martes, 23 de febrero de 2016

El dilema de Rana temporaria

En evolución, la tensión de la dirección evolutiva depende de factores que en muchas ocasiones son aleatorios.

En buena parte esa aleatoriedad es la causante de los cambios en las poblaciones, puesto que las decisiones de los individuos afectan a su propia supervivencia o a la de sus posibles descendientes, pero la dirección evolutiva la marca la población: el individuo vive o muere, pero la población cambia dependiendo de los supervivientes.

La rana de bosque o bermeja, la Rana temporaria de nuestros hayedos y praderas de media y alta montaña, comienza el celo al principio del invierno en muchas ocasiones y mantiene la pulsión reproductora a lo largo de varios meses.

Hembra de Rana temporaria en un hayedo de Teberga

Las hembras ponen los huevos en charcas y regatos que mayoritariamente serán temporales en función de la climatología. Surcos en el barro hecho por tractores, charcas en los márgenes de los caminos, pozas o revolcaderos de jabalí.

Son charcas temporales porque se secan si faltan precipitaciones, o temporales si se congelan tardíamente. También puede ocurrir que las últimas puestas no lleguen a desarrollarse porque las charcas donde se han puesto se sequen por la llegada del verano.

Dentro del agua, esperando, asoma un macho, mucho más pequeño que la hembra

En todos los casos (falta de lluvias, exceso de frío y congelación del agua, cercanía del verano y consiguiente desaparición del agua) las puestas se malograrán y los miles y miles de huevos depositados en ellas tendrán un final abrupto.

La tendencia no confirmada pero parcialmente apreciable de un desplazamiento de las precipitaciones de nieve hacia el final del invierno, es probable que afecte gravemente a las poblaciones de Rana.


Puesta en una charca dentro de un hayedo en Teberga

Muchas de las puestas son invernales, pero si el invierno está demasiado retrasado pueden estar avanzados ya los renacuajos, que aún son más vulnerables, o puede que sea demasiado tarde cuando puedan realizarse las puestas viables, debido al frío tardío, y los renacuajos tardíos no lleguen a ser capaces de metamorfosearse antes de que las mínimas charcas donde han nacido se sequen por la llegada del verano.

¿Hacia dónde se dirigirá la evolución de las poblaciones cantábricas de Rana temporaria?
Dependerá de la fluctuación climática (entre otros factores) si el invierno es demasiado seco, o tardío, o si se adelanta la temporada de menos lluvias estivales.

En todo caso, el cambio de los modelos climáticos amenaza a una especie más de la zona cantábrica.

Renacuajos ya nacidos en la charca del bosque de Teberga a principios de febrero
Se observan incluso las branquias de las larvas


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