miércoles, 26 de enero de 2011

Ver la vida en sus colores

Observando (con mucha suerte) un grupo de ciervos desde una posición más elevada, me vino a la cabeza una pregunta que he tenido que contestar con mucha frecuencia, y que con más frecuencia aún es motivo de polémica.

Y en realidad creo que es una tontería que tiene una sencilla explicación darwinista.


La pregunta es si los animales, en concreto los perros ven los colores. Evidentemente depende de los alnimales, pero en el caso de los perros no tengo dudas: son descendientes de lobos, de hecho son lobos pues pueden cruzarse con ellos con éxito, así que sin duda ven colores.

No sé si todos o no, pero ven colores. Estoy seguro además de que si tienen dificultades para distinguir algunos colores, serán aquellos que acerquen la gama de los rojos y los verdes, es decir se acercarían al daltonismo,los mezclarían y los acercarían al pardo.

¿Por qué lo sé? Porque mirando los ciervos, si los lobos no viesen los colores, los ciervos serían azules, amarillos, rojos, a topos.... ¿qué importancia tendría para ellos el color si sus depredadores no los verían? Podrían dedicar esfuerzo a tener, no una cornamenta poderosa, si no un pelaje de brillantes irisaciones que atrajese a las hembras ¡qué más da?.



Las presas y sus depredadores evolucionan juntos, responden en consecuencia a las capacidades del otro.

Los ciervos permanecen mucho tiempo inmóviles porque los lobos ven mejor (mucho mejor) el movimiento que lo estático, y son pardos porque se camuflan en un entorno con tonos semejantes donde los lobos tienen dificultades para distinguirlos también por sus capacidades para diferenciar los colores.

Bueno, seguro que se puede discutir y además es facil encontrar explicaciones científicas donde se puede saber que poseen muchos más bastones que conos (por lo que ven mejor al amanecer y en el crepúsculo) y que tienen sólo dos tipos de conos, no tres como los humanos, pero es un juego interesante intentar deducir capacidades o situaciones de la naturaleza por la observación.

lunes, 24 de enero de 2011

Autorizados y la mujer del César

Este sábado estuve en Somiedo, como casi siempre que puedo, y me encontré con una situación que resulta incómoda: tres vehículos todoterreno de Protección Civil de Gijón en medio de las praderías de la zona alta de la Peral cerca de la collada de la Enfestiel.la

Hasta ahí bien. De hecho en la ventanilla de cada vehículo aparecía la preceptiva autorización de la dirección del Parque con las condiciones para el acceso de los vehículos por la pista de uso ganadero.

Todo bien hasta que se leen las condiciones y se compara con la realidad: en la hoja se autorizan hasta dos vehículos de tres de los que se ofrecen las matrículas, y en la hoja se autoriza el paso por pista con firme (de hormigón o zahorra se entiende) y se prohibe expresamente la circulación por praderías y pistas sin firme.

Respecto al número de vehículos no hay más que decir, yo cuento tres de tres, no dos de tres.

Respecto al lugar donde se encuentran... bueno la pista hormigonada termina a más de un kilómetro de distancia.
Podría parecer que esto es fijarse demasiado en los detalles y que dos coches molestan lo mismo que tres. Incluso el lugar fuera de pista podría no importar demasiado. Pero los detalles son importantes. Mucho más cuando estamos en un Parque Natural en el que la gente que vive allí día a día sufre las restricciones de conservar la naturaleza para todos y el hecho de que se incumplan las normas del Parque no favorece la convivencia entre los habitantes y el Parque y da armas a aquellos que pudiesen rechazarlos o argumentos para que otros hagan lo mismo o peor. Vamos, lo de "la mujer del César".




miércoles, 19 de enero de 2011

Acebos en San L.laurienzu



El puerto de San L.laurienzu entre Teberga y Somiedo, atraviesa en su punto culminante a unos 1.350 metros de altitud, una acebeda de considerable extensión para lo que suelen ser estas formaciones de acebo, carrascu o xardón (Ilex aquifolium). A caballo entre lo arbustivo y lo arbóreo, en buena parte formando masas monoespecíficas, pero con amplias zonas donde se entremezclan con espineras, roble albar, abedules y algún haya más dispersa, además de las escobas de gran porte habituales en la zona, estas abebedas han experimentado un desarrollo mu importante en los veinte últimos años.

