con un margen de error muy bajo) se acumulan tres o cuatro causas que llevan a este desenlace lógico:
  • La sarna lleva extendiéndose años, y como no ha sido posible su erradicación, en poco tiempo  más,  pasará   a  convertirse  en  endémica   en  la  población,  apareciendo regularmente episodios de mortandad elevada.
  • El invierno está siendo largo y complicado en la montaña, lo cual afecta mucho más a aquellos individuos ya débiles (por la sarna o por el esfuerzo de los procesos de reproducción a principios de invierno), por lo que aumenta el episodio de mortandad.
Rebecos este invierno. Fotografía de Jesús A. Cabo Lafuente.

  • Si el invierno es duro los rebecos ya débiles bajan a pastos libres de nieve y cerca de corrientes de agua, así que es normal que se acumulen algunos en las vegas.
  • La densidad de rebecos es anormalmente alta porque en el parque nacional no los caza nadie. Cazar está prohibido ¡y no hay lobos!, sus depredadores naturales principales.
Este es un caso típico de relación depredador-presa: si falta el depredador la superpoblación de la presa acaba siendo regulada por plagas y enfermedades (este caso más densidad más facilidad de contagio), falta de alimento o por otras causas.

Así que siendo tan simplistas como los autores de la noticia, la realidad es que los rebecos mueren en masa ¡PORQUE NO HAY LOBOS!

jueves, 16 de mayo de 2013

En playas cercanas

Al contrario que en la canción de Manolo García, a mi, el tiempo (o más bien su escasez) me arrastra a playas cercanas y humanizadas. Y en playas cercanas con poco tiempo lo más fácil en primavera es seguir la floración, un tanto a trompicones que va desarrollándose este año.

Es una floración a trompicones porque la alternancia de periodos cálidos y soleados con estos episodios intensamente fríos que nos toca  este ocasión, provoca la salida de las flores y también que se marchiten en apariencia más deprisa de lo habitual, o al menos que queden muy deterioradas en poco tiempo debido a la lluvia, al frío o al intenso viento.

Si se marchitan más rápido o no, no lo puedo asegurar, no me he tomado la necesaria molestia de medirlo para poder asegurarlo. Ahora, que por dos veces ya, el deterioro es rápidamente apreciable, puedo asegurarlo gracias a las fotos.

En cualquier caso hay una floración especialmente hermosa en las dunas semi-móviles de L'Espartal. Es una franja cada vez más estrecha, comprimida entre el acantilado de arena que se lleva formando en los últimos quince años debido a la erosión de las dunas, y las dunas fijas, grises, de la parte posterior, donde a sotavento, protegidas por la mayor altura de la cresta de la duna medran madroños (Arbutus unedo), tojos (Ulex), zarzas (Rubus), equisetos (Equisetum), vulneraria (Anthyllis vulneraria), y de las invasoras, pues plumeros de la pampa y cada vez más pinos.

Ninguno crece mucho porque si asoman por encima de la duna, el viento "quema" los brotes.

Así que, con un espacio cada vez menor, se desarrollan las plantas que una vez fueron las principales especialistas dunares, capaces de aprovechar a su favor las condiciones adversas de movilidad del sustrato o filtración rápida del agua. 

Yo solo me he fijado en tres o cuatro especies de las más vistosas: una compuesta de apariencia común, un par de orquídeas y un par de plantitas más o menos trepadoras o rastreras (según se tercie).

La compuesta es la Aetheorhiza bulbosa o avellana de tierra (por el bulbo que tienen pero que no he comprobado para no fastidiarlas).
Tienden a pasar desapercibidas, como una flora amarilla más, pero son propias de las dunas, y eso con la degradación que sufren, ya es motivo de interés. 


Avellana de tierra

De las orquídeas, dos de las que crecen en las dunas:
Cephalanthera longifolia es blanca y abundante entre el barrón y los equisetos, muy cerca de la parte móvil de la duna. Aunque he leído que hay variedades sin clorofila, totalmente heterótrofas, en L'Espartal la población completa parece tener clorofila. Es cierto que las hojas tienen un tono muy pálido, traslúcido a veces, pero verde.



