viernes, 14 de noviembre de 2014

Andar a setas

Si hay una actividad que no admite más que el lento, esforzado, pero increíblemente satisfactorio camino de la experiencia (y además experiencia guiada), con la necesaria presencia de un maestro que te ayude, incluso te acompañe "físicamente", esa actividad es la recogida de setas.

Sé que hay muchas personas que opinan que la enseñanza está moribunda, que lo que toca ahora es aprender "a la carta", que la información está disponible en tal magnitud que ahora cualquiera puede aprender cualquier cosa y convertirse en un experto sin más necesidad que su ordenador y su constancia. 

Y puede que tengan razón en algún aspecto, es posible que sirva para "controlar" de arquitectura medieval o de programación, o para aprender a hacer calceta.... pero para recoger setas silvestres, definitivamente no.

Porque si te equivocas en las setas no hay vuelta atrás. 

Así que necesitas a alguien que te guíe, te aconseje y te explique porque la estupenda seta que parece un hermoso champiñón es una amanita, o lo que parece una macrolepiota en pequeño tiene suficiente toxina como matarte cinco o seis veces.

Pero no solo el afán culinario puede guiarte en el mundo de hongos y setas, simplemente la estética, el color, la forma, la belleza diferente que rompe con la monotonía, puede ser un aliciente y razón suficiente para ampliar el catálogo de conocimientos y descubrimientos de nuestra naturaleza cercana.

Así que ahí va una pequeña muestra de setas vistas este pasado fin de semana  por tierras del Alto Bernesga, acompañando a mi tío Florentino (mi gurú en cuanto a setas se refiere) y a los miembros de la Asociación Micológica Gordonesa que celebraban su semana grande.


La típica Amanita muscaria, recién salida del cascarón.


También recién nacida, y con los restos del velo esta Amanita citrina

Sin aspecto de seta la Trementella mesenterica, inconfundible por lo amarillo, de aspecto gelatinoso y creciendo sobre madera muerta.

Ni idea. ¿Una Ramaria?

Una familia de Russula. Extraordinariamente abundantes.
Un primer plano de la Amanita phalloides. Esta es la causante de la mayor parte de las intoxicaciones mortales de las que tenemos noticias.

Otras Amanita muscaria en su ambiente. A pesar del aspecto casi nocturno, eran las doce de la mañana, pero un día frío, lluvioso de niebla densa. Un día normal de otoño.

Y al final, ni una seta comestible. (Bueno, mi tío ya las tenía preparadas y mi tía Clari cocinadas, con garbanzos, en revuelto, en un potaje de callos en el que los callos estaban sustituidos por setas..... así que pude dedicarme a hacer fotos a ejemplares con otros "valores", no culinarios, y después a disfrutar de las especialidades como si hubiese realmente andado a setas. Muchas gracias a ambos.)





2 comentarios:

  1. Muy bonitas imágenes de setas.. Que tengas buen fin de semana..

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    1. Gracias Ana. Al final lo de las fotos es una excusa para disfrutar de la mesa ¡Ya ves!

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