El acebo es la especie perennnifolia más interesante de la Cordillera Cantábrica, tanto por su dispersión, por su capacidad para servir de refugio y alimento a la fauna, como por el hecho de dar lugar a estos bosquetes más o menos extensos capaces de resistir a los rigores invernales y ser un oasis entre la desnudez circundante.


Y en las dos últimas décadas el acebo, al ser declarada especie protegida, ha experimentado no sólo una expansión en número de individuos por toda la geografía asturiana, si no un crecimiento de los acebos más viejos hasta convertirse en auténticos árboles.

Estos aspectos son especialmente visibles en este punto del Camín Real de la Mesa, principalmente por su facilidad de acceso y por lo sencillo que resulta observar como los acebos, favorecidos por su protección, no sólo crecen como especie colonizadora de borde de bosque, si no ocupando poco a poco parte de los pastos de altura que se desarrollan en la zona.

Esto da la curiosa circunstancia de que cada vez hay menos pasto, más acebos y que para poder mantener el equilibrio de pastos, se rotura el resto de especies impidiendo (en parte) el desarrollo del bosque que poco a poco debería ir ocupando el terreno que le correspondería.

Es un ejemplo estupendo de como el hombre interviene en el equilibrio de los ecosistemas haciendo que varíe la correlación de especies natural, en este caso por la protección concedida a una de estas especies.

domingo, 16 de enero de 2011

Farrapona y Vuelta


El anuncio esperado de que la Vuelta Ciclista a España tendrá en la edición de este año 2011 un final de etapa en el Alto de la Farrapona o Collada de Balbarán en el Parque Natural de Somiedo, no deja de ser una muy buena noticia para la promoción del Parque Natural y sus valores y vuelve a colocar tanto a Asturias como a Somiedo en el foco y centro de atención de un deporte como el ciclismo que se caracteriza en muchas de sus disciplinas por el contacto con la naturaleza el esfuerzo y la superación.

Es buena noticia porque permitirá revitalizar Somiedo y ofrecer sus valores como primer Parque Natural de Asturias desde hace ya casi 25 años y como Reserva de la Biosfera desde hace10.

Es entonces una gran oportunidad para demostrar que en Somiedo y en toda Asturias se es capaz de preparar, organizar y conseguir la convivencia entre los intereses de una prueba de seguimiento masivo como es la Vuelta (especialmente un fin de semana) y de todo un concejo y comunidad, con los intereses medioambientales y de conservación de un espacio, que no lo olvidemos, tiene unas restricciones importantes de uso en el entorno alrededor del cual va a realizarse la prueba ciclista y que incluyen desde la bajada por el puerto Ventana y subida por San L.laurienzu, atravesando el Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa, hasta el recorrido por todo el valle de Saliencia, buena parte de cuyo terreno, incluyendo el linde con la carretera que sube a la Farrapona, es Zona Restringida según la zonificación del Plan Rector de Uso y Gestión que rige el Parque.

Desde la subida al Alto de Balbarán o la Farrapona, en Saliencia, Parque Natural de SomiedoPara conciliar por lo tanto el adecuado y legítimo desarrollo de una prueba deportiva de este calibre, con la imprescindible conservación de los valores del Parque, será necesario extremar las precauciones en el acceso, uso y actividad de los esperados miles de aficionados que disfrutarán de un entorno como Saliencia, ahondando especialmente en uno de los objetivos y razones por los que se concedió la distinción de Reserva de la Biosfera a Somiedo: la educación ambiental.

No habrá mejor momento que el desarrollo de esta actividad para trabajar en la educación y el respeto por el medio en el que se va a desarrollar siendo especialmente cuidadosos con los posibles residuos generados, con el respeto a las corrientes o masas de agua, con el respeto a las construcciones y usos tradicionales poniendo en valor los mismos, con el uso de medios de transporte, con la generación de ruidos, la protección de fauna y flora en el entorno (especies protegidas que hay incluso en el mismo Alto de la Farrapona) o con el respeto a la normativa propia del Parque Natural en las dudas que pudiesen surgir respecto a pernoctaciones, accesos, zonificación, usos del espacio, etc.

Sin duda es una gran noticia y un escaparate de la buena gestión de la capacidad organizativa y del respeto de los recursos naturales que desde Asturias y desde Somiedo puedan servir de ejemplo a la gestión de espacios naturales protegidos.

Ahora sólo falta que se cumpla.

martes, 11 de enero de 2011

Purines Pigüeña

Camino de la Pornacal.

Dentro del Parque Natural de Somiedo a veces encontramos sorpresas desagradables. Son problemas de difícil solución pero que no tienen tampoco visos de ser abordados de manera eficaz.
Las vacas son el medio de vida de una parte muy importante de la población de Somiedo. Vacas que en buena parte pasan el invierno cerca de los pueblos o en las brañas más bajas cuando el tiempo lo permite. Pero casi en cualquier caso agrupadas en cuadras donde se acumulan restos orgánicos (heces y orina) llamados purines. Estos purines son un problema de primer orden puesto que no se sabe realmente qué hacer con ellos.
Parte son utilizados para abonar las propias praderías del Parque (aunque en realidad su uso está prohibido o muy limitado) pero el resto acaban siendo enormes estercoleros a los que no se les da salida eficaz.
Lleva al menos una década una propuesta de lumbricultura que aproveche, al menos en parte, los purines para dar lugar a tierra vegetal. Pero es complicado, no hay tanta demanda, o no hay posibilidades reales y desde el punto de vista empresarial no acaba de fraguar. (Como tampoco fragua la cacareada planta embotelladora de agua que sigue parada después de invertirse en su acondicionamiento cientos de miles de euros públicos, o sea nuestros).
Total que sin adecuada normativa (o capacidad de aplicarla) sin control, sin ayuda para desacerse de los residuos de una forma económica y eficaz, los ganaderos optan en ocasiones por la solución más fácil: tirar los purines al río.
Y es fácil cómoda y barata, pero es un desastre medioambiental por la contaminación que provocan y la eutrofización de un medio habitualmete pobre en nutrientes, por el impacto paisajístico, por el impacto sobre la vegetación circundante (justo en esta caso además muy próxima hay una población de una especie protegida por la legislación asturiana, la coclearia de los Pirineos), etc. y también hay que tener en cuenta que el clima de la zona alta del Parque limita la degradación de estos restos orgánicos haciendo que sea muy lenta.

Un problema que debería tener una solución lo más pronto posible.





martes, 4 de enero de 2011

Rhynocoris iracundus

Una sencilla curiosidad para comenzar el año.

A pesar de los fríos, los vientos o las heladas, apenas con un rayo de sol reaparecen aquellos que pasan el invierno escondidos. Muchas de las especies de insectos pasan el invierno ocultos bajo piedras, raíces, cartones, y en muchas ocasiones agrupados en acúmulos de la misma especie.

Este es el caso de dos grupos de chinches asesinas (Rhinocoris iracundus) que aprovechando una tregua del invierno asomaron desde las raíces de unos tamarindos en Salinas, ascendiendo lentamente por el tronco hasta unos 30 cm del suelo exponiéndose directamente al sol, agrupadas y sin apenas movimiento, sólo (o al menos eso parecía) calentándose.

Esperando la primavera.
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