Serapias lingua aparece más retrasada, en las zonas donde la arena está casi fijada, formando céspedes ralos. No encontré muchas en el área delimitada por las dunas: apenas cuatro o cinco pioneras. En los pequeños prados de la comarca son mucho más abundantes.
Serapias lingua
Otra Serapias
En años anteriores tengo citados ejemplares de Serapias parviflora, pero lo cierto es que no he visto ninguno este año.

En cuanto a las rastreras son muy abundantes la zarzaparrilla (Smilax aspera), y las ya mencionadas zarzas, pero propias de las dunas encontramos las primeras campanillas (Calystegia soldanella) y un género bastante resistente y acomodado a suelos difíciles como Vicia, (pariente silvestre de las fabas) y que se desarrolla bastante bien como ruderal.

Vicia


Soldanella o campanilla de las dunas

Veremos cómo florecen este año la espigadilla o el nardo marino  

.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Faisanes en la rasa de Llanes

El faisán común (no confundir con el urogallo que en buena parte de Asturies se le llama faisán) es una especie exótica introducida en Asturies en general con fines cinegéticos. Se suelen criar para posteriormente soltarlos en cotos de caza menor por su relativa facilidad para ser cazados. Tienen fama de un poco tontos y de ser buenas piezas para entrenamiento de perros. Confían mucho en su camuflaje, especialmente las hembras que son realmente crípticas. 
Por ello sólo levantan el vuelo en el último momento y si pueden recurren al camuflaje y la carrera y sólo excepcionalmente en un vuelo corto y ruidoso, bastante explosivo.

Yo he visto faisanes en Viodo, en el Monte Areo y en Llanes, aunque las sueltas se han realizado en numerosos puntos de zonas bajas y medias de toda Asturies. 
 
En algunas zonas de la rasa costera de Llanes tiene una densidad apreciable durante todo el año. Es probable que una mezcla de numerosas sueltas, clima adecuado y la combinación de cultivos, matorral, bosquetes y praderas permite la supervivencia en estado de libertad de un ave destinada desde el principio al sacrificio.
Los cazadores dan datos de un 80% de ejemplares cazados tras las sueltas, un 12 % depredados y apenas un 8% de individuos que podrían sobrevivir,aunque a menudo se considera que el invierno acaba con la mayoría.

En la rasa de Llanes hay faisanes todo el año y crían de forma natural.  Pero hay varias características que no he conseguido observar en su comportamiento.
Por un lado se dice que los faisanes se agrupan en invierno. Puede que sí, pero yo sólo los he visto de uno en uno o como mucho en parejas de macho y hembra. Y esa sería la segunda característica que no he podido ver: en general se comenta que un macho suele tener varias hembras. 
En Llanes yo solo he visto un macho con una hembra de cada vez, y en cambio sí que se detectan varios territorios bien diferenciados de machos (hasta seis colindantes pero que no se solapan en ningún caso) y en los que en cada ocasión sólo he detectado una hembra por territorio.
Tal vez las condiciones del territorio, la distribución, tal vez un exceso de machos en las sueltas....

Dejo algunas fotos de la actividad de los faisanes, totalmente diurnos y en muchas ocasiones más activos al mediodía (excepto con mucho calor)
 
Este macho de faisán ocupa un territorio que abarca dos prados ocupados por caballos, una zona de huerta, varios jardines de casas de veraneo, un pequeño rodal de eucaliptos y una zona de matorral no muy extensa pero muy tupida, amén de las sebes y setos de separación de fincas donde está más cómodo.


A pesar de lo coloridos se esconden a una velocidad sorprendente y son muy, muy desconfiados


Aquí está junto al comedero de los caballos, aprovechando el grano

Macho de faisán guardando a la hembra a la que acompaña a una distancia prudencial (la hembra está en la parte superior de la foto)



Siguiendo a la hembra. Estos faisanes no son difíciles de ver porque están más cerca de las casas. Un poco más hacia campo abierto hay al menos otros cinco territorios coupados, pero verlos ya es otro cantar.


La hembra en el muro de una de las fincas del territorio.



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