martes, 23 de septiembre de 2014

Carretera Aguasmestas - Pola de Somiedo. Parte 1: De cómo el oso se comió Somiedo

Parte 1
De cómo el oso se comió Somiedo.


De ser el refugio de los últimos osos cantábricos hace diez años, ejemplo de conservación y buen hacer, Somiedo ha pasado a aprovecharse del oso para permitir la destrucción de su naturaleza.

¿Cómo puede ser eso? Pues porque al utilizar el oso como emblema del Parque y de la conservación de la naturaleza, parece que es el oso el motivo único de la creación del Parque y parece que es el oso el único motivo que importa para realizar cualquier barbaridad.

¿Que no hay oso?, entonces podemos abrir cualquier camino al turismo masivo sin ninguna condición. ¿Que no afecta al oso?, pues podemos correr por donde sea en bici o en masa. ¿Que no duerme el oso allí?, pues entonces podemos ampliar una carretera arrasando ¡hasta siete metros de ancho más! (independientemente de las características de los márgenes)

Y rápidamente llego al núcleo de la cuestión.

Hace años que se plantea la mejora de la carretera de Aguasmestas a la Pola de Somiedo. No seré yo quien niegue la necesidad de la mejora en las comunicaciones de cualquiera de los puntos de nuestra geografía. Ahora bien, no a cualquier precio.

Primero se mejoró de Belmonte a Aguasmestas haciendo un verdadero estropicio y provocando incluso un muerto por el mal remate de unas obras que crearon taludes imposibles y cuyas únicas medidas reales de compensación fueron las ya famosas señales de precaución por osos cruzando la carretera. (Un cartel que merece un premio al oportunismo pues hace que un cartel turístico pase por señal de tráfico)

Ahora toca el segundo tramo. 

Se tardan 17 minutos desde Pola de Somiedo hasta Aguasmestas. En coche viejo y cumpliendo con las señales de tráfico, incluso siendo algo conservador en los límites de velocidad.
Aunque hay que reconocer que la carretera puede mejorar en seguridad y tal vez en anchura en muchos puntos.

Pero. Pero. (Siempre hay un pero) Hay una zona de la carretera especialmente sensible: el tramo entre La Riera y el final del desfiladero de La Malva. 

¿Cuantos minutos menos de recorrido aportará la destrucción del desfiladero de La Malva?

Osos aparte esa es una zona especialmente sensible por múltiples razones: hábitats protegidos (tobas calcáreas) cercanía al río, especies protegidas, especies endémicas, nidos….
Ah!, pero no hay oso. No importa que sea la única zona de Somiedo y de Asturias donde podemos encontrar tres especies (al menos) únicas en el mundo y juntas en el mismo lugar.
No son osos. Y parece que con eso es suficiente.

No importan los taludes, voladuras, desmontes, afección al río, destrucción de acuíferos, etc que sea necesario realizar. No importa que la destrucción de estos hábitats y de las poblaciones de estas especies endémicas esté expresamente prohibido por la Directiva hábitats de la Unión Europea.
No importa que en caso de realización de la obra acabaremos siendo objeto de una multa tardía por incumplimiento o por prevaricación. 

No importa porque esa zona no es zona de oso (lo cual no es cierto a la luz de las imágenes de un oso comiendo en las cercanías del pueblo de Castru), y mientras no haya oso cualquier otra afección ambiental, independientemente de su gravedad, quedará ninguneada y será solo la locura de cuatro chalados amantes de los pulgones lo que impedirá el avance del progreso y provocará la lejanía entre Somiedo y el mundo.

Para acabar dos apuntes que desarrollaré en otro momento para no alargarme en la primera entrega:

¿Podría tener algo que ver el empeño en ensanchar la carretera hasta permitir el paso de camiones de gran tamaño, con el sueño faraónico e incumplido de la embotelladora de agua nunca viable?

¿Cómo es posible que en la era de internet y el derecho a la información, la administración siga obligando a acudir de 8 a 3 a sus instalaciones para poder leer el informe de Impacto Ambiental del posible nuevo trazado?


Embalse en la Malva

lunes, 22 de septiembre de 2014

Confirmado: los Nazgul de Mordor montaban águilas reales asturianas criadas con clembuterol

Y si eso no fuese cierto podría serlo teniendo en cuenta la saña con la que es perseguida, por la Fundación Quebrantahuesos (FQ), la pareja de águilas reales que aparentemente (o "presuntamente" puesto que están siendo juzgadas) atacan a los pollos de fragüesos (quebrantahuesos) que dicha organización soltó en el Parque de Picos de Europa.

Se ha denunciado el uso de "métodos disuasivos" avalados por "expertos" (sin nombre) que saben que el comportamiento del águila o águilas en cuestión es "anómalo".

Los entrecomillados son palabras textuales de la FQ en la respuesta enviada a la prensa debido a la denuncia de las asociaciones ecologistas asturianas, que hemos sabido y por tanto puesto en conocimiento de la opinión pública y de la administración, del uso de artilugios pirotécnicos (voladores) para expulsar de su territorio de cría a una pareja de águilas reales dentro del Parque Nacional de Picos de Europa.

Imagen del presunto asesino de quebrantahuesos.
La foto es la misma que salió en la prensa porque es mía. No puede llevar autor si sale en prensa pero como es mi blog creo que puedo decir que la hice yo. Eso sí, es en cautividad.
Curiosamente la FQ no niega la acusación de usar voladores para hostigar a una especie protegida como es el águila real, dentro de un Parque Nacional.

Tampoco niega que carecen de permiso alguno para realizar dicho acoso.

Afirman contar con el apoyo y aval de los mejores expertos en este tipo de especies, pero son anónimos y parecer desconocer el fuerte carácter territorial de las águilas reales y más frente a posibles competidores por un recurso escaso en pleno territorio de cría cuando aún los pollos están en el entorno familiar.

No explican como consiguen el apoyo a todo tipo de irregularidades que vienen gestionando para el retorno de los quebrantahuesos a Picos de Europa.

Olvidan que no todo vale, ni aún a la hora de proteger su inversión (porque al fin y al cabo este proceso es un gran negocio gestionado con Fondos Life, que incluye un museín sin sentido si no hay fragüesos, etc.)

Probablemente a partir de la denuncia las autoridades por fin descubran que hay cosas raras en la gestión de esta reintroducción, o al menos no escuchen para otro lado cuando suenen los voladores en Amieva.

Y tal vez se reconozca que cuando las especies interaccionan pueden ocurrir estas situaciones y otras aún peores si siguen sin solucionarse los problemas de fondo de los Picos, como el uso del veneno o el acoso continuado a las especies silvestres por parte de los ganaderos y la administración dentro del propio parque.

Añado a continuación la denuncia realizada por las asociaciones ecologistas.

Tras haber sido constatados varios sucesos controvertidos en el desarrollo del programa de reintroducción del Quebrantahuesos en el Parque Nacional de los Picos de Europa, los grupos ambientales abajo firmantes quieren denunciar el más reciente y escandaloso que ha tenido lugar con motivo de la solicitud de captura de un pollo de la especie águila real (Aquila chrisaetos),  y con el lanzamiento de voladores y cohetes contra el mismo,  con la dudosa justificación de la supuesta interacción que, al parecer, tiene con los ejemplares de quebrantahuesos que artificialmente se han soltado en la zona en la que una pareja de águila real cría desde hace varias décadas en el interior del espacio protegido, que es su área de distribución y hábitat natural.  

            El proyecto de reintroducción del quebrantahuesos ha sido, desde el principio y hasta el momento, fuente de conflicto no resuelto, no solo por cuanto la causa de la desaparición de la especie que se pretende reintroducir en el Parque Nacional sigue jugando sus efectos hoy día con la aparición de no pocos casos de veneno, sino porque ahora se añade, como coste adicional no previsto ni autorizado, la captura y agresión con elementos explosivos a la especie águila real que está catalogada como vulnerable y habita en el Parque Nacional de los Picos de Europa.  

            Las asociaciones ambientales que suscriben este comunicado piden a las Administraciones públicas con competencia en la materia que no den el visto bueno a la captura injustificada de ejemplares de águila real y a la actuación consistente en la utilización de material explosivo contra ejemplares de la referida especie. Y, a través de la representación en el Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa, han solicitado copia de la resolución administrativa que autoriza tal intervención agresiva en la naturaleza, por si la misma hubiera incurrido en ilícito penal alguno, así como la incoación de expediente administrativo para el caso de que la actuación se hubiera llevado a efecto careciendo de autorización, pues cabe calificar a la misma de barbaridad intolerable que se aleja considerablemente de los parámetros generales de prudencia, al utilizar los referidos medios gravosos, que en absoluto justifican el fin con las especies salvajes protegidas.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Y le entregué mi corazón....

Hace unos años tuve un amor de verano. Quince días de vacaciones intensos, llenos de descubrimientos, de aventuras, de pasión, de paisajes, de playas de ensueño, de un mar cálido y sorprendente, de bosques, de carreteras imposibles, acantilados rosa y desfiladeros interminables. De ríos, cascadas, risa y canciones. Días de vino y “maquís”.

Después el regreso, la nostalgia y finalmente el recuerdo melancólico de los días felices.

Me traje algunas fotos, aromas imborrables y un disco de música que hacía sonar a menudo.

Nunca creí poder volver a verla y me resigné al recuerdo, a alguna fotografía esporádica y a unas pocas canciones.

Y contra toda esperanza, este verano volví. Fue una vuelta inquieta. Tal vez habían pasado demasiados años, quizá ya no fuese como entonces. Quizá los recuerdos la habían idealizado, y no fuese tan sorprendente, ni tan hermosa, ni tan alta, ni su agua tan turquesa…..

Pero al anochecer en el barco de ida, cuando las montañas oscuras e inmensas van a morir a Capicorsu, ví encenderse el faro y supe que no había perdido ni un ápice de belleza.

Y supe por qué hacía diez años le había entregado mi corazón a Córcega, y por qué no la había olvidado.


Capicorsu, el punto más septentrional de la isla, al anochecer, desde el mar.

I Forchi di Bavedda desde las playas de A Ghisunaccia en la costa este de Corsica

Acantilados y ciudadela de Bunifaziu en el extremo sur de Corsica, justo frente a Cerceña.

Maquis (formación arbustiva típica mediterránea), frente al mar. Al fondo Cerdeña.

De la poca fauna a la que pude dedicar un poco de tiempo, destacaba la abundancia de odonatos



Alto valle de la Restonica, uno de los valles más espectaculares de los múltiples  que  tiene la isla desde el espinazo central hasta las zonas bajas e incluso la costa. Tiene un impresionante modelado glaciar que deja agujas graníticas solitarias y unos desniveles para el senderismo de casi mil metros en 4 km.
En la foto el Lombarduccio.

El lagu Melu, uno de los siete que se formaron en la cabecera de la Restonica tras la retirada de los glaciares. Muy cerca, por los puertos superiores pasa el famoso GR-20 que atraviesa las cumbres de Corsica de norte a sur en unas quince etapas. 

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