martes, 22 de abril de 2014

Charcas de primavera en Aguilar

La playa L'Aguilar, compartida por Muros de Nalón y Cudillero, es un lugar especialmente turístico y fotogénico, probablemente gracias a la mole de la Peña del Caballar que hace de mascarón de proa de la playa en las pleamares.
Ser turística trae ciertos inconvenientes en verano a la hora de encontrar sitio en el aparcamiento o, si la marea está alta, en el propio arenal. Pero sobre todo trae el inconveniente para los seres vivos que se aferran al intermareal, de la plaga de langosta que representan niños y adultos esquilmando de las rocas cada mínima llámpara, el más diminuto de los mejillones o la más esquiva de las quisquillas.
Como daños colaterales también sufren el afán recolector anémonas, quitones, balanos o cualquier otro ser vivo que se ponga a tiro de reteles, palos o anguileros infantiles.

Aplysia punctata (liebre de mar)

A finales de verano cada fisura del Caballar está prospectada y esquilmada, y cada recoveco de las calas está limpio de vida.
Pero el mar parece restañar heridas y ahora en primavera las charcas del Aguilar rebosan de diminutos seres que, como en tierra, resurgen con la primavera.    

Estos días en las pequeñas charcas y pozas que se encuentran entre las rocas, reaparecen multitud de invertebrados y algún alevín que recolonizan y recuperan la fauna del intermareal.
Se pueden observar puestas, se ve más actividad entre las rocas.


Actinia equina (tomate de mar)

También reaparecen o simplemente crecen más, las diferentes especies de algas que han estado muy reducidas durante el invierno. 
Y después de los temporales sufridos asombra ver la capacidad de muchas especies para haberlos resistido: llámparas, percebes, gobios, mejillones, estrellas ..... siguen estando donde esperas encontrarlas. 

Marthasterias glacialis. Estrella de mar en vista oral (por abajo, viendo los pies ambulacrales)

No tengo ni idea de si algunas de estas especies migran unos pocos metros bajo el nivel de marea para evitar los embates de las galernas, pero lógicamente las especies sésiles han soportado estoicamente las olas. Tal vez los métodos de sujeción que emplean deberían ser estudiados en la construcción de los diques portuarios. 


1 comentario:

  1. Precioses fotos Alberto. A ver cuando algunos padres comiencen a inculcar a sus hijos: El respeto por la Naturaleza y no el afán de destruir por destruir. Un abrazu.

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