El pasado viernes tuvo lugar un coloquio organizado por Equo en Laviana respecto a la gestión de espacios naturales y gestión del territorio en general. Entre las muchas cosas que se dijeron allí, de las cuales por desgracia la mayor parte eran tópicos de los que nadie se quiere bajar, hubo algunas ideas.
De entre todas a mí me impactó una idea fundamental del biólogo Rolando Rodríguez de la asociación Geotrupes.
Es en realidad la constatación de un hecho: las áreas mejor conservadas de Asturies son las de el entorno de la Cordillera Cantábrica (con escasas excepciones), pero en estos momentos, por cientos de causas, pero entre otras por el casi monocultivo de la ganadería de vacuno, la presión sobre esos espacios y su proceso de degradación es cada vez mayor.
La ganadería no es mala para el territorio, es otra forma de gestión, pero si queremos conservar, la gestión ganadera tradicional (con quemas, talas, exterminio de especies competidoras, etc.) cada vez más intensa, es incompatible con áreas de máxima conservación, y por otro lado la carga ganadera en esas zonas tiene un límite y los ganaderos no tienen posibilidad de crecer.
Eso son hechos.
El otro hecho es que las mejores zonas de pasto, mejores sin discusión por situación, clima, desnivel, etc. ... se están transformando a marchas forzadas en eucaliptales, un cultivo agresivo, destructivo del suelo a medio plazo, que lo hará improductivo y que es el hambre para mañana, además de destrucción del famoso paisaje del que nos sentimos tan orgullosos.
Es una ecuación tan simple que ha resultado un auténtico destello para mi visión de la gestión territorial en Asturies, de la cual me arrepiento que no sea más completa.
Paisaje moldeado por la presión ganadera: pastos en las vegas y bosque sobre las rocas. |
Ya sé que inmediatamente se dirá que eso es echar a la gente de sus tierras, de sus usos tradicionales, de ..... yo sinceramente creo que no.
Una gestión racional admite diferentes grados de uso, distintos valores añadidos en función del territorio, distintos aprovechamientos (que pueden seguir existiendo y pueden aparecer nuevos).
Pero siempre los territorios se han gestionado y dedicado diversos territorios a diferentes aprovechamientos. Se puede seguir haciendo.
Reducir la presión ganadera en los espacios protegidos, favoreciendo a sus habitantes por conservarlos y gestionar recursos que van al conjunto de la sociedad, y por otro lado favorecer la implantación de la mayor carga agrícola (ganado si es el caso) en las zonas de mejor calidad y que ahora van hacia el monocultivo ocalital, tiene todo el sentido (y toda la dificultad, pero más difícil de entender es la presa de Caliao, o el movimiento de miles de toneladas de terreno en Siero y Serín, destruyendo áreas de un valor edáfico y agrícola incalculable, para implantación de empresas fantasma y ahí siguen)
Lástima es que no haya planteado antes. Y lástima que no se intente valorar una posibilidad de cambiar el uso de ocalitos por pastos productivos, reservando las zonas de alto valor ecológico para eso, para mantener el valor ecológico.
No digo que sea la mejor idea, pero ¿y planteársela siquiera?
No digo que sea la mejor idea, pero ¿y planteársela siquiera?
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