sábado, 19 de mayo de 2012

Orquídeas dunares

Las dunas son un medio hostil: suelo inestable, falta de humedad duradera, nutrientes escasos, riesgo de quedar sepultado si eres un ser vivo inmóvil, radiación extrema....y últimamente un uso humano desmedido en forma de toallas de playa, perros, pisoteo.... 
Por estas y más razones las plantas que sobreviven en este ambiente suelen estar muy especializadas, tener largas raíces, acumular agua, cubrirse de pelos blanquecinos que eviten la evapotranspiración y limiten las radiaciones incidentes....
Así que aunque sea en los márgenes dunares o en aquellas zonas donde la duna móvil ha acabado por ser retenida por la vegetación y ha comenzado a transformarse en terreno estable, no deja de ser sorprendente la capacidad de algunas plantas no especializadas para medrar en estas dunas grises. Quizá la ventaja de una menor competencia sea suficiente, quizá sea solo adaptabilidad lo cierto es que ver brotar orquídeas en las dunas es todo un espectáculo.

En otra entrada mostré las Barlia robertiana que florecen desde febrero en Xagó, pero ahora en mayo, florecen otras orquídeas, esta vez en L'Espartal. 
Serapias parviflora en L'Espartal

De una de ellas, de la Serapias parviflora, sólo encontré un ejemplar, pero de la Cephalanthera longifolia había al menos cincuenta individuos, unos más avanzados en la floración que otros, entremezclados con equisetos, con brotes de madroños y con zarzaparrilla.
Cephalenthera longifolia

Las dos son orquídeas que pueden vivir en el nivel del mar o en otros puntos en el interior (hasta los 1.500 m en el caso de la C. longifolia), pero no cabe duda de que esa plasticidad se pone a prueba en las dunas.

 Cephalenthera longifolia entre equisetos


 Las flores de la Cephalenthera longifolia se abren poco, pero aún así se nota fácilmente un olor suave a su alrededor

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