viernes, 25 de noviembre de 2011

En la playa

Un par de fotos de un chorlitejo grande y un correlimos zarapitín en la playa de Bañugues.

Aquí el correlimos zarapitín




Acostumbrado a playas como Salinas o Arnao, donde ver limícolas no es excepcional pero tampoco algo habitual, hace apenas un año redescubrí Bañugues y con ello un lugar fantástico para la observación de aves, no sólo en el paso, que ya todos conocen por la entrada de aves raras, si no también en invernada, cuando quedan sedimentadas especies más habituales pero que permiten una observación detenida y pasar tardes agradables. Es de agradecer trabajos como el blog Aves en Gozón con el que te pones al día en un momento de lo nuevo y lo común, que a veces es aún más interesante y por lo que merece la pena revisitar Bañugues (y su entorno)


Chorlitejo muy tranquilo mientras le fotgrafiaba, de hecho se llegó a dormir.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Un tocho 23 carbayos

En Santalla de Ozcos aprendí más cosas que lo mucho que nos perdemos en el occidente de Asturies. Aprendí que tenemos un buen ejemplo, supongo que uno de tantos, de cómo el hombre provoca su propia ruina por no saber detenerse a tiempo, o por no saber o no querer gestionar bien los recursos disponibles.

Buena parte del territorio de Taramundi, Salime, los Oscos y hacia Galicia, Fonsagrada fue hasta principio del siglo XX, tierra de ferrerías.

Ferrería de Mazonovo

Aprovecharon bien los recursos disponibles: hierro, agua y bosques. Pero los aprovecharon hasta matar la gallina de los huevos de hierro.

La tierra daba hierro pero la proporción era baja y requería un trabajo importante en las fundiciones o ferrerías artesanales hasta obtener el metal en forma de bloques de hierro puro de unos treinta kilos de peso que llamaban tochos.

Los tochos eran trabajados en piezas más pequeñas, en láminas, alambres, varillas, etc. en los mazos cuya fuerza motriz era el agua acumulada en pequeñas presas, los banzaos.

Con esas varillas y láminas trabajaban en las casas, en pequeñas fraguas, fabricando utensilios más modestos tanto para tareas domésticas, como para la venta ambulante con la que complementar los escasos ingresos de las familias.


Los más famosos de esos utensilios fueron y siguen siendo las navajas.


Pero el quiz de la cuestión está en el combustible. Y en esto los Oscos siguieron los pasos de la isla de Pascua (Rapa Nui) en una cuestión medioambiental básica: explotaron los recursos naturales hasta agotarlos. Y en los Oscos una vez agotados cuando la competencia con otras formas ya más modernas de siderurgia acabó dándole la puntilla a la industria artesanal del hierro, allí sólo quedó una tierra empobrecida y olvidada.


Y todo esto por la tala indiscriminada de todo tipo de árboles que llevó a la desaparición de los bosques y a la pérdida de sus recursos.

Porque las fraguas familiares utilizaban como combustible raices de brezo, pero las ferrerías, las fundiciones utilizaban madera de roble carbayo. Y obtener un sólo tocho de treinta kilos de hierro requería talar y quemar 23 robles de gran tamaño.

¡23 robles!

Poco a poco, con la proliferación de las ferrerías, la madera se hizo cada vez más difícil de obtener, y los suelos más pobres. Cada vez estaba más lejos el combustible y llegó un momento que no resultaba rentable.

Así que ni hierro, ni bosques, ni riqueza, ni gente. Y el paisaje de los Oscos cambió para siempre, y aún hoy podemos observarlo a pesar de que la tierra trata de restañar las cicatrices.


Las imágenes están tomadas en el muy recomendable mazo de Mazonovo, muy cerca de Santalla de Oscos y estupendamente explicado por el actual ferreiro Frederick.




Tronco retorcido de haya, no de roble, pero con el mismo origen, cortas selectivas de ramas para obtener madera, combustible. Pero este modo de corta no elimina el árbol, lo desmocha y lo deja crecer. Un método más respetuoso con la sostenibilidad que la tala y quema.



miércoles, 16 de noviembre de 2011

29 céntimos de euro

Si divido 286.000 euros entre aproximadamente 1.000.000 de asturianos, me salen 0,286 € por asturiano, o sea 29 céntimos de euro y me sobra pasta para invitar.


Ese es el precio que no está dispuesto a pagar el Gobiernín para proteger uno de los espacios naturales más emblemáticos de Asturias, por ley espacio protegido, por ley Reserva, por ley, zona de reserva integral, por ley....papel mojado.


Entiendo al propietario, si quiere sacarle beneficio a su contrato. Me parece una canallada, pero lo entiendo. Ahora bien si es un espacio protegido, es de todos, y si ese es el valor y es el valor del futuro, pues toca pagar, y se paga.


Algo habrá que hacer en adelante para que no se produzca la situación, pero ahora se paga y salvamos el futuro. Quizá alguno piense que es un mal precedente. Yo creo que al contrario, creo que todos debemos ser conocedores y corresponsables del futuro de nuestro medio ambiente. Los bosques, los mejores bosques de Asturias ¿valen eso? ¿valen más? ¿no valen nada? ¿estamos dispuestos a pagar por ello?


Y atención al precedente porque en un territorio en que el 80% o más de lo que creemos protegido es de propiedad privada, esto va a acabar como el rosario de la aurora. Y que alguien sea propietario de algo no significa que pueda hacer con ello lo que quiera.

Yo quiero que eso me lo pregunten. No quiero que decidan por mi. Es mi futuro y quiero tomar parte en la decisión.


¿Quién está dispuesto a pagar 29 céntimos?

lunes, 14 de noviembre de 2011

LIC Río Agüeria




En Santalla de Ozcos el río Agüeria recorre buena parte del concejo en dirección contraria a la lógica de la cercanía del mar, pero siguiendo el imperativo de la gravedad desde la Sierra la Bobia, para tras un giro hacia el Este acabar en el Navia.




Es un río de caudal pequeño pero continuo, testigo de una ocupación ancestral de un territorio que hizo de la supervivencia un arte.

Varios senderos lo cruzan, lo siguen o acompañan más o menos de cerca, pero en sí mismo es un sendero, un camino bien marcado de conexión entre territorios en lo actualmente se llaman corredores de fauna o de biodiversidad.

Mantiene un bosque de ribera casi continuo que en buena parte se extiende también por las laderas adyacentes provocándose un paisaje curioso donde los bosques, de roble, de castaño, pinares de repoblación o alisedas ocupan los fondos de valle y las medias laderas, mientras que los pastizales se mantienen en lo alto de las sierras, planas casi todas ellas, llanas y adecuadas para el desarrollo de la ganadería. El resto son brezales infinitos más antiguos que los bosque que los rodean, con cortino dispersos que atestiguan tiempos donde los osos debían ser vecinos frecuentes.



En este otoño retrasado que disfrutamos, las orillas de Agüeria estaban este fin de semana plenas de colores, llenas de ocres y amarillos. Y las hojas cubrían discretamente ls cicatrices del uso de hombre de este río: molinos hundidos, pueblos abandonados hace décadas, restos de minas y canteras de pizarra, banzaos que ya no almacenan agua para las fraguas, canales y muros, corripias sin castañas.



Los bosques que rodean y esconden al Agüeria van recuperando poco a poco lo que es suyo, borrando los restos de la domesticación a la que lo sometieron los hombre y convirtie´ndose ahora en foco de expansión de la fauna y flora de los Ozcos.


No es de extrañar que toda la cuenca del río Agüeria sea Lugar de Interés Comunitario (LIC) y
el propio río, parte de las zonas núcleo de la Reserva de la Biosfera Oscos -Eo - Tierras de Burón. Y poca protección tiene para la que merece.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Los quebrantaosos

Mi primera impresión fue que no entendía nada.


Pero después ya empecé a comprender: es sencillo es una simple cuestión de dinero. Nunca importó el oso, ni el quebrantahuesos, ni por supuesto la conservación de la biodiversidad, ni nada por el estilo. Sólo importa la pasta, es este caso fondos Life por valor de 14 millones de euros.




Como es más de dos millones de euros (que son los fondos Life dedicados al osos actualmente en Asturias y alrededores) pues dejamos de proteger los osos, o lo que sea porque lo menos importante son los osos, y empezamos un nuevo proyecto fantasma, quimérico e inconsistente para disponer de nuevas remesas de pasta, que es lo importante.




Así que ahora en pago por los quebrantahuesos que hemos sacado de su hábitat e introducido a la fuerza sin avales científicos sólidos, en un medio donde los "jardineros del paisaje" siguen usando veneno, ahora cogeremos osos de una población aún inestable, escasa y en un leve proceso de evitar la extinción y los llevamos (los traslocamos) a un lugar nuevo donde no los quieren, donde les pegan tiros y también siguen usando veneno.




Es el pago de quebrantahuesos por osos o viceversa en un proceso de estupidez y publicidad sin fin, en el que lo único que cuenta es la pasta, lo de siempre.


Porque si lo que interesase mínimamente la naturaleza en Asturies, su biodiversidad, su conservación, otro urogallo nos cantaría.



Por cierto, en la prensa hablan de llevar dos osas y un macho. Podrían aprovechar a llevarse a Paca y Tola y a Furacu, total no creo que les interese repoblar, sólo los euros, y estos osos ya están amortizados.







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