miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Quién detiene perdices en vuelo?

En los recientes Instrumentos de Gestión Integrados (IGIs) aprobados para los cinco Parques Naturales de Asturias, aparecen varios cambios que han de modificar la dinámica de actuación sobre los mismos. Alguno de esos cambios pasa bastante desapercibido por la aparente poca importancia de los mismos.

Son cambios nimios, sin relevancia aparente y sin aparente importancia para la conservación y gestión de esos espacios naturales.

Es el caso de un pequeño cambio que afecta a las especies de caza menor sobre las que se va a poder ejercer la actividad cinegética, por ejemplo en Somiedo. 
Hasta ahora solo los zorros eran objeto de caza en Somiedo, pero en el próximo IGI también se permite la caza de perdiz roja (Alectoris rufa).

La perdiz roja no parece estar en peligro, no es abundante, pero tampoco es un caso de especie a proteger. No tendría una mayor relevancia si no fuese por lo extraordinariamente difícil que resulta diferenciar una perdiz roja en vuelo, de una perdiz pardilla en vuelo.

¿Perdiz pardilla? ¿Qué es una perdiz pardilla?. Bueno, en la Península Ibérica, la especie dominante es la perdiz roja, pero en el resto de Europa la perdiz pardilla (Perdix perdix hispalensis) es la especie común. Es por tanto una especie propia de ambientes eurosiberianos, que se circunscribe a los macizos montañosos del norte: Cordillera Cantábrica, Pirineos y poblaciones aisladas en sierras del Sistema Ibérico de La Rioja, en el Moncayo, etc.
Perdiz pardilla (Perdix perdix hispaliensis)

Es una especie protegida y su caza prohibida en Asturies, y en todo su área de distribución ibérica.

En Asturies, el eje de la Cordillera es el área de mayor densidad de parejas, pero no solo ocupan las zonas más altas de matorral, si no que descienden estacionalmente y llegan a encontrarse incluso en zonas relativamente bajas respecto a la altitud oficialmente aceptada. 

Están muy amenazadas y en regresión y muchas de las amenazas están directamente relacionadas con la caza, sea legal (errores) o furtiva. Y otros son más difusos:

"...la sobrecaza (en épocas pasadas, puesto que en la actualidad no es cinegética en Asturias), la caza ilegal, la suelta de aves no autóctonas, la reiteración de incendios, la densificación del matorral o los desbroces excesivos para abrir pastos como las principales causas de la regresión de la subespecie ibérica de perdiz pardilla..." (tomado de las respuestas a las alegaciones al IGI de Somiedo)

Los criterios para poder realizar un acaecería de perdices rojas se basan en cuestiones bastante peregrinas: 

"...en caso de darse cacerías sobre perdiz roja, estas tuvieran que estar siempre acompañadas por personal de guardería y que los criterios de realización práctica de las mismas deberían atender a evitar la posible existencia de factores de riesgo de accidente por confusión (atendiendo a una discriminación por altitud –es muy difícil que por debajo de los 1.500 m se encuentre la perdiz pardilla– o a una discriminación pormenorizada territorialmente de lugares de posible coexistencia de ambas especies realizada con anterioridad a la cacería por el personal de guardería, y a la perfecta identificación de los ejemplares antes del disparo)" (tomado de las respuestas a las alegaciones al IGI de Somiedo).

Estos son aspectos cruciales de lo que estamos comentando, pues la altitud es uno de los criterios que se aprecian como forma de discriminar si el ejemplar de perdiz a abatir por un cazador es roja o pardilla. La altitud para diferenciar ambas especies se establece en las respuestas a las alegaciones al IGI, en los 1.500m de altitud, estando la perdiz pardilla difícilmente por debajo de dicha altitud. Pero eso no es necesariamente cierto y por ejemplo el Ministerio de Medio Ambiente reconoce que es común por encima de los 1.100m y yo mismo he visto perdices pardillas cerca de Veigas en el Valle de Saliencia, bastante por debajo de los 1.000m de altitud.

Otro factor de discriminación en la caza sería una discriminación pormenorizada territorialmente de lugares de posible coexistencia de ambas especies realizada con anterioridad a la cacería por el personal de guardería (sic) ¡¡¡Pero si son pájaros!!! ¿Nadie se ha dado cuenta de que vuelan?!!!

Por último y no de menor importancia esta la capacidad para la perfecta identificación de los ejemplares antes del disparo.

En esto reconozco la dificultad que a mí me embarga: yo no las distingo bien. Sé que no es comparable mi capacidad con la de un cazador experto, pero yo no las distingo. Sé que yo las miro en muchas ocasiones a través de un visor de una cámara con un teleobjetivo y no es comparable con ver a través de una mirilla de una escopeta, pero yo no las distingo.

Y para muestra pongo una foto. Es mala, lo reconozco, muy mala. Está realizada a un bando de perdices pardillas en vuelo que me salieron casi a los pies en el Alto de Balbarán o la Farrapona en Somiedo. Sé que eran pardillas a posteriori, pero allí, en vuelo, no fui capaz de distinguirlas.


Apenas se ven, ¡Cómo para distinguirlas!

Se ve aleteos, pero la especie.....



En resumen, una especie de "superguarda" será capaz de discriminar la altitud, el área y de un golpe de vista identificar y autorizar el disparo al cazador... o no.
¿Y si después de disparar resulta que se han equivocado? 

De eso el IGI no dice nada.









4 comentarios:

  1. Excelente artículo, y las fotos de lujo. Las dos últimas son como buscar a Wally, pero las acabas viendo, una pasada. Saludos desde Cantabria.

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  2. Y ademas que las escopetas que normalmente se utilizan para caza menor,o muchas de ellas no tienen mira telescopica como las usadas en la casa mayor,por lo que la distinción entre ambas especies será mas difícil todavía por parte del cazador.una pena y algo que parece extendido en todas las áreas protegidas,que solo se miran ciertos intereses.
    Un saludo

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  3. Yo creo que en tre el camuflaje a lo Wally que comenta Germán, la velocidad y tensión del momento, es imposible diferenciarlas con seguridad. Y además tiene razón David, en la caza menor disparan al bulto a ver si de la perdigonada cae algo, con lo que ya es casi un milagro poder diferenciarlas.
    La medida más sencilla es la prohibición, que además no creo que afecte verdaderamente a un grupo extraordinario de aficionados, pues los concejos de montaña de Asturies son para caza mayor.
    Un saludo y gracias por los comentarios.

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  4. Hoy hablando con mi padre,que hasta hace unos años fuecazador de caza menor.El es de babia y había las dos perdices y m dijo q bueno si q se distinguen,no muy bien,hay veces que no sabes muy bien cual de las dos es pero q bueno si se distinguen,asique espero que entre los cazadores y los guardas acierten jajá.
    Un saludo